- ¿Cómo puede sobrevivir una comunidad cuando depende del agua que proviene de un glaciar afectado por la minería?
- ¿Cuántas concesiones mineras operan en algunos de los principales nevados de Bolivia?
“No quisiéramos que haya esa minería, porque va a afectar al agua que usamos para el riego de nuestros cultivos”, sentencia Olimpia Alejo, secretaria general de la comunidad de Huancapampa (ubicada en Palca, a 50 kilómetros de la ciudad de La Paz). Los pobladores de este municipio alertaron sobre la existencia de actividad minera en el nevado Illimani y se declararon en emergencia por el peligro que representa la contaminación para las aguas que escurren del glaciar, las cuales son fundamentales para su producción agrícola.
El pronunciamiento de los comunarios de Palca, realizado hace cuatro meses, derivó en una investigación que evidenció la existencia de actividad minera en el nevado Illimani, al igual que en el Mururata (ambos situados en ese municipio) y otros glaciares ubicados a lo largo de las cordilleras Real y Apolobamba.
La alerta de los palqueños llamó la atención de las autoridades y de los ciudadanos. Las voces de rechazo de parte de la población, de entidades políticas y cívicas no se dejaron esperar. Ante esta situación, funcionarios del gobierno ─incluyendo el presidente Evo Morales─ negaron que hubiera actividad minera en la icónica montaña nevada declarada Patrimonio y Paisaje Natural de Bolivia en 2012.