- “Por primera vez, la Nación U’wa participa en el evento más importante en el mundo de la conservación, el Congreso de la Unión Internacional de la Conservación de la Naturaleza”.
- “Dimos a conocer el mensaje claro de nuestras autoridades tradicionales, Werjayas, de que mantenemos una relación armónica con el territorio, respetando y cuidando a nuestra Madre Tierra”.
- Este es un artículo de opinión. Los puntos de vista son solo de la autora.
Por primera vez, la Nación U’wa participa en el evento más importante en el mundo de la conservación, el Congreso de la Unión Internacional de la Conservación de la Naturaleza. Dimos a conocer el mensaje claro de nuestras autoridades tradicionales, Werjayas, de que mantenemos una relación armónica con el territorio, respetando y cuidando a nuestra Madre Tierra. Es un mandato establecido por el padre creador – Sira (Dios), escrito en las corazones de los sabios Werjayas.
Por otra parte vinimos a visibilizar la situación que se está presentando en Zizuma, en el Parque Nacional Natural El Cocuy. Nuestra montaña sagrada es casa de nuestros seres existentes, sitio de conocimiento que está en permanente comunicación con otros pueblos indígenas que tienen nevados, comunicación orientada desde las autoridades tradicionales Werjayas. El área del nevado es un corredor biológico, espiritual, natural que garantiza la existencia y permanencia del ser humano.
Zizuma se ha visto amenazada por dos dinámicas. La primera, el ecoturismo, con graves consecuencias como contaminación de nuestros yacimientos de agua, contaminación con residuos sólidos de nuestras áreas sagradas, y los impactos culturales y espirituales que rompen nuestra relación con nuestros espíritus.
La segunda amenaza es la presencia de proyectos mineros y energéticos en territorio U´wa, que aceleran el cambio climático y violan nuestro mandato de proteger, cuidar y salvaguardar nuestra Madre Tierra.
Desde hace seis meses nos encontramos en acción colectiva pacífica, ejerciendo control territorial a través de la Guardia U´wa. La acción motivó el establecimiento de una mesa de diálogo e interlocución entre la Nación U´wa y el Gobierno colombiano. Como nación indígena exigimos a Parques Nacionales una resolución que suspendiera el ecoturismo en el parque El Cocuy – Zizuma mientras se realiza el estudio de impactos. Esto permitirá a nuestra Nación dar a conocer nuestra cosmovisión y dar elementos que permitan la verdadera protección de Zizuma.
Sin embargo, este avance se encuentra amenazado por las últimas declaraciones del Ministro de Medio Ambiente, Luis Gilberto Murillo, quien expone que es orden presidencial reabrir el ecoturismo en El Cocuy. Es un claro incumplimiento del gobierno a respetar lo acordado y pasar por encima de los derechos de nuestro pueblo. Ante lo cual la Nación U’wa recuerda que de ser necesario reactivaremos nuestra acción colectiva pacífica.
Resaltamos el informe de la relatora especial de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, Vicky Tauli-Corpuz, quien ha incluido en su informe el tema de Zizuma (Parque Nacional Natural El Cocuy), dando importantes observaciones a los estados y organizaciones de conservación para la garantía de los derechos de los pueblos indígenas. Poco se ha hablado de las situaciones en las que el establecimiento de áreas protegidas viola nuestros derechos o menoscaba nuestros derechos colectivos y territoriales.
Por esto en esta oportunidad venimos recalcando la importancia de reconocer y respetar los derechos, pero también ese territorio sagrado de vida. Uno de los avances de los que podemos informar es que se ha logrado que mucha más personas, organizaciones y pueblos indígenas nos unamos en torno a exigir el respeto de nuestros territorios sagrados a través de la Moción 26. Dicha moción pretende que se protejan los lugares sagrados, que no haya ningún tipo de amenaza a la existencia de esos lugares mágicos.
El Congreso es un importante espacio donde ahora los pueblos indígenas estamos llegando. En algunos espacios compartimos con pueblos indígenas de países de Asia, África, Rusia, y por supuesto de Hawái. Esto permitió darnos cuenta de que es una sola lucha la que tenemos los pueblos indígenas. Es importante que sepamos que en otras partes del mundo también están luchando, también están dando esa batalla por la reivindicación de nuestros derechos colectivos, territoriales, humanos. Y esto nos alegra de corazón porque como Nación U’wa decimos que es la lucha que no va acabar, que siempre se tiene que mantener.
Fue una oportunidad muy linda también porque nos encontramos entre mujeres indígenas líderes que estamos llevando el proceso de defensa territorial y el proceso de hacer una incidencia internacional. Creo que ha sido un maravilloso encuentro que crea y fortalece los lazos mucho más, y genera cierto tipo de intercambio de saberes ancestrales y culturales. Esto permite que haya mucha más unidad y acercamiento para hacer un trabajo fuerte.
Ratificamos en el Congreso Mundial la necesidad de reconocer que antes del establecimiento de las áreas protegidas existe nuestra relación espiritual con nuestros sitios sagrados, somos guardianes protectores de estas tierras porque es mandato desde la ley de origen, la ley de Sira, ley inmutable. Reconocer que milenariamente hemos conservado nuestros territorios y que en el caso colombiano aún no se ha reconocido este papel fundamental de las autoridades tradicionales como autoridades ambientales legítimas.
Como nación U’wa tenemos esperanza de que el corazón del hombre no indígena cambie, que entienda que solo es posible la vida si mantenemos un equilibrio espiritual y natural. En unidad podemos continuar en la defensa de nuestra Madre Tierra como pueblos hermanos. ¡Bastones en alto, por la defensa de nuestra Madre Tierra!
