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Restricción británica a importación de palo verde podría presionar la economía de Guyana

  • El palo verde (Chlorocardium rodiei) es una de las maderas más resistentes y duraderas conocidas por el hombre, y es particularmente adecuada para aplicaciones marinas y de agua dulce. El Reino Unido estableció una prohibición de importación a principios de este año.
  • En los últimos cuatro años, las exportaciones de palo verde generaron $27 millones para la economía de Guyana.
  • Palo verde representa más del 18 % de la producción de la industria maderera de Guyana y en los últimos cuatro años las exportaciones de palo verde generaron $27 millones.
  • La madera es la principal fuente de ingresos de exportación en Guyana y trajo $45.6 millones el año pasado.

KWAKWANI, Guyana – La mayoría de las mañanas de los días de semana, Jennifer Edwards, de 46 años, se despierta en la ciudad de Kwakwani, en el corazón del sur de Guyana. Ella sigue su ritual matutino: se despide de su familia y luego se dirige a trabajar en su concesión maderera cogestionada a unos 30 kilómetros de distancia. Es un trabajo duro y llegar allí es un desafío.

“La mayoría de nosotros no somos propietarios de vehículos, por lo que los madereros nos llevan… o contratamos algo”, dijo Edwards en Criollo guyanés —el dialecto comúnmente utilizado entre los residentes del área— en una entrevista con Mongabay. “A veces esperas y rezas para que alguien vaya en tu dirección, porque alquilar algo es caro”.

Edwards ha sido parte de la industria maderera por más de 25 años. Hace unos años se asoció con Devina Palls, de 51 años, miembro de la asociación regional de producción forestal. La asociación se formó en el 2001 para ayudar a los pequeños madereros a obtener concesiones de tala, y ahora cuenta con más de 180 miembros y 6475 hectáreas (16 000 acres) bajo el Permiso Forestal Estatal.

Una vez en el trabajo, Edwards supervisa a dos trabajadores y examina y mide las especies de árbol seleccionadas para la cosecha: palo verde (Chlorocardium rodiei) y wamara (Swartzia leiocalycina). El palo verde es una madera tropical dura particularmente adecuada para la construcción marina y de agua dulce, y es crucial para la industria forestal de Guyana. Guyana es uno de los pocos lugares en el mundo donde el palo verde —uno de las maderas más duras y duraderas conocidos por el hombre— se puede encontrar.

Para propietarios de pequeñas concesiones madereras el palo verde ha sido un negocio estable.

Representando el 18 % de la producción de la industria maderera, en los últimos cuatro años las exportaciones de palo verde generaron $27 millones, según la Fabricación de Guyana y la Asociación de Servicios (GMSA). La madera es la principal fuente de ingresos de exportación para la pequeña nación de Guyana, y trajo $45.6 millones el año pasado. El GMSA funciona como enlace para diversas industrias y el gobierno, incluyendo la silvicultura y los productos forestales.

Pilares de troncos de palo verde en la carretera cerca de Kwakwani, Guyana. Foto de Akola Thompson para Mongabay
Pilares de troncos de palo verde en la carretera cerca de Kwakwani, Guyana. Foto de Akola Thompson para Mongabay

Sin embargo, ahora el impacto de una prohibición de asesoramiento de la Agencia de Medio Ambiente del Reino Unido (EA) sobre la importación de palo verde podría crear dificultades para Edwards y otras personas como ella en la industria. El aviso se publicó en el 2015 y entró en vigor a mediados del 2016 cuando la antigua administración gubernamental de Guyana estaba acabando. El gobierno actual ha declarado públicamente que las relaciones con el Reino Unido durante ese período “pasaban por un mal momento”.

La EA señaló que la restricción a las importaciones de palo verde es necesaria debido a las normas de certificación insuficientes y la falta de pruebas de que los árboles son cultivados de “bosques gestionados de manera sostenible”. Según La Organización Internacional de las Maderas Tropicales (OIMT), los bosques de Guyana están prácticamente intactos y el país tiene una gran reserva de maderas duras y una amplia base de recursos forestales.

Los propietarios de concesiones como Edwards y Palls dicen que operan siguiendo las reglas.

“Trabajamos con todas las reglas de la Comisión Forestal de Guyana y tratamos de asegurar que todos trabajen con ellas también, porque si uno hace mal, todo el mundo sufre”, dijo Edwards. “El GFC ha colaborado con agencias internacionales a través de los años para imponer restricciones a la tala para asegurar que los árboles cultivados sean cortados apropiadamente y que solo se planten árboles maduros y comerciables. Esto se hace para asegurar un recrecimiento adecuado.

Los madereros de Kwakwani Jennifer Edwards en el tractor, y (de izquirda a derecha) Devina Palls y Lorraine Franco. Foto de Akola Thompson para Mongabay
Los madereros de Kwakwani Jennifer Edwards en el tractor, y (de izquirda a derecha) Devina Palls y Lorraine Franco. Foto de Akola Thompson para Mongabay

Los actuales representantes del gobierno planean presionar su caso para la reversión de la decisión en reuniones cara a cara con los funcionarios del gobierno del Reino Unido a principios del 2017. La especie y su poder comercial en el Reino Unido son de suma importancia. Hasta hace un año, el palo verde estaba siendo ampliamente utilizado en proyectos de defensa marítima por contratistas británicos.

“El palo verde está literalmente en el corazón y el alma de la industria maderera de Guyana”, dijo el ministro de Recursos Naturales Raphael Trotman en un comunicado.

El costo de la sostenibilidad

Aunque las normas británicas apuntan a apoyar la sostenibilidad ambiental, pasar por el proceso de auditoría para demostrar la sostenibilidad puede ser costoso. Uno de los requisitos de la EA es la certificación del Consejo de Administración Forestal (FSC), el principal organismo mundial de certificación de sostenibilidad de la madera. Cuanto menor sea la concesión de tala, mayor son los costos por miembro para la certificación FSC de cinco años. Los costos de auditoría directa comienzan en alrededor de $10 000 por término de cinco años para una concesión de alrededor de 1011 hectáreas (2500 acres), según el FSC. Si el grupo maderero tiene 100 miembros y hasta cerca de 20 234 hectáreas (50 000 acres), el precio sube a alrededor de $35 000. Eso es aproximadamente $350 por miembro.

Los críticos dicen que la concesión de tala Iwokrama demuestra que la certificación de FSC puede no ser una meta viable para todos en la industria. Iwokrama, que forma parte de una reserva forestal sostenible y parte de un área de ecoturismo, obtuvo certificaciones apropiadas para la exportación de palo verde al Reino Unido, pero llegó con un precio de cientos de miles de dólares. De hecho, según Andrew Mendes, director de McVantage de Guyana Inc., que opera la porción forestal sostenible de Iwokrama, habría sido imposible sin ayuda.

“Iwokrama recibió una donación de $300 000 para que pudiéramos hacer esto”, dijo Mendes. Iwokrama maneja un bosque de 371 000 hectáreas en el centro de Guyana para mostrar cómo los bosques tropicales pueden ser conservados y usados de manera sostenible. La subvención fue financiada por Caribbean Aqua-Terrestrial Solutions.

Para las concesiones pequeñas y medianas con un enfoque más tradicional, como la operación de Edwards-Palls, la certificación simplemente no es una opción.

“Las pequeñas concesionarias y operadores no pueden encontrar dinero para obtener la certificación FSC”, dijo Mendes. “Es un proceso complicado y caro”. Añade que el sector forestal “se encuentra cada vez con más vallas que saltar” y por eso se necesita de un enfoque proactivo para el cambio.

Concesión de tala en Kwakwani, Guyana. Foto de Akola Thompson para Mongabay
Concesión de tala en Kwakwani, Guyana. Foto de Akola Thompson para Mongabay

“El refuerzo negativo a través de prohibiciones y regulaciones adicionales esencialmente hacen que sea prohibitivo para las pequeñas y medianas empresas acceder a estos mercados más sostenibles y en realidad los llevan a otros usos potencialmente más destructivos del bosque para ganarse la vida”, dijo Mendes.

Según el FSC, los concesionarios pequeños tienen opciones.

“Proporcionar apoyo para superar los desafíos que enfrentan los pequeños concesionarios es una alta prioridad para FSC”, dijo Tallulah Chapman, portavoz de la oficina del FSC en el Reino Unido, en un correo electrónico enviado a Mongabay. “Si un productor califica como pequeño o de baja intensidad de acuerdo con los criterios de elegibilidad FSC, FSC ofrece opciones de certificación y apoyo que pueden reducir los costos de certificación”.

Estas opciones incluyen procedimientos de auditoría simplificados, certificación de propietarios agrupados y un fondo FSC para ayudar a compensar los costos de preparación para la certificación. Según Chapman, el FSC sabe que hay más por hacer, y parte de su plan quinquenal, lanzado en el 2015, incluye un énfasis en el aumento de certificaciones FSC en los países tropicales.

Sin embargo, el proceso para demostrar la sostenibilidad es solo una dificultad que enfrenta la industria del palo verde.

De acuerdo con el GMSA, las mayores restricciones a las prácticas de manejo forestal podrían afectar a los medios de subsistencia de las personas que están directamente empleadas en la industria. Los residentes de las comunidades rurales e indígenas están especialmente en riesgo.

Para Palls, que tiene cuatro hijos y es el único soporte de su familia, la restricción del palo verde en el Reino Unido es preocupante. Aunque todavía no ha sentido el impacto, cree que es solo cuestión de tiempo. De acuerdo con ella, cualquier leve cambio en el precio puede afectar gravemente los beneficios, “los cuales ya son pequeños” dados los altos costos de producción y transporte. Según Palls, los costos de transporte por sí solos pueden superar los $1500 por cada transporte de troncos a la ciudad capital de Georgetown.

Problemas persistentes

De acuerdo con un documento publicado por la Comisión Forestal de Guyana (GFC) en noviembre del 2015 titulado “Gestión Sostenible de Palo verde”, el 23 % de todo el palo verde exportado va al Reino Unido. Eso se ha reducido a cerca del 8 % desde que el Reino Unido emitió por primera vez su asesoramiento, de acuerdo con la GMSA.

También existe la cuestión de la buena voluntad y la cooperación a nivel de la diplomacia extranjera. En esencia, el gobierno de Guyana está descontento con la forma en que se produjo la restricción del Reino Unido.

En una entrevista con Mongabay, el Comisionado del GFC, James Singh, dijo que no se hizo ninguna consulta con las partes interesadas de la industria local antes de que se aplicara la restricción del palo verde. Agregó que después de que se envió el aviso, el GFC y varios otros interesados tuvieron teleconferencias con la EA en la que admitieron que no hicieron consultas con nadie.

Esta teleconferencia fue confirmada a Mongabay por Andrew Mendes, el presidente de la GFC, Jocelyn Dow, portavoz de GMSA y presidente de la Asociación de Productos Forestales, Deonarine Ramsaroop, y McVantage de Guyana Inc.

“Preguntaron sobre información de auditorías independientes realizadas bajo el acuerdo de Guyana Noruega”, dijo Singh. “Esto demostró que no hicieron una investigación en profundidad ya que estas auditorías estaban disponibles directamente en nuestro sitio web”.

Niños jugando cerca de la carretera en Kwakwani, Guyana. Foto de Akola Thompson para Mongabay
Niños jugando cerca de la carretera en Kwakwani, Guyana. Foto de Akola Thompson para Mongabay

No pudieron comunicarse con la EA para comentar sobre la teleconferencia o sobre la restricción de los palos verdes.

Los sistemas de monitoreo y verificación de Guyana para asegurar la explotación forestal sostenible y legal han sido probados y demostrados por el Programa de Aplicación de la Legislación Forestal, Gobernanza y Comercio de la Unión Europea (EU-FLEGT) y por Noruega. Noruega tiene un acuerdo de 250 millones de dólares con Guyana para proteger sus bosques y asegurar su manejo sostenible. La OIMT, el índice de Desempeño Ambiental 2016 de la Universidad de Yale y el Global Forest Watch han observado la baja tasa de deforestación de Guyana, que el GFC reportó en el 2014, se ubicó en menos del 1 %.

Singh dice que aunque algunas concesiones más grandes son manejadas de manera sostenible, “algunas de las pequeñas concesiones han sido cultivadas durante décadas y la mayoría de los árboles comerciales maduros de alto valor han sido eliminados”.

Esto significa que los próximos pasos serán críticos, tanto para la industria como para los concesionarios individuales.

“Lo que estamos pensando hacer ahora es dejar estas concesiones sin tocar durante un período entre 30 a 40 años para permitir la regeneración de estas especies primordiales”, dijo Singh. “Estas serían áreas de 2 a 4046 hectáreas (5 a 10 000 acres)”.

Nuevas reglas

Muchas pequeñas y medianas concesiones no pueden satisfacer las nuevas exigencias o los retrocesos económicos y de recursos humanos que trae la restricción del Reino Unido. Rodrigo Aitken, director gerente de uno de los mayores compradores de palo verde de Guyana en el Reino Unido, Aitken y Howard, señala que Guyana es uno de los bosques tropicales mejor gestionados que ha visto. Aitken ha sido activo en tratar de revocar la restricción del Reino Unido.

“Estábamos tratando de presentar informes de auditoría independientes a los del Reino Unido para mostrar cómo Guyana demuestra la sostenibilidad, pero hasta ahora, no están aceptando evidencias”, dijo. “Ni siquiera podemos traer a alguien de la EA a ver lo que sucede porque se considera como soborno”.

Aitken cree que el problema es parcialmente de percepción.

“El problema que tenemos como industria es que cuando alguien en Occidente piensa en la tala tropical, ve una imagen puesta en su cabeza por una ONG medioambiental de los que están despejando el bosque”, dijo. “Eso no es la silvicultura, es agricultura, es la minería. Sin embargo, en lo que respecta a la EA, Guyana no tiene [la certificación adecuada] y, como tal, no aceptará [palo verde] de Guyana”.

Akola Thompson es una periodista independiente actualmente en Guyana, donde escribe “Against the Grain” para la Guyana Chronicle.

Imagen de banner: Concesión de explotación forestal en Kwakwani, Guyana. Foto de Akola Thompson para Mongabay

Referencias:

Esta historia fue publicada por primera vez en la web en inglés el 15 de diciembre de 2016.

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