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De la criósfera a la blogosfera: entusiastas ciudadanos que monitorean el deshielo ártico

  • La extensión de hielo ártico ha caído en picado desde 2007, sobrepasando por mucho a los 18 modelos informáticos que preveían un descenso mucho más lento y que no aceleraría hasta 2050.
  • Como resultado de estos sorprendentes acontecimientos anuales, un grupo de blogueros especializados intentan analizar qué está ocurriendo realmente en el Ártico. Dirigidos por Never Curlin (conocido como Neven Acropolis en la web), el Arctic Sea and Ice Blog y su foro son ciencia ciudadana en su mejor versión.
  • Aproximadamente 1250 blogueros se reúnen anualmente en línea para estudiar todas las pruebas estacionales contradictorias del Ártico y crear una predicción sobre el destino del hielo en Septiembre. ¿Se reducirá la extensión de hielo marino hasta un nuevo récord, impactando el clima mundial?
Investigadores de la misión marítima de la NASA, ICESCAPE, recopilan información sobre la banquisa en el mar de Beaufort. Foto de Kathryn Hansen/NASA

Para algunos, ver hielo derretirse —cada témpano disolviéndose lentamente en el océano Ártico— puede parecer el equivalente frío de ver la pintura secarse. Pero para los 1250 entusiastas que se reúnen en el ciberespacio en el Arctic Sea Ice Blog y el Arctic Sea Ice Forum cada primavera y verano para intercambiar fotografías satelitales, información científica, gráficos diseñados cuidadosamente y opiniones expresadas con vehemencia puede ser tan fascinante como ver los penales en una final del mundo.

Una muestra: “J*DER: Imagen procesada de la reversión de la triangulación de Fournier del hielo del mar Lincoln revela un sustrato de más zonas de aguas abiertas y regiones costeras hechas de hielo pulverizado que se dirigen a Nares y Fram [estrechos]”, escribía VeliAlbertKallio el 6 de junio en el foro de la estación de deshielo de 2017, que, en aquel momento, se alargaba unas largas 44 páginas.

El usuario jdallen seguía: “Me parece sorprendente que el hielo con todas las zonas de aguas abiertas grandes se esté desintegrando en lo que casi parecen largos canales, de 10-20 km de ancho llenos de aguanieve que se adentran en el bloque central, Si todo eso se desintegra en témpanos bajo 100 metros, se presagia un rápido deshielo de esos canales que aumentaría exponencialmente la inestabilidad”.

Así sigue la conversación en el foro, con una mayoría de aficionados al hielo y científicos ciudadanos, además de algunos investigadores árticos con experiencia, que opinan con análisis llenos de jerga y anacronismos incomprensibles para los novatos. Todos discuten y aportan pruebas sobre si el 2017 será un nuevo año récord de extensión mínima del hielo Ártico o no.

De vez en cuando, su respetado líder, el administrador y fundador del blog y foro del hielo ártico, Neven Curlin —conocido como Neven Acropolis en la web, o solo “Neven”— participa con sus propias novedades y pide a quienes ofrecen las previsiones más estrafalarias que se moderen.

Captura de pantalla del blog de Neven, Arctic Sea Ice Blog, en mayo de 2017 cuando empezó la estación de deshielo de este año. El sitio atrae a 1250 entusiastas que se reúnen en la web para ver como el casquete ártico se derrite cada año. Imagen cortesía del Arctic Ice Blog

Neven advierte a los novatos que predecir el deshielo es muy difícil y que las cosas no siempre son malas tan como parecen: “He estado en contacto con David Schroeder y me ha confirmado (o más bien su modelo [ha confirmado]) que este año (de nuevo) hay menos formación de estanques de fusión que en años con mínimos históricos”, escribió el 12 de junio.

Si hay menos estanques de fusión al principio de la temporada, según Schroeder, podría haber menos deshielo extremo en septiembre.

Siguiendo el hielo

La estación de deshielo del Ártico suele empezar en mayo y, a lo largo del verano, aumenta su intensidad hasta el día —hasta ahora, siempre en septiembre— en que se alcanza el mínimo de hielo en el Ártico, que marca la extensión más pequeña de casquete glaciar ese año.

Desde 2007, los mínimos de hielo ártico han caído drásticamente, y ahora el hielo se reduce a un ritmo de 13,3 % por década, relativo a la media de 1981 a 2010. Según Arctic Sea Ice News, el mínimo de hielo del año pasado fue casi un empate técnico con el segundo mínimo histórico, de 2007, cuando el hielo ártico cubría solo 1,60 millones de millas cuadradas (4155 kilómetros cuadrados) en septiembre. La extensión mínima de hielo registrada hasta la fecha llegó en 2012 cuando la extensión (normalmente definida como área del océano dónde un 15 por ciento o más es hielo flotante) cayó hasta 1,31 millones de millas cuadradas (3387 kilómetros cuadrados).

Karen Frey y Luke Trusel de la Universidad de Clark trabajando en medio del hielo marino en el mar de Chukchi el 4 de julio de 2010. Colocaron un instrumento para medir las propiedades ópticas de los estanques de fusión. La investigación es parte de la misión ICESCAPE de la NASA para tomar muestras de las características físicas, químicas y biológicas del océano y el hielo marino. Foto de Kathryn Hansen/NASA
El récord a batir. El mínimo de septiembre de 2012 fue el más bajo desde que se empezó a registrar el hielo ártico. Los científicos tienen la teoría de que la pérdida de hielo en verano y la apertura del océano Ártico, que absorbe más energía solar, están calentando el Extremo Norte a un ritmo alarmante y en aumento. Imagen cortesía de la universidad de Bremen

Ese es, en parte, el motivo por el que hay tantos nervios sobre qué pasará este verano —¿seguirá la espiral de descenso del hielo marino? ¿O habrá una recuperación?

En marzo, la máxima extensión de hielo ártico del invierno marcó un récord mínimo por tercer año consecutivo, lo cual significa que el ártico ya empezaba con menos hielo esta primavera. Además, los usuarios de la web han mencionado una cualidad extraña y preocupante en el hielo de este año. En el pasado, el Ártico estaba creado por hielo grueso que se había acumulado con los años. El hielo de este año es fino y está muy fracturado, lo que según los blogueros, podría hacer que el satélite dé unas mediciones mucho más positivas que la realidad —una cuestión de calidad, no de cantidad.

El argumento es que un embate por arriba y abajo de unas temperaturas más calientes en el océano Ártico más caliente y la atmósfera este año podrían causar este mosaico de hielo fracturado que se derretiría en septiembre, o podrían llegar tormentas de verano, como el pasado, y hacer añicos ese hielo débil.

Sin embargo, algunos expertos piensan de otra forma, que podríamos estar en camino hacia una extensión de hielo más grande de lo habitual para septiembre. La falta de estanques de fusión en junio —observados siempre que habido años récord anteriormente— es un indicador al que apuntan científicos como Schroeder.

Aunque algunos blogueros responden enérgicamente que quizás la escasez de estanques de fusión este año se deba a que el hielo está demasiado fracturado para aguantar agua.

Los blogueros con más experiencia han aprendido a base de errores que predecir el deshielo del Ártico de forma exacta —con nuevos patrones climáticos y fenómenos cada día— es más difícil que acertar la quiniela, la lotería y el euromillón a la vez. (Aunque eso no les impide hacer sus apuestas: en 2011 el bloguero Rob hizo una puesta de 10 000 dólares con el bloguero William Connolley.)

Si te sientes seguro de que sabes qué va a pasar, es que eres nuevo en el blog del hielo de Neven.

El nacimiento de una obsesión

Hace 12 años, Neven Curlin, traductor holandés que vivía en Austria, desarrolló un interés por el calentamiento global leyendo de blog en blog. Cuando se estableció el primer récord importante de extensión de hielo en 2017, sorprendiendo a científicos, él empezó a ahondar en el tema, pasaba horas debatiendo en línea los acontecimientos del Ártico.

En junio de 2010, la mitad de la estación de deshielo, decidió publicar su propio blog —una cuenta modesta en typepad que ha cambiado muy poco su apariencia desde su creación. “Quería hacer algo porque me parecía que el hielo marino es un tema muy importante”, afirma.

Los estanques de fusión y los témpanos son un rompecabezas complicado para los científicos. Comprender la compleja mezcla de dinámicas del hielo, temperaturas del aire y el agua, corrientes oceánicas, absorción solar, enfriamiento de las nubes, tormentas y otros factores han hecho que moldear y predecir condiciones futuras para el Ártico sea algo muy complicado. Foto cortesía del Dr. Pablo Clemente-Colón, científico líder del National Ice Center
Aunque nadie sabe si se establecerá un nuevo récord mínimo en septiembre, la espiral de muerte del Ártico, como la llaman algunos, no muestra signos de retirada. Esta tabla, que ilustra la media de volumen de los meses de septiembre por década y año de 1980 a 2016, demuestra claramente el descenso en picado del volumen del hielo ártico en tan solo cuatro décadas. Gráfico de Jim Pettit (jimpettit@gmail.com) extraído de PIOMAS

Aunque el deshielo no afecte al aumento del nivel del mar (el hielo ya está flotando encima del océano y no hace que el agua se desplace), que el hielo desaparezca tiene grandes ramificaciones para el clima global. La elevada reflectividad (albedo) del casquete de hielo blanco ayuda a mantener la región polar fría, ya que la luz del sol vuelve al espacio en lugar de ser absorbida por la superficie. Pero a medida que el hielo se derrite, y cada vez más agua azul no reflectante sustituye al hielo en verano, el Ártico se calienta, y lo mismo sucede al resto del mundo.

Armado con solo su educación en física y matemáticas del instituto, Neven empezó a reconfigurar su “cerebro alfa”, que se beneficia de una aptitud para los idiomas, estudiando mapas meteorológicos atentamente. “La mayoría de los análisis solo comparaban entre años”, dice. “Y en el caso de artículos científicos, normalmente solo leo el resumen y la discusión”.

El blog de ciencia ciudadana de Neven fue un éxito inmediato entre los aficionados al hielo, llevándolo al estrellato virtual en un tema desconocido. Tres años después, Neven fundó el foro del hielo ártico —una ramificación de su blog— para que hubiera un debate más interesante. El mes pasado, el foro tuvo 2 millones de visitas.

“Pensaba que en algún momento se estabilizaría, pero no para de crecer —incluso en invierno. El hielo ártico recibe cada vez más atención”, dice Neven.

¿Se encuentra el dinero inteligente en los estanques de fusión?

El aumento del número de personas atraídas hacia el blog y el foro podría deberse a los rápidos cambios en el Ártico, ya que los eventos son cada vez más extremos e impredecibles.

Entonces, ¿qué va a pasar de verdad en 2017? Después de la publicación de Neven sobre la falta de “estanques de fusión” esta primavera, Mongabay contactó con David Schroeder, modelador del hielo marino en el Centro de Observación Polar y Modelación y ávido lector del blog de Neven.

Schroeder dice que a pesar del estado fracturado del hielo, es mejor ser cauteloso sobre un nuevo récord. Los estanques de fusión del Ártico se forman cuando la nieve del invierno que descansa sobre el hielo se derrite en la primavera, lo cual afecta al albedo de la superficie y permite que más sol se absorba que se refleje, creando por lo tanto un bucle de retroalimentación que agrava la fundición del hielo.

Témpano de hielo multianual marcado con estanques de fusión en la parte estribor del Cutter Healy mientras el barco se dirige al norte por un hielo aún más grueso. Foto de Patrick Kelley, guarda costera de los EE.UU.

En 2012, Schroeder, Danny Feltham y Daniela Flocco de la universidad inglesa de Reading desarrollaron un modelo para simular la evolución de los estanques de fusión y su contribución al derretimiento del hielo marino con la esperanza de generar predicciones más exactas sobre el mínimo de septiembre. Hasta entonces, contar los estanques de fusión había sido difícil porque las imágenes de satélite no podían discernir entre aguas abiertas y estanques de fusión sobre el hielo. Cuando el equipo inició simulaciones de modelos climáticos sin tener en cuenta los estanques de fusión, descubrieron que el volumen de hielo marino de septiembre se predecía como un 40 por ciento más grande.

Con la observación de los bucles de retroalimentación positivos, los simuladores pueden hacer predicciones sobre cuál será el estado del hielo en verano desde mayo o junio, aunque el tiempo impredecible de julio tendrá un efecto pronunciado sobre el hielo. “Hay un gran impacto del tiempo en los meses de verano, pero no lo sabemos por adelantado; no podemos predecir la meteorología. Sin embargo, es posible realizar predicciones de esta retroalimentación positiva a través de los estanques de fusión”.

Como ya se ha mencionado, este año, los investigadores están siendo testigos de una escasez importante de estanques de fusión. Normalmente, explica Schroeder, los estanques de fusión aparecen primero cerca del borde del hielo a principios de mayo, pero hasta ahora, la única área con una estancación destacable está alrededor del mar de Beaufort, al norte de Canadá.

“Es una sorpresa cuando se observa lo que pasó con el hielo marino el invierno pasado”, dice Schroeder. “Tuvimos un invierno muy, muy templado y los niveles de hielo marino más bajos de la historia según el PIOMAS [Sistema de Simulación y Asimilación de Hielo Pan-Ártico] de abril. El hielo es más fino y, por lo tanto, es más probable que se derrita antes, pero las condiciones climáticas en mayo no eran tan favorables para el deshielo”.

De hecho, en muchas regiones árticas, esta primavera ha sido más fría que las condiciones climáticas prevalentes en los últimos 20 años. También hubo mucha más precipitación de nieve sobre el hielo marino, lo cual aumentó el efecto de albedo, es decir, hubo una fundición más lenta.

Gráficos de previsión de 15 modelos informáticos del deshielo ártico para el mínimo de septiembre hasta el año 2100 comparados con el deshielo real observado hasta 2015 en rojo. Los científicos se han sorprendido con la drástica caída en la extensión del hielo, que no han sido capaces de explicar en sus modelos aún. Imágenes y cálculos cortesía de Neven Acropolis

Predecir lo impredecible

Dicho todo eso, aún es pronto para decir si 2017 se salvará como año récord, e incluso los expertos en hielo más importantes del mundo se han equivocado horriblemente en el pasado. Los simuladores de hielo, por ejemplo, habían predicho repetidamente que el hielo ártico estaría intacto y a salvo del cambio climático hasta 2050 o más. Después en 2007, y otra vez 2012, la extensión mínima de hielo cayó muy por debajo de los 18 modelos informáticos utilizados por el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático, sorprendiendo a los expertos por completo.

Volvamos al 2017: ¿qué tenemos por delante? “Hay un par de cosas a favor de un año con récord mínimo”, apunta Neven, señalando al cálido invierno y los bajos volúmenes de hielo del PIOMAS de los que habló Schroeder. Pero las cosas que se acumulan contra un récord son la gran cantidad de cobertura de nieve terrestre y las temperaturas más frescas. “Ha hecho frío últimamente. El hielo se derrite menos rápido”.

Por supuesto, todo esto puede cambiar en cuestión de semanas. A medida que entramos en julio, la cobertura de nieve irá desapareciendo y las temperaturas del mar podrían aumentar. Si el hielo es tan fino como dice el PIOMAS —de un 10 a un 20 porciento más fino que los primeros hielos en años previos— y sigue haciendo sol, Neven cree que hay “muchas posibilidades de que haya un récord mínimo”.

También es posible que a medida que el bloque de hielo sea cada vez más vulnerable —como el hielo fracturado que flota en el Extremo Norte— el tiempo ya no importe tanto. El año pasado, por ejemplo, casi empató con el soleado 2007, aunque junio, julio y agosto de 2016 fueron nubosos.

Un estanque de deshielo en la banquisa de Groenlandia. Foto de Michael Studinger, NASA GSFC

Cansado del hielo

El 20 de noviembre de 2016, Neven entró en su blog con una gran sorpresa que anunciar. No iba a compartir una nueva predicción, sino que declaró que se tomaba un año sabático. “Llevo enfrentándome al agotamiento por el Ártico desde 2012”, escribió. “Por una parte, está causado por todo lo que ha estado pasando y sigue pasando en el Ártico. La curva de aprendizaje, la emoción, pero sobre todo, la depresión que llega al observar esta apisonadora avanzar están pasando factura”. Después, añadió un enlace a la canción de Genesis “It’s Gonna Get Better” (las cosas van a mejorar).

Su publicación recibió 171 comentarios.

Cuando habló con Mongabay, Neven señaló un par de factores que habían causado su ausencia temporal, entre ellos la carga de trabajo (“Aunque el hielo se derrite lentamente, hay mucha información y muchas cosas que observar”.) y la desesperación (“Por otra parte, es emocionante si pasan cosas espectaculares, pero si te paras a pensar en las implicaciones y las consecuencias potenciales, puede ser un poco deprimente”.)

El verano pasado, cuando murió Andrew Slater, un joven científico especializado en la criósfera cuyo trabajo Neven ha seguido de cerca, fue demasiado. “Me puso muy triste y pensé que quizás era el momento de hacer una pausa”.

Por lo general, ha respetado su plan de año sabático en los últimos 7 meses, de media ha publicado dos o tres veces al mes y ha dejado que los otros blogueros se encarguen del trabajo pesado del foro y el blog. Pero a medida que se acerca la estación de deshielo, le ha sido más difícil mantenerse alejado, dice. Y aunque escribe menos en el blog, Neven ha sido activo en el foro.

También utiliza su tiempo alejado del foro para ser más optimista y pensar dónde quiere que vaya la web en el futuro. “No quiero que describa el desastre a cámara lenta, no me parece muy satisfactorio”, concluye. “Espero conseguir nuevas ideas… sobre cómo conectar lo que está pasando con una perspectiva más positiva. También me gusta insertar algo de humor en el blog”. Contra todo pronóstico, Neven quiere creer que, como en la canción, las cosas van a mejorar.

El equipo del Cutter Healy de la guardia costera de EE.UU. mete los pies en un estanque de deshielo durante el Ice Liberty, unas horas de la misión ICESCAPE en las que los científicos y la tripulación podían hacer un descanso y relajarse (o tirar bolas de nieve) en el hielo marino. Foto de Kathryn Hansen/NASA
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