- Las comunidades indígenas, instituciones y activistas que rechazan la Ley 969, evalúan la posibilidad de organizar una nueva marcha indígena, solicitarán una auditoría de la consulta previa y acudirán a tribunales nacionales e internacionales.
- Expertos señalaron que con la construcción de la carretera se pone en riesgo la provisión de agua, una consecuencia de la deforestación del bosque del Isiboro Sécure.
El presidente Evo Morales promulgó la Ley 969 que elimina la intangibilidad del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), en medio de opiniones en contra y favor alrededor de la construcción de una carretera que atravesaría el corazón de esta importante área natural protegida.
En un acto realizado en el coliseo de la ciudad de Trinidad, departamento de Beni, que fue colmado por representantes de instituciones públicas y privadas, pobladores e indígenas de la región afines al partido de gobierno, varios de los oradores manifestaron su satisfacción por la promulgación de la nueva norma porque permitirá la construcción de una vía que unirá los departamentos de Beni y Cochabamba.
El mandatario boliviano señaló que algunos políticos e instituciones simplemente usan a los indígenas. “Si no hubiera sido por ese pequeño grupo, ustedes ya hubieran tenido la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos”, aseguró.
Mientras Morales promulgaba la nueva ley, en las calles de Trinidad indígenas del TIPNIS, activistas ambientales y pobladores marchaban en contra de la Ley 969 porque consideran que la carretera sólo permitirá la ampliación de los cultivos de coca. Según el último informe de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC), estos sembríos ilegales crecieron de 2015 a 2016 en un 150%.
Existe una tendencia a la expansión. “Está presión que ya está en curso se verá favorecida por la anulación de la intangibilidad y la construcción de una carretera por el TIPNIS”, dijo el ambientalista Pablo Solón, ex embajador del actual gobierno ante la ONU.
A pesar de estas cifras, varias autoridades del departamento, entre ellos los 19 alcaldes y los subgobernadores, presentaron un pedido para la construcción de la vía. El gobernador del Beni, Alex Ferrier, explicó a la multitud presente en el acto de promulgación, que para completar la carretera que unirá los departamentos de Beni y Cochabamba solo faltan 60 kilómetros, para lo cual necesitan desmontar 600 hectáreas de bosque dentro el TIPNIS.
“Se nos abre la posibilidad de continuar con el sueño de completar los 60 kilómetros. Y no nos para nadie, presidente (Evo Morales)”, puntualizó.
Polémica alrededor de la consulta previa
La Ley 180 de intangibilidad del Tipnis fue arrancada al gobierno tras la VIII marcha indígena realizada en 2011, la que precisamente partió de Trinidad y llegó hasta la ciudad de La Paz. En el camino la población fue reprimida en Chaparina, pero esto no impidió que lleguen a su destino, donde recibieron un amplio respaldo de la población y lograron su objetivo.
Sin embargo, en el 2012, el gobierno realizó una “consulta previa e informada” entre las comunidades indígenas Mojeño-Trinitarias, Chimanes y Yuracarés para definir si el Tipnis debía ser o no una zona intangible. Según el oficialismo, 58 de las 69 comunidades indígenas decidieron que se derogue la Ley 180.
Para la ambientalista Cecilia Requena se trató de una estrategia desarrollada por el gobierno para lograr que los indígenas pidan la anulación de la intangibilidad. El reglamento de la Ley 180, indicó Requena, establece la aplicación del Plan de Manejo del Parque Nacional Isiboro Sécure, por lo tanto “no prohibía la realización de proyectos de desarrollo para las comunidades”, explicó.
Algunas instituciones y ambientalistas señalaron que se vulneraron los derechos de los pueblos indígenas. Primero porque la “Consulta” aplicada en 2012 no fue previa, antes de su aplicación ya se había presentado el diseño de la carretera y la empresa constructora había firmado el contrato. También observaron que no fue “informada”, un requisito de este tipo de consultas, porque se preguntó si querían mantener o no la intangibilidad de su territorio, argumentando que esta categoría cerraba cualquier acceso a proyectos sociales; o sobre los impactos de la construcción de una carretera por medio de esa reserva.
Valiéndose de los resultados de la consulta previa, en julio pasado, los diputados del MAS Ramona Moye, Patricia Chávez, Emilio Vilche y dirigentes indígenas afines al gobierno presentaron el proyecto de ley de “Protección, desarrollo integral y sustentable del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure”, que fue aprobado en tiempo récord por la cámara de diputados y de senadores, y promulgada este domingo por el Presidente de Bolivia.
Dos sectores en pugna
En los últimos días se han realizado marchas y vigilias en las plazas principales de las ciudades de La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y Trinidad.
Las tensiones entre las poblaciones indígenas que están a favor y en contra de la nueva norma son evidentes. Los que están a favor de la construcción de la carretera asistieron al acto oficial, como Leticia Moye, presidente de las mujeres del TIPNIS, quien aseguró que la Ley 969 les asegurará una vida digna. “Ellos (los indígenas que se oponen) no sufren, porque ellos viven en Trinidad y no sufren como nosotros que estamos en el territorio”, afirmó.
Fuera del coliseo, la representante de las mujeres de la Sub Central TIPNIS, Marqueza Teco, reiteró su rechazó a la nueva ley y manifestó su dolor porque fueron traicionados por sus dirigentes y porque van a destruir su territorio. “Van a perder esa alegría que tienen ahora (por la promulgación de la Ley 969), como Melva Hurtado, quien fue usada y ahora está en la cárcel. Así van a estar ustedes. Algún día les va a caer la justicia porque nos han traicionado”, dijo en las afueras del coliseo, donde el fuerte resguardo policial les impidió el ingreso al evento oficial.
Domingo Nogales, quien participó en el acto oficial como presidente de la Subcentral Tipnis, señaló que “muchos hablan y defienden al TIPNIS pero sin embargo no lo conocen. Soy el presidente actual y los (dirigentes) que están en las plazas están solo para llenarse de plato los bolsillos”, expresó ante la multitud.
Fabián Gil, nombrado presidente de la Subcentral del TIPNIS, luego que Nogales fuera desconocido por las comunidades, afirmó que no se quedarán de brazos cruzados tras la promulgación de la Ley 969 “Con ley o sin ley vamos a defender los derechos del territorio del TIPNIS”, dijo y adelantó que podría organizarse una nueva marcha hacia La Paz.
El ex defensor del Pueblo, Rolando Villena, al igual que algunos dirigentes indígenas, adelantó que se presentará un recurso de inconstitucionalidad contra la Ley 969. Adhemar Mole, presidente de la Central de Pueblos Étnicos Mojeños-Beni (CPEM-B), informó que los indígenas decidieron, el viernes 11 de agosto, organizar una defensa jurídica en instancias nacionales e internacionales. Además, solicitarán una auditoría a la consulta realizada por el gobierno en 2012.
La carretera, anhelada y rechazada
El proyecto de la carretera que unirá los departamentos de Cochabamba y Beni plantea que la vía tendrá una extensión de 360 kilómetros y que se dividirá en tres tramos. El año 2012 se inició con la construcción de los tramos I y III. El tramo I, de 47 kilómetros, une a Villa Tunari con Isinuta. El tramo III, de 82 kilómetros, va desde Monte Grande a San Ignacio de Moxos. El tramo II, de 177 kilómetros, debe unir Isinuta con Monte Grande y atravesar el área protegida. La construcción de este tramo quedó paralizada tras la VIII marcha indígena.
El gobierno afirma que con esta carretera se mejorará la vida de los indígenas, porque les permitirá resolver el problema de salud, educación y agua potable, es decir, mejorará su calidad de vida.
Para Fabián Gil, presidente de la Sub Central TIPNIS, un ejemplo que la vía no favorecerá a los pueblos indígenas, es que el trazo de la carretera está lejos de 64 de las 66 comunidades de ese territorio indígena. “Esto es una clara muestra de que solo se busca favorecer los intereses de otros sectores sociales como los colonizadores”, señaló.
Y agregó que la semana pasada intentó ingresar a la reserva con un grupo de indígenas y periodistas para constatar si existe alguna construcción en su interior, lo cual sería prueba de que el gobierno viola la ley. “Queríamos inspeccionar si están construyendo los puentes y nos han trancado el paso. Eso demuestra que (los indígenas) no vamos a poder transitar libremente por nuestro territorio”, puntualizó.
La importancia ambiental del TIPNIS
Varios investigadores han resaltado la importancia de la biodiversidad que alberga el TIPNIS, se registraron al menos 3400 especies de flora y fauna, entre los que resaltan el delfín rosado que está en peligro de extinción.
Al margen de su biodiversidad, posee unas 170 lagunas y una biomasa que permite generar agua para la región. El investigador de la Universidad Mayor de San Andrés, Roger Carvajal, afirmó que la zona más húmeda del país está en el TIPNIS, porque la cordillera corre de norte a sur. Se trata de 6000 mililitros anuales de lluvia, las más altas del mundo.
Por lo tanto, explicó el experto, los servicios ecosistémicos de los bosques del TIPNIS son invaluables.
Esta agua de lluvia alimenta la cuenca del río Mamoré y pasa también a zonas secas, por ejemplo, donde está Misicuni (Cochabamba). “Si deforestamos, Misicuni se queda sin agua. Eso pasaría en el corto tiempo”, afirmó el investigador.
Lo que se teme, de acuerdo a proyectos similares, es que cuando se construya la carretera, se registrará una deforestación a ambos lados de la misma. Además, como sucede en estos casos, ingresarán al área cocaleros, madereros, colonizadores, soyeros y todos abrirán sus propias sendas. Según Carvajal, se estima que la deforestación alcanzará al 65 % de la superficie del TIPNIS en 20 años, “el bosque central del TIPNIS estaría degradado”, con lo cual el agua disminuiría considerablemente.