- El comercio de animales exóticos es una industria multimillonaria de la que EE.UU. encabeza la lista de importadores mundiales. Aunque el gobierno estadounidense se mantiene alerta ante las enfermedades más conocidas transmitidas por animales, no hay ningún tipo de supervisión obligatoria para la mayoría de animales que entran al país a través de los puertos para ser distribuidos de forma comercial.
- Las importaciones de animales vivos podrían llevar nuevas enfermedades a los EE.UU. e infectar a las especies endémicas de vida silvestre con consecuencias tan devastadoras como, por ejemplo, la que se vio con la exposición de anfibios de todo el mundo al hongo quítrido, que tuvo como consecuencia el declive de más de 200 especies.
- Elizabeth Daut utiliza su formación como veterinaria y su extensa experiencia con la vida silvestre para crear un modelo informático que evalúe el riesgo de importar enfermedades infecciosas a los Estados Unidos a través del comercio de animales exóticos.
- Las predicciones producidas con su modelo podrían ayudar a priorizar qué especies y países exportadores podrían requerir atención especial en los puertos de entrada. Con una mayor comprensión de los riesgos de enfermedad, las agencias del gobierno podrían mejorar la vigilancia y desarrollar mejores planes de prevención de enfermedades.
El comercio legal de animales exóticos es un negocio en auge que envía peces ornamentales, mamíferos, aves, reptiles y anfibios a todo el mundo. Esas mascotas, ganado y otros animales podrían transportar enfermedades infecciosas inesperadas de sus países de origen. Si estas especies no nativas escapan o se liberan en la naturaleza, pueden crear epidemias entre las especies endémicas de vida silvestre.
Cuatro agencias estadounidenses supervisan las importaciones de animales vivos, pero en la actualidad no hay ninguna revisión sistemática para detectar enfermedades en la mayoría de importaciones de animales vivos. La mayor parte de los animales que se procesan a través de puertos estadounidenses para la industria de las mascotas están bajo el control del Servicio de Pesca y Vida Silvestre (US Fish and Wildlife Service), que no tiene autoridad para llevar a cabo inspecciones sanitarias. Las importaciones de ganado suelen estar reguladas por el Servicio de Inspección de Salud Animal y Sanidad Vegetal (APHIS por sus siglas en inglés), con la supervisión del Servicio de aduanas y protección de fronteras de Departamento de Seguridad Nacional. Las especies conocidas por transmitir ciertas enfermedades (la rabia en los perros o la tuberculosis en los monos, por ejemplo) las controlan los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades.
Según un informe de 2010 de la Oficina de Responsabilidad del Gobierno de EE.UU., la falta de colaboración entre agencias crea vacíos en la supervisión de la sanidad que podrían exponer a las enfermedades a la vida silvestre nativa y las personas. Esos riesgos tienen el potencial de ser enormes. Una sola enfermedad fúngica, la quítrida, por ejemplo, devastó más de 200 especies de anfibios en el mundo.
Un patógeno relacionado, el Batrachochytrium salamandrivorans, que originó con el comercio de salamandra asiática, causó estragos en las poblaciones nativas de Holanda y Bélgica. Los expertos temen que, si este hongo gana terreno en Estados Unidos —un punto clave de biodiversidad de salamandras—, toda una especie podría ser eliminada.
“Se ha centrado mucha atención en los riesgos de las enfermedades de la vida silvestre para la salud humana”, afirma la veterinaria Elizabeth Daut. “Aunque, obviamente, eso sea importante, nadie habla en realidad de los riesgos que esas importaciones exóticas suponen para la vida silvestre”.
Daut profundiza en la dinámica y las consecuencias de la propagación de enfermedades infecciosas a causa del comercio de mascotas exóticas a través de un proyecto de posdoctorado con el Centro Nacional de Síntesis Socioambiental de la Universidad de Maryland.
Utiliza la metodología del Departamento de Agricultura de EE.UU. como parte de la base de su modelo —la agencia inspecciona plantas de otros países rutinariamente y también ayuda a mejorar las prácticas de vivero en naciones en riesgo de exportar patógenos. Daut está desarrollando un algoritmo informático para predecir qué países sufren el mayor riesgo de exportar enfermedades infecciosas a través de aves, peces, anfibios, reptiles y mamíferos.
Mongabay: ¿Cómo la llevó la medicina de la vida silvestre a crear un modelo de riesgo de enfermedades del comercio de mascotas?
Daut: La fundación de este trabajo llegó de experiencias anteriores sobre el terreno en Ecuador, donde pasé diez años que empezaron con el Cuerpo de Paz justo después de graduarme en veterinaria en la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad de Cornell en Nueva York. Establecí una ONG para mejorar el bienestar animal y combatir el comercio ilegal de vida silvestre, y me convertí en inspectora honoraria del Ministerio de Medioambiente de Ecuador.
Supe que quería trabajar con temas relacionados con el comercio de vida silvestre cuando volví a Estados Unidos para mis estudios de doctorado en el Programa de Ciencia de la Biodiversidad Aplicada en la Universidad A&M de Texas. Realicé la investigación para mi proyecto en Perú, observando el papel del comercio en la propagación de enfermedades infecciosas en el país, específicamente cuando se devolvía a los animales a poblaciones nativas de vida silvestre.
En Perú, cuando las autoridades confiscan animales de comercio ilegal, no suelen tener las instalaciones ni la experiencia para ocuparse de ellos. Los centros de rehabilitación y zoos están llenos, así que estos animales, ya estresados por ser capturados y trasladados a mercados donde todo tipo de criaturas están juntas en condiciones higiénicas pésimas, se devuelven a la naturaleza sin una revisión sanitaria. Publiqué un artículo que ofrecía un modelo de qué podía pasar [en cuanto a la propagación de enfermedades] en el comercio de loros específicamente.
Mucha atención ya se dirige a las enfermedades zoonóticas emergentes, que pueden trasmitirse de animales a humanos. Ahora me centro en evaluar el riesgo de las enfermedades infecciosas importadas con las mascotas exóticas para animales endémicos.
Mongabay: ¿Cómo creó el modelo para el estudio?
Daut: Al intentar hacer predicciones sobre qué países tienen más probabilidad de exportar un animal infectado, empecé con datos de importaciones del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos (USFWS) para animales silvestres y exóticos de los años 1999 a 2015. En esos 17 años, la mayor parte del mundo, 223 países y territorios, enviaron animales a Estados Unidos al menos una vez.
La información del USFWS incluye cada especie de animal [exótico], la cantidad de animales, de dónde provienen y el puerto de entrada. A excepción de los peces, que se suelen marcar de forma genérica como de agua dulce o marinos, hay buenos datos hasta el nivel de especie, así que cree dos modelos: una versión terrestre y una acuática.
Aunque no tenemos información sobre enfermedades en los animales exóticos, sí que conocemos las 118 enfermedades de notificación obligatorias a la Organización Mundial para la Salud Animal (OIE). Entre esas enfermedades se incluyen la gripe aviar, la fiebre del Nilo occidental y la infección Batrachochytrium dendrobatidis. Utilicé los datos de enfermedades de la OIE como valor aproximado y supuse que los factores que influyen en las enfermedades en animales de granja son más o menos los mismos para los animales exóticos.
Luego incluí en el algoritmo unos 60 factores socioeconómicos, demográficos y ecológicos que podían influir en la capacidad de un país de responder al brote de una enfermedad, como el número de veterinarios en el país, indicadores del Banco Mundial como el PIB, y factores como el porcentaje de superficie boscosa que podía influir en la exposición a patógenos infecciosos. También tuve en cuenta las precipitaciones anuales y otros factores ecológicos que podían facilitar la propagación de una enfermedad infecciosa.
El primer paso era crear una lista de países exportadores con el número previsto más alto de brotes enfermedades de notificación obligatoria para la OIE para animales terrestres.
Entonces utilizamos un modelo de simulación para calcular la distribución de enfermedades para animales exóticos que se exportaban de esos países. Aunque el modelo no predice la propagación de enfermedades específicas, evalúa el riesgo de un patógeno infeccioso genérico.
El modelo de los peces, que estamos acabando ahora, es mucho más simplista. Tienes que conocer la especie animal para relacionarla con enfermedades.
Después, tengo que revisar los números otra vez para ver si las predicciones tienen sentido. Una gran limitación de este estudio es que las enfermedades de notificación obligatoria de la OIE se autodeclaran.
Mongabay: ¿Qué sucede una vez que se genera la lista de países?
Daut: Una vez tenemos un marco que predice qué países deberían presentar el riesgo más elevado, tenemos que probar los resultados.
En primer lugar, podríamos llevar a cabo revisiones sanitarias en individuos importados de países para los que se prevé un riesgo alto y países para los que se prevé un riesgo bajo y comparar los resultados diagnósticos. Si nuestras predicciones son correctas deberíamos ver más patógenos infecciosos en animales importados de países de alto riesgo.
Después, sería útil identificar las especies con alta probabilidad de albergar patógenos infecciosos, particularmente los que podrían propagarse. Para eso, podríamos utilizar un tipo diferente de modelo basado en las características biológicas de los animales importados y sus patógenos infecciosos potenciales. Después podríamos comprobar nuestras predicciones de forma similar y recolectar muestras para realizar pruebas diagnósticas de sujetos que se han previsto como especies de riesgo alto o bajo en los puertos de entrada.
Una vez que identifiquemos los países y especies de alto riesgo, podemos empezar a evaluar qué tipo de procedimientos de mitigación podrían ser los más efectivos. Otros países, como Australia, tienen unas regulaciones bastante estrictas para las importaciones que incluyen cuarentenas, inspecciones de animales vivos y pruebas diagnósticas.
Los hechos observados muestran que las regulaciones de importación estrictas podrían mejorar las prácticas de cría en los países exportadores. No queremos interferir con el comercio económico pero tenemos que equilibrarlo con los riesgos sanitarios, y particularmente [los riesgos] para la vida silvestre nativa.
Más información sobre el tema:
Daut EF, Lahodny G Jr, Peterson MJ, Ivanek R. Interacting Effects of Newcastle Disease Transmission and Illegal Trade on a Wild Population of White-Winged Parakeets in Peru: A Modeling Approach. PLoS ONE (Jan 2016) Vol. 11
GAO. LIVE ANIMAL IMPORTS, Agencies Need Better Collaboration to Reduce the Risk of Animal-Related Diseases. GAO-11-9 (Washington, D.C.: Nov. 8, 2010).
Kolby JE. (2014) Presence of the amphibian chytrid fungus Batrachochytrium dendrobatidis in native amphibians exported from Madagascar. PLoS One. Vol. 9.
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