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Ecuador: ¿Cuáles son las propuestas ambientales de los dos candidatos a la presidencia?

Protesta en Puyo (Pastaza) por desmilitarización de Nankints. Foto: Cortesía Confeniae.

  • ¿Qué candidato acudió al encuentro convocado por el colectivo Yasunidos para poner sobre la mesa temas trascendentales para proteger a la naturaleza?
  • ¿Cuál es la posición del movimiento indígena respecto del próximo gobierno?

Finalmente, y después de tres días de alta tensión, los ecuatorianos saben que habrá balotaje para elegir al nuevo mandatario que permanecerá en el poder por un periodo de cuatro años.  El oficialista Lenín Moreno y el opositor Guillermo Lasso se enfrentarán en las urnas el próximo 2 de abril. El anuncio lo hizo la noche del  miércoles el presidente del Consejo Nacional Electoral, Juan Pablo Pozo, tras un dilatado conteo que empezó la tarde del domingo y que generó suspicacias entre los seguidores de Guillermo Lasso, que estuvieron movilizados en las principales ciudades Quito y Guayaquil; así como entre los partidarios de Lenín Moreno, que celebraron el triunfo anticipadamente y ahora piden un reconteo de votos.  Horas antes, el mismo miércoles, el propio presidente Rafael Correa reconoció que su candidato y vicepresidente durante su primer gobierno “se quedó a medio punto de ganar en primera vuelta”. Al 99,5 % de las actas escrutadas,  Lenín Moreno de Alianza País obtuvo el 39,33 % de los votos válidos, mientras que  Guillermo Lasso de CREO logró el 28,10 de los votos válidos.

Durante la campaña electoral, los ahora finalistas Lenín Moreno y Guillermo Lasso han presentado dos posturas antagónicas. Moreno quiere mantener el tamaño actual del Estado. Se opone a la eliminación de impuestos y ofrece más subsidios. Su oferta es amplia: bonos para ancianos, casas regaladas para los pobres, aumento del bono solidario. Lasso quiere reducir el tamaño del Estado aunque no ha explicado a fondo por dónde comenzará. Ha notariado la eliminación de 14 impuestos y ha ofrecido 1 millón de empleos y créditos para jóvenes emprendedores. Pero ninguno de los dos ha hecho énfasis en sus propuestas ambientales, que sí son mencionadas de forma escueta en sus planes de trabajo.

Lenín Moreno plantea reverdecer al Ecuador, utilizar excedentes petroleros para financiar la conservación e investigación en áreas protegidas de Galápagos y la Amazonía; recuperar 500 000 hectáreas de bosque y destinar $2 000 000 “para manejo de cuencas hidrográficas, descontaminación de ríos y provisión de agua”. Además plantea fortalecer medidas de mitigación del cambio climático y crear una Corte Internacional de Derecho Ambiental. Por su parte, Lasso propone entregar áreas boscosas en concesión a empresas privadas y comunitarias “y así cobrar tasas anuales de uso y tasas por el total de madera extraída bajo planes de manejo sostenible”. Además, propone proteger y recuperar fuentes de agua, implementar planes de contingencia en campos petroleros donde haya pueblos indígenas en aislamiento; y dar paso a la consulta previa, libre y vinculante a comunidades donde se desarrollen proyectos extractivos.

Colectivo midió el compromiso ambiental de los presidenciables

Campo Tiputini, inaugurado oficialmente el miércoles 7 de septiembre. Yasuní. Foto de la cuenta oficial de Twitter del Ministerio de Hidrocarburos de Ecuador

Para que los temas ambientales trascendentales no sean pasados por alto en la campaña electoral,  la organización Yasunidos impulsó: “7 puntos para yasunizar el debate 2017”, que consistió en abordar a cada uno de los candidatos presidenciales para que tomen posición respecto de siete propuestas en defensa de la naturaleza y de las personas que habitan en los territorios biodiversos. Los planteamientos del colectivo fueron: frenar la frontera extractivista en el país, comenzando con las operaciones petroleras que se realizan en el Bloque ITT del Parque Nacional Yasuní; promover consultas previas y vinculantes para que las comunidades participen de decisiones que afectan a sus territorios; parar la criminalización de campesinos, indígenas y activistas durante manifestaciones en defensa de la naturaleza y dar amnistía a los que se encuentran judicializados; detener las actividades petroleras y extractivas en territorios donde habitan los pueblos indígenas en aislamiento voluntario; garantizar los derechos de los animales; respetar la prohibición constitucional de ingreso de semillas transgénicas al Ecuador; y proteger los bosques, reducir la deforestación e impulsar medidas de mitigación del cambio climático.

Seis de los ocho postulantes a la presidencia en primera vuelta aceptaron reunirse con Yasunidos, incluido Guillermo Lasso. Mientras que entre los ausentes estuvo Lenín Moreno, quien no acudió a ninguna de las tres convocatorias que le hizo la agrupación. El primer encuentro, que debía realizarse en noviembre del año anterior, fue confirmado por su equipo de trabajo e incluso acudió su equipo de seguridad a una inspección previa en el lugar de la reunión, según explica el integrante de la agrupación Benito Bonilla en diálogo con Mongabay Latam, pero finalmente Moreno desistió. Luego fue convocado de manera pública en dos nuevas ocasiones, sin que esas invitaciones hayan tenido ningún eco en el presidenciable. “Asumir compromisos ambientales con cualquier tipo de colectivo podría significar una fisura con actores del gobierno que llevan adelante las políticas extractivistas”, sostiene Bonilla y añade que Lenín Moreno no tiene una agenda ambiental y sus propuestas son superficiales. “No puedes decir: vamos a proteger las fuentes de agua si no te refieres a los dirigentes indígenas que han sido criminalizados por oponerse a la minería. Te estás quedando solo en el enunciado y no estás llegando al fondo”, apunta.

Candidato oficialista Lenín moreno. Foto de Agencia de Noticias Andes bajo licencia Creative Commons en Flickr.

Benito Bonilla habla también de Guillermo Lasso, quien sí acudió al encuentro con el colectivo e hizo compromisos respecto a cinco de los siete puntos planteados, según recoge Yasunidos. Entre otras cosas, el candidato de la oposición y propietario de uno de los principales bancos del país, dijo que de llegar al gobierno trasparentará los procesos de explotación petrolera que se llevan en el Parque Nacional Yasuní; impulsará investigaciones para entender la realidad de los pueblos ocultos con el fin de garantizar su conservación; impulsará amnistía a favor de defensores de la naturaleza y los DDHH y derogará el Decreto 16 (que limita la creación y funcionamiento de organizaciones civiles); y cumplirá con la consulta vinculante, libre e informada, previo al desarrollo de proyectos mineros y petroleros. “Es un paso adelante hacia el respeto a la autodeterminación de los pueblos”, destaca Bonilla, aunque comenta que no hubo un compromiso claro en el mantenimiento de la prohibición de semillas transgénicas.  Además, tampoco hubo el compromiso de la revisión de los grandes proyectos de explotación de cobre a cielo abierto que se desarrollan en la Amazonía. “Es una contradicción que un candidato se comprometa a dar amnistía a dirigentes que han resistido a la explotación minera por ejemplo en Nankints (comunidad shuar que fue desalojada en Morona Santiago), y no asumir que esa criminalización se deriva del desarrollo de actividades mineras en esa misma zona”.  Bonilla asegura que Yasunidos hará un seguimiento a las promesas de Lasso en caso de llegar a la presidencia y que su tendencia liberal y conservadora no es un condicionante y que ha asumido más compromisos que el candidato de la revolución ciudadana. “No significa que las organizaciones hayan perdido su derecho para exigir que el gobernante cumpla con ese mandato y ese compromiso. Se debe velar porque los candidatos respondan a los compromisos que han asumido más allá de su posición ideológica”.

Encuentro del candidato Guillermo Lasso con el colectivo Yasunidos. Foto cortesía de Benito Bonilla.

El integrante de Yasunidos dice que con los encuentros con el resto de aspirantes a la presidencia, esperan tener una repercusión a nivel legislativo. “Los demás candidatos (que no llegaron al balotaje) tienen sus bloques parlamentarios y esos bloques parlamentarios deben asumir también los compromisos que sus candidatos asumieron y ejercerlo durante su mandato en la asamblea”, apunta y añade que con su campaña “7 puntos para yasunizar el debate 2017”, llegaron a alrededor de 2 000 000 de personas en sus redes sociales. Finalmente Bonilla se refiere a la propuesta del partido oficialista Alianza País (AP) de impulsar la creación de una Corte Penal Internacional. Dice que el tema no es nuevo y que se viene discutiendo desde que se incluyeron en la Constitución del Ecuador los derechos de la naturaleza, y que “es una buena idea en la medida de que los estados que la proponen, en este caso Ecuador, sean los primeros en respetar esos derechos, y eso ha sido una falencia evidente en el país”.

Pero no todos los ecologistas consultados por Mongabay Latam tienen expectativas de que la situación mejore. Y ofrecimientos de Lasso como el de prohibir la explotación minera sobre los 2800 ms.n.m. para conservar y proteger fuentes de agua, no terminan de convencer a Francisco Hurtado del colectivo Minga Urbana. “Si bien podría ser positivo que se prohíba la minería en páramos, como lo ha hecho Colombia, eso no garantiza que no se vaya a profundizar en minería en otros territorios”, asegura Hurtado, cuya agrupación trabaja con las comunidades en posición antiminera en lugares como Zamora y Morona Santiago, provincias amazónicas donde se desarrollan proyectos mineros de alto impacto y cuyos territorios ─que son considerados ancestrales por las organizaciones indígenas─, no quedarían protegidos con la propuesta de Lasso. Hurtado está preocupado por la postura ideológica de Lasso y sostiene que probablemente que el país volvería a la corriente neoliberal de los gobiernos de los años 90. “Los pocos controles que ha puesto este gobierno a las empresas probablemente desaparecerían en una ley que podría ser de carácter mucho más permisiva y liberal que produzca un impulso aún más fuerte a las empresas. No nos parece que haya una posibilidad de mejoría en relación con los procesos de resistencia sino todo lo contrario, una posibilidad de que la minería se intensifique aún más, que los mecanismos de represión puedan afectar aún más”, señala y agrega que para hacer frente a lo que se viene debería haber un involucramiento  de las personas que viven en las grandes ciudades, que se solidaricen con los procesos de resistencia de los pueblos y que contribuyan a fortalecer los sistemas productivos agrícolas.

Desalojo a comunidad shuar de Nankints, en la provincia amazónica de Morona Santiago. Foto de Raúl Ankuash

 

Indígenas apuntan a fortalecer bases sociales

Jorge Herrera, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), también es escéptico sobre el nuevo gobierno. Asegura que si llega a la presidencia el candidato del oficialismo Lenín Moreno, “no hay un análisis, sino una conclusión, de que será la continuidad de la forma como viene administrando el régimen saliente del presidente Correa…  No habría ninguna posibilidad alternativa a que se pare la explotación minera”, comenta, y añade que la tensión situación en la provincia de Morona Santiago, que hasta mediados de febrero estuvo bajo estado de excepción por incidentes en las comunidades aledañas al proyecto cuprífero Panantza-San Carlos, se mantendría. “Continuarán despojando poblaciones ancestrales, militarizando territorios”, dice. Aunque tampoco en el caso del candidato del partido CREO Guillermo Lasso ─quien ha asumido ciertos compromisos ambientales─ se anima a hacer conjeturas. “Los gobernantes lo que han hecho como discurso para ganar votos es ofrecer todo lo que el pueblo aspira y eso pasó con el presidente Correa. Él se comprometió con el Ecuador a una transformación política económica que dé  tranquilidad y estabilidad en el marco de la construcción de un estado plurinacional e intercultural, pero finalmente terminó siendo servil a un sistema capitalista, tomó políticas neoliberales, entonces la ciudadanía tiene desconfianza y por lo tanto vemos fundamental fortalecer las bases sociales, las estructuras milenarias que permitan respecto a la naturaleza y buscar un alternativa”, apunta Herrera.

Aun así, Herrera asegura en diálogo con Mongabay Latam que el movimiento indígena no pierde la esperanza de que en un próximo gobierno “se pueda llegar a acuerdos importantes y que se busque una gobernabilidad con participación de los actores sociales, políticos y organizativos del Ecuador”. Finalmente sostiene que el país necesita de un debate amplio que busque soluciones, “porque no se trata solamente de decir: ‘No a la explotación minera, no a la explotación petrolera’, sino también de buscar alternativas concretas que permitan dar una respuesta económica a todos los ecuatorianos”.

 

[Portada:Protesta en Puyo (Pastaza) por desmilitarización de Nankints. Foto: Cortesía Confeniae. / Archivo]


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