- Más del 93 % de la población analizada en la comunidad de Boca Amigo tiene alta exposición al mercurio
- En cambio, en la comunidad no minera el afectado es sola una persona
Un nuevo estudio de la Universidad de Michigan (EE.UU.) ha comprobado que las comunidades nativas de la región amazónica de Madre de Dios que practican la minería artesanal y la pequeña minería tienen presencia más alta de mercurio en sus cuerpos que las comunidades nativas no mineras.
En el estudio, titulado “Niveles de mercurio en cabello humano y peces de granja cerca de la minería artesanal y pequeña minería en la cuenca del río Madre de Dios, Perú”, se señala que el análisis se llevó a cabo en cuatro comunidades nativas de Madre de Dios: tres vinculadas con la minería de manera artesanal y a pequeña escala como Bajo Madre de Dios (distrito de Tambopata), Mazuco (distrito de Inambari) y Boca Amigo (distrito de Madre de Dios); y una que no está relacionada con la minería, Pilcopata (distrito de Kosñipata), localizada en el límite entre las regiones Cusco y Madre de Dios, en la zona de amortiguamiento del Parque Nacional del Manu.
El estudio de la Universidad de Michigan cita información del Reporte Global en Minería Artesanal y de Pequeña Escala para definir el tipo de minería que se practica en las comunidades nativas, es decir, el objeto de estudio en la investigación. “La minería de oro artesanal y en pequeña escala (ASGM por su sigla en inglés) es un término ampliamente utilizado para describir la minería de oro por individuos, familias o grupos con mecanización mínima, a menudo en el sector informal o ilegal del mercado”, se describe.
“Recolectamos muestras de cabello de 80 personas de cuatro comunidades nativas (una comunidad no minera y otras que practican la minería de oro). Además, recogimos 111 muestras de peces en 24 granjas acuíferas de la región. Hubo dos hallazgos importantes: el primero es que las comunidades nativas mineras tuvieron niveles estadísticamente significativamente más altos de mercurio en el cabello que las comunidades no mineras. En el caso de los peces analizados, los peces de Madre de Dios no tenían niveles de mercurio más altos que los del sitio de control, Iberia (localidad ubicada en el distrito del mismo nombre)”, explica a Mongabay Latam Aubrey L. Langeland, investigadora principal de la Escuela de Recursos Naturales y Ambiente de la Universidad de Michigan, quien encabezó el estudio científico.
El nivel permitido de mercurio solo en el cabello humano, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), es de 2.2 μg/g.
En el caso de mercurio en peces criados en granjas, se comparó el nivel hallado con el criterio permitido según la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos, 0.3 μg Hg/g (peso mojado).
El pez estudiado fue el pacú blanco (Piaractus brachypomus), también conocido como cachama blanca o pez chato, de acuerdo a la descripción del método de análisis en la investigación. “Nuestros peces estudiados tenían entre 4 a 8 meses de edad, que está por debajo de la edad de la cosecha típica. Los peces pueden tener mayores concentraciones de mercurio cuando tienen 1 año de edad, la edad usual en la cosecha o consumo”, agrega Langeland.
Cifras alarmantes
De las 80 personas analizadas para el estudio (39 hombres y 41 mujeres), 36 tienen un alto nivel de presencia de mercurio en sus cabellos, es decir, un 45 % de personas alcanza supera el nivel de 2.2 μg/g. Incluso en el caso de la comunidad de Boca Amigo se alcanza el nivel de 4.5 μg/g, de acuerdo a la investigación. De las cuatro comunidades nativas estudiadas, Boca Amigo además de tener el nivel más alto de mercurio en cabello, es la que tiene una población más expuesta al mercurio.
“Dentro de las comunidades nativas mineras, la concentración de mercurio total del cabello con frecuencia excedía el nivel de referencia. De las 17 personas a las que se tomaron muestras en Boca Amigo, 15 (93.8 %) tenían niveles de mercurio en el cabello por encima del nivel de referencia (casi todos). Estar sobre el nivel de referencia no implica que la gente se enferme de mercurio, pero sugiere que están más expuestos de lo permitido”, explica Langeland.
En Bajo Madre de Dios un 66.7 % (14 personas de un total de 21) tiene más mercurio de lo permitido en su cabello, mientras que en Mazuco, un 30 % (6 personas de un total de 20) de su población tiene una alta presencia de mercurio en sus cuerpos. Pilcopata es la comunidad con más bajo nivel de mercurio. Un 4.4 % de su gente (es decir, una persona de 23) tiene alto porcentaje de mercurio en su organismo.
Para Víctor Zambrano, presidente del Comité de Gestión de la Reserva Nacional Tambopata y conservacionista por largos años en Madre de Dios, Pilcopata tiene una escasa población por encima del nivel de mercurio permitido debido a su posición geográfica. “Pilcopata tiene una baja exposición al mercurio usado en la minería e oro porque se encuentra en la zona de amortiguamiento del Parque Nacional del Manu y se ve más protegida naturalmente. El Manu es una zona alejada de actividades productivas por eso se encuentra menos afectada. Las demás zonas no disfrutan de esa posición beneficiosa y están más cercanas a la cuenca del río Madre de Dios donde se desarrolla la minería ilegal”, dice a Mongabay Latam.
Víctor Zambrano, quien ganó el premio National Geographic de Liderazgo en Conservación 2016 por su labor de conservación y reforestación de bosques en Madre de Dios, añade: “Es un tema complicado el de la participación de comunidades nativas en la minería de oro, pero nadie puede negar esa realidad. Es por una cuestión de pobreza. No tienen una oportunidad de desarrollo a través de un trabajo que respete el medio ambiente, así como su salud”.
El sociólogo Lenin Valencia, investigador de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), señala que además del estado de pobreza de la población indígena en la región, está la promoción de una minería descontrolada y la ausencia del Estado.
“El Estado ha promovido la minería en la región Madre de Dios desde las décadas de 1960 y 1970. Esto es una política extractiva que no ha respetado el estilo de vida indígena. Así se atrajo a cientos de migrantes que practicaron la minería ilegal e invadían territorio indígena. Con todo eso, las comunidades nativas terminaron por aliarse con ello porque no había otra solución. En década pasadas hubo enfrentamientos entre ambos bandos. Sin embargo, como toda actividad extractiva, en algún momento el oro se acabará. La gran pregunta que debemos hacernos es, ¿qué pasará en ese momento?”, dice a Mongabay Latam.
Daños a largo plazo
Aubrey Langeland indica que, si bien no se puede hablar de enfermedades actuales producidas por la exposición al mercurio hasta el momento, sí se pueden detallar los efectos a futuro porque los daños tardan en manifestarse. “Los efectos del mercurio no siempre son evidentes en una población. Toman tiempo para desarrollarse y presentarse. La exposición al mercurio en una población típicamente produce efectos crónicos en la salud (es decir, efectos que ocurren después de exposiciones a largo plazo a niveles bajos o moderados) en lugar de efectos agudos (es decir, efectos que ocurren después de exposiciones cortas a niveles altos)”, detalla.
Población más afectada
Aubrey Langeland detalla cómo la población indígena que practica la minería artesanal y la pequeña minería sufrirá las consecuencias de la exposición al mercurio. “Para los adultos y los niños, los efectos sobre la salud del mercurio dependen de la dosis y la fuente de mercurio. Con la minería informal e ilegal, una de las formas más peligrosas de exposición al mercurio se produce cuando se quema la amalgama de mercurio, exponiendo a personas cercanas a vapores de mercurio que pueden ser inhalados. Los casos más graves de intoxicación por mercurio pueden producir temblores, complicaciones respiratorias, cambios en el estado de ánimo, insomnio, cambios neuromusculares, dolores de cabeza y un pobre rendimiento mental. Sin embargo, estos síntomas agudos toman años de exposición”, indica.
La investigadora también precisa que embarazadas, niños y mujeres en edad fértil son los más afectados por la exposición al mercurio. “Esto se debe a que el mercurio es una neurotoxina y puede afectar negativamente el desarrollo del cerebro y los sistemas nerviosos, y puede afectar capacidades como la memoria, el lenguaje, las habilidades motoras, la atención y el pensamiento cognitivo en los niños. Las mujeres que no están embarazadas pero que pueden quedar embarazadas en el futuro también son motivo de preocupación ya que el mercurio se almacena en el cuerpo humano y puede pasar de madre a hijo durante el embarazo”, advierte.
¿Cómo está atendiendo el Estado el problema del mercurio?
Víctor Zambrano, quien trabaja en contacto con el gobierno y comunidades indígenas, dice que no hay avance alguno que se observe en materia de salud de la población expuesta al mercurio de la minería ilegal e informal de oro. En mayo del 2016 el gobierno declaró en Estado de Emergencia a la región Madre de Dios para atender el problema de exposición de cerca de 50 000 personas al metal tóxico.
“El Estado de Emergencia se ordenó dos meses antes que terminara el gobierno de Ollanta Humala, pero al margen de hacer unos hospitales de campaña, no se hizo nada más. Esto es triste. Supuestamente se iba a continuar con la labor de interdicción (destrucción de campamentos mineros ilegales), la formalización de mineros informales, además de la remediación ambiental. El gobierno actual no ha hecho nada”, sostiene.
Mongabay Latam se comunicó con el Ministerio de Salud para recabar su versión sobre el plan de atención de la población expuesta al mercurio en Madre de Dios, pero al cierre de este artículo no hubo respuesta
Aubrey Langeland recomienda que se realice una restricción de la importación de mercurio usado en la pequeña minería, se modifiquen las prácticas mineras que hagan daño, se promueva campañas de educación pública, se aumente el perfeccionamiento del proceso de formalización y se creen programas sostenibles de oro y la remediación ambiental.
“El gobierno puede comprometerse a comenzar a abordar el problema. Sin embargo, las cuestiones subyacentes (desempleo, desplazamiento de los pueblos) deberán abordarse para ofrecer alternativas. Quizás una de las cosas más importantes que el gobierno puede hacer es apoyar y hacer cumplir los derechos de los pueblos indígenas, ya que sus tierras a menudo están sujetas a actividades mineras no deseadas. Del mismo modo, la aplicación y protección de los límites de los parques nacionales ayudará a proteger esas áreas importantes. También existe la responsabilidad de la comunidad internacional de comprar recursos de oro de origen responsable”, finaliza.
Foto de portada: Agencia Andina.