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Colombia: iniciativas comunitarias para conservar los bosques secos tropicales en el Caribe y Antioquia

  • “El Caribe es la región con mayor representatividad del bosque seco para Colombia, pues contiene aproximadamente el 51 % de las coberturas naturales y transformadas de todo el territorio”, afirma Natalia Norden, del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt.
  • El aporte del bosque seco al Sistema de Parques Nacionales es del 0,1 % y para las áreas protegidas de tipo regional es del 0,8 %, un porcentaje bajo comparado con otros ecosistemas.
  • En el 2014 en Colombia había 717 226 hectáreas de bosque seco tropical, el 8,07 % de la cobertura original proyectada en el 2008, según un estudio elaborado por el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt.

“Los principales factores que llevan a la destrucción del bosque seco en Colombia, además de la producción agropecuaria, son la infraestructura, la tala intensiva o selectiva, la minería y la erosión. Por ejemplo, en las regiones Caribe, Norandina y Llanos, el primer motor de pérdida del bosque seco es la infraestructura (construcción de carreteras, represas e hidroeléctricas). Aunque no es el más importante, la erosión del suelo es un factor presente en todas las regiones y uno de los que tiene un impacto negativo más fuerte, pues puede conducir a niveles de desertificación con difícil retorno hacia las condiciones naturales”, explica a Mongabay Latam Natalia Norden, coordinadora de la Línea de Bosques y otros ecosistemas de especial interés del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt.

Más del 90 % del bosque seco tropical en territorio colombiano ha sido talado, de acuerdo al libro “El Bosque Seco Tropical en Colombia” del  Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y el  Instituto de Investigación de  Recursos Biológicos Alexander Von Humboldt, publicado en el 2014.[i]

 

El bosque seco tropical se caracteriza por una marcada estacionalidad. Foto de Felipe Villegas, Instituto Humboldt.
El bosque seco tropical se caracteriza por una marcada estacionalidad. Foto de Felipe Villegas, Instituto Humboldt.

El bosque seco tropical se caracteriza por una vegetación que experimenta un periodo de sequía de cinco a seis meses. En Colombia se encuentra en la región norandina, Santander y Norte de Santander, en el valle geográfico del río Cauca, en los piedemontes de la Cordillera Occidental y al norte de la Central, en el valle geográfico del río Magdalena, Huila, Tolima, Cundinamarca y en el norte de Caldas, en la región de los Llanos, Vichada y Arauca, en el valle del río Patía, en el departamento del Cauca y el Caribe.

Áreas de Bosque Seco Tropical en Colombia. Mapa del Instituto Humboldt, 2014.
Áreas de Bosque Seco Tropical en Colombia. Mapa del Instituto Humboldt, 2014.

“El Caribe es la región con mayor representatividad de bosque seco para Colombia, pues contiene aproximadamente el 51 % de las coberturas naturales y transformadas de todo el territorio. Es la región donde se estima hubo la mayor extensión de bosque seco originalmente”, afirma Natalia Norden.

Los relictos de bosque seco tropical se hallan en las orillas de los ríos, en zonas de alta pendiente o de difícil acceso, y en pequeñas islas rodeadas por desarrollos urbanísticos, recreacionales y casas de descanso.

“El manejo de los ecosistemas siempre ha sido un gran desafío debido a que nos enfrentamos a muchos intereses que determinan en primera instancia el establecimiento de sistemas productivos (…) Quedan pocas coberturas boscosas, y aún peor, muy pocas áreas están representadas bajo una figura de protección o conservación a nivel nacional”, indica Hernando Vergara, doctor en ciencias y biología y profesor de la Universidad del Cauca.

El aporte del bosque seco tropical al Sistema de Parques Nacionales es del 0,1 % y el aporte para las áreas protegidas de tipo regional es del 0,8 %, un porcentaje bajo comparado con otros ecosistemas. “Sin embargo, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible considera la posibilidad de declarar áreas de bosque seco en el valle del Patía dentro del Sistema de Parques Nacionales”, añade Vergara.

En el Caribe existen áreas vinculantes para la protección a nivel nacional (Parque Nacional Natural Tayrona, Santuario de Flora y Fauna Los Colorados, Parque Nacional Natural Macuira y Parque Nacional Natural Old Providence McBean Lagoon). En otras regiones se adelantan acuerdos de conservación, reservas naturales de la sociedad civil y ecoparques para conservar los bosques secos tropicales.

En el año 2008, el investigador Andrés Etter y su equipo establecieron que la distribución potencial de bosque seco en Colombia podía ser de 8 882 854 hectáreas. Un estudio y un mapa con el estado del bosque seco tropical elaborado por el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt[ii] en el año 2014 determinó que había 717 226 hectáreas, el 8,07 % de la cobertura original proyectada por Andrés Etter y sus colaboradores.

Bosque seco tropical en Aipe, Huila, donde las estribaciones de la Cordillera Central insinúan un paisaje antediluviano. Foto de Felipe Villegas, Instituto Humboldt.
Bosque seco tropical en Aipe, Huila, donde las estribaciones de la Cordillera Central insinúan un paisaje antediluviano. Foto de Felipe Villegas, Instituto Humboldt.

 Iniciativas comunitarias

Además de las iniciativas del Estado, comunidades como Taganga –que hace parte de la Línea Negra, una demarcación que une sitios sagrados de los pueblos indígenas– suman esfuerzos para proteger el bosque seco tropical.

Taganga está ubicada a pocos kilómetros de Santa Marta, capital del departamento del Magdalena. “La mayor parte del  bosque tropical seco de Taganga está dentro del Parque Natural Distrital Dumbira, 1140 hectáreas que colindan con el Parque Nacional Natural Tayrona. Las autoridades no han prestado atención a nuestras exigencias para construir un ordenamiento territorial especial  que permita avanzar de manera efectiva en torno a conservación de ecosistemas tomando en cuenta la realidad poblacional que hoy existe en el lugar, así como los temas de vocación productiva pesquera y el turismo, de los que depende nuestra economía. Con relación al bosque tropical seco, estamos haciendo esfuerzos, particulares y comunitarios, para evitar su desaparición total”, explica a Mongabay Latam la analista de conflictos territoriales Carmen Castro.

Dos pájaros papayeros descansan en lo alto de un árbol guamacho en Taganga. Foto de Úrsula Martínez.
Dos pájaros papayeros descansan en lo alto de un árbol guamacho en Taganga. Foto de Úrsula Martínez.

Úrsula Martínez, emprendedora ecoturística y ambientalista de Taganga, describe acciones colectivas. “El sector que estamos estudiando, como grupo que se reúne en torno a la semana ambiental que realiza Thui Tours, es la cuenca de la quebrada Biyuca, sector Oasis (hoy un barrio de Taganga)”. En la vertiente de Biyuca hay una gran variedad de árboles del bosque caducifolio,  como indio desnudo (Bursera simaruba), olivo (Olea europea),  carreto (Samanea saman) y bonga (Ceiba pentandra), entre otros.

“Hace cuatro años realizo en octubre la Semana Ambiental, que busca integrar a la comunidad con estos temas. El primero y el de este año estuvieron enfocados en el bosque seco tropical. Conté con participación muy activa de la Institución Educativa Distrital de Taganga (IED).  Con los profesores de arte y naturales y  la coordinadora académica implementamos un vivero nativo como parte del Proyecto Educativo Ambiental Escolar (PRAE)”, añade Martínez. Su objetivo fue que los estudiantes de Taganga supieran lo que tienen alrededor, pues muchos desconocen la importancia del bosque seco tropical. En el proyecto participaron 18 niños y niñas.

Para Úrsula Martínez, crear Thui hace siete años fue una manera de contribuir a preservar el bosque seco tropical. “Es una empresa de turismo sostenible que se preocupa por el entorno y quiere dejar una semilla en todas las empresas de turismo y los pescadores para apoyar su lucha en la defensa del territorio y sus recursos naturales, especialmente a través de la educación ambiental con niños y jóvenes, porque la identidad se ha ido desvaneciendo en medio de un turismo depredador e irresponsable que ha hecho que los antiguos pobladores de Taganga vivan del ‘dinero de la temporada’, de la venta de los terrenos que son comunitarios y de una explotación no sostenible de sus recursos, como son la pesca y el bosque tropical seco”, insiste.

Mono tití cabeza blanca, también llamado tamarino cabeza de algodón, especie endémica del Caribe colombiano, habita el bosque seco tropical. Foto de Felipe Villegas, Instituto Humboldt.
Mono tití cabeza blanca, también llamado tamarino cabeza de algodón, especie endémica del Caribe colombiano, habita el bosque seco tropical. Foto de Felipe Villegas, Instituto Humboldt.

Impactos ambientales en Antioquia

En el departamento de Antioquia otras acciones comunitarias se llevan a cabo para salvaguardar el bosque seco tropical. El Movimiento Ríos Vivos Antioquia presentó en noviembre su informe alternativo: Llamado a la razón ambiental en el ecosistema ribereño del río Cauca en el entorno del proyecto Hidroituango.  En este se refieren de manera especial al bosque seco tropical.

La Central Hidroeléctrica Ituango S.A. E.S.P.,  “se define como el proyecto hidroeléctrico más grande e importante de Colombia, no solo por su capacidad para el abastecimiento de energía sino por ser un reto para la ingeniería antioqueña”, se lee en la página web de Hidroituango. “En diciembre de 2018, Hidroituango será la generadora más grande del país y una comercializadora de energía altamente competitiva en el mercado nacional e internacional”, se añade.

Isabel Zuleta, socióloga, habitante de la zona y miembro de Ríos Vivos Antioquia, señala que se reunieron con investigadores del Humboldt, quienes explicaron que hicieron un estudio sobre la distribución de los bosques secos en el cañón del Cauca posterior a la licencia ambiental otorgada a Hidroituango en el año 2009.

Zuleta indica que “el estudio de impacto ambiental con el que se otorgó la licencia no guarda relación con el estudio, nivel de detalle y la escala, realizado por el Humboldt posteriormente[iii]. Lo que nosotros estamos planteando es que así sean estudios posteriores, si establecen con mayor detalle la riqueza que tiene el territorio deben ser recogidos en una modificación de la licencia. Las licencias se modifican[iv] por solicitud de la empresa, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) o a petición de un tercero”.

Ríos Vivos Antioquia considera que el impacto de proyectos como Hidroituango contradice los compromisos de protección especial de los bosques secos tropicales porque los fracciona. Además, expresa su preocupación por los incumplimientos con respecto a las compensaciones que debe hacer Hidroituango, por el fracaso de la resiembra de semillas nativas, la situación de los Nutabes –indígenas que se dedican al barequeo en el río Cauca– y los animales que se acercan a zonas más pobladas y afectan a la comunidad.

Mongabay Latam intentó comunicarse con Hidroituango y Empresas Públicas de Medellín, pero no fue posible antes de la publicación de este artículo.

Corantioquia[v], autoridad regional ambiental, informa que se verificaron los procesos de salvamento y ahuyentamiento de  fauna silvestre previos a la primera etapa de la prueba piloto de aprovechamiento forestal y la instalación de parcelas para la evaluación de la velocidad de crecimiento de las especies nativas extraídas del área de aprovechamiento forestal[vi].

Otra preocupación de Ríos Vivos Antioquia es que los procesos sancionatorios[vii] establecieron medidas preventivas que luego fueron levantadas, y en ninguno se ha continuado el trámite hasta lograr una decisión definitiva o de fondo.

Pescador habitante del municipio de Sabanalarga (Antioquia) Foto: Ríos Vivos Antioquia.
Pescador habitante del municipio de Sabanalarga (Antioquia) Foto: Ríos Vivos Antioquia.

El 15 de noviembre Ríos Vivos Antioquia se reunió con el director de bosques del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y otros funcionarios de la misma entidad, quienes se comprometieron a ir al terreno para corroborar las denuncias sobre daños, lo contenido y no contenido en la licencia, qué no debió ser aprobado por la ANLA y cómo se cruza eso con los compromisos internacionales del ministerio.

Mientras continúan las acciones de incidencia con el Estado y las reuniones con diversas instituciones, Ríos Vivos Antioquia sigue con actividades para proteger el bosque seco tropical. En materia cultural hay acciones para reforzar los saberes ancestrales que permiten el reconocimiento del valor intrínseco que tiene el bosque en la vida cotidiana de las comunidades:  la solicitud del barequeo en el cañón del Cauca como patrimonio cultural inmaterial de la nación ante el Ministerio de Cultura;  encuentros de intercambio de saberes,  talleres autoconvocados sobre memoria ambiental que han permitido tener un inventario básico de fauna y flora del bosque seco y de todo el cañón, que al mismo tiempo hablan sobre su transformación; y acciones de cuidado de la fauna y la flora por parte de las asociaciones articuladas en Ríos Vivos, explica Isabel Zuleta.

 

 

Notas

[i] García, Hernando y Camila Pizano (editores). “El Bosque Seco Tropical en Colombia”. Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible e Instituto de Investigación de  Recursos Biológicos Alexander Von Humboldt. Bogotá. (2014).

[ii] Sin embargo, este mapa tiene una escala 1:100 000 (unidad mínima de mapeo de 25 ha) y sabemos que la mayoría de los fragmentos del bosque seco tienen áreas muy por debajo de esta proyección. En la actualidad el equipo de la Línea de Bosques y Otros Ecosistemas de Especial Interés está trabajando en un mapa más detallado (escala 1:25 000) para mejorar la resolución del bosque seco e incluir áreas que no se habían considerado antes, como la zona estacional seca de los Llanos Orientales y Arauca, explica Natalia Investigadora del Humboldt.

[iii] “El Instituto no realiza estudios de impacto ambiental. Se realizó con Corantioquia (autoridad ambiental regional) un estudio sobre la distribución actual de los bosques secos del cañón seco del Cauca a escala 1:25 000. El mapa nacional de escala 1:100 000  puede observarse aquí.

[iv] La licencia ambiental otorgada al Proyecto Pescadero – Ituango ha sido modificada un total de 13 veces, unas veces a través de la interposición de recursos de reposición de la empresa y otras con base en el inicio de un tramite de modificación, que implica a su vez, la realización de informes técnicos de los profesionales del Ministerio de Ambiente. Las resoluciones que han modificado la resolución que otorgó la licencia ambiental son: Resolución 1034 de 4/6709, 1891 de 1/10/09; 1980 de 12/10/10, 155 de 5/12/ 11, 764  13/9712, 1041 de 7/12/12, 838/ de 22/08/13, 107 de 7/2/14, 0132 de 13/2/14, 620 de 12/6/14, 1052 el 9/9/ 14; 543 de 14/05/15 y 106 de 4/2/16. En la página web de Hidroituango solo registran cuatro modificaciones: resoluciones número 1891 de 1/10/09; 1980 de 12/10/10, 0764 de 2013 y una cuarta en trámite.

[v] Corantioquia indica en su radicado 160TH-1612-2281: es importante aclarar que este proyecto es competencia directa de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales – ANLA, con base en el Decreto 1220 de 2005, régimen bajo el cual se otorgó la licencia (Resolución 0155 de 2009). Es dicha entidad la que hace el control y seguimiento de manera particular a cada uno de los componentes de la licencia ambiental, entre ellos al componente biótico en flora silvestre y las compensaciones referidas al bosque seco tropical.

[vi] Informe técnico # 160TH-1612-22153. Corantioquia lista además nueve informes técnicos realizados en los años 2015 y 2016 por los técnicos de la Territorial Tahamíes, en apoyo al control y seguimiento solicitado por la ANLA, además informes relacionados con quejas ambientales y otros temas, que son exclusiva competencia de la Corporación, estos son: 160TH-1504, 160TH-1510-20371, 160TH-1512-20620, queja ambiental Ríos Vivos,  160TH-1512-20864, 160TH1602-21066, 160TH-1604-21233, 160TH-1609-21874, modificación de licencia ambiental, 160TH-1611-22081, queja ambiental Ríos Vivos y 160TH-1612-22153 de control y seguimiento.

[vii] Desde el año 2010 hasta la fecha la ANLA ha abierto siete procesos sancionatorios recogidos en los siguientes autos número: 4236 de 2/12/10, 4329 de 17/12/13, 1302 de 8/4/14, 2919 de 27/7/15, 2920 de 27/7/15, 3989 de 24/9/15 y 523 del 19/02/16. “Tampoco, se dio traslado oficioso a la Fiscalía en caso de advertirse la presunta infracción de normas de carácter penal por la ejecución de conductas lesivas del ambiente, a pesar del marcado acento protector de la Carta Política y el diseño institucional contenido en la Ley 1333 de 2009 que otorgó facultades preventivas y sancionatorias frente a este tipo de acciones múltiples y reiteradas”, explica Isabel Zuleta.

 

 

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