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La supervivencia de la vaquita: el cetáceo más amenazado del mundo

  • Investigaciones recientes realizadas por la Liga de Acción por los Elefantes (Elephant Action League) y la organización WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza) han puesto al descubierto el complicado comercio de vejigas natatorias de algunos peces desde el Golfo de California que está llevando a la extinción de la vaquita, un tipo de marsopa.
  • Hasta ahora, la prohibición de dos años sobre las redes de enmalle no ha tenido efecto sobre el número menguante de vaquitas, que ha caído un 50 % desde 2015 y un 90 % desde 2011.
  • No quedan más de 30 vaquitas en estado salvaje, convirtiéndolas en el cetáceo más amenazado del planeta.
  • Las vejigas natatorias pueden venderse por hasta 20 000 dólares estadounidenses por kilo.
Vejigas natatorias de totoaba, también llamadas “maw”, a la venta en China. Foto: cortesía de Liga de Acción del Elefante

Nuevas evidencias ponen al descubierto el intrincado comercio de partes de animales que, según afirman grupos conservacionistas, están llevando casi a la extinción de dos especies en el Golfo de California, en México. La batalla para salvarlas deberá pelearse en varios países.

La vaquita (Phocoena sinus), una marsopa muy pequeña que pesa en promedio solo 43 kilogramos (95 libras) y mide 1,5 metros (5 pies), es el cetáceo más amenazado del mundo, un grupo en el que se incluyen también ballenas y delfines. Esto se debe, en gran medida, a que comparten su hábitat con un pez llamado the totoaba (Totoaba macdonaldi) en una pequeña franja del Mar de Cortés, entre el área continental de México y la península de Baja California. Las redes de enmalle destinadas a las totoabas, así como a otros peces, atrapan también a las vaquitas. Su número se ha reducido en un 90 % desde 2011, según un informe reciente del grupo conservacionista WWF.

La pesca es impulsada por la creciente demanda que hay en China de vejiga natatoria de totoaba, o “maw”. En este proceso se arrasa con las vaquitas, como explica un informe de WWF y una investigación del grupo de control Liga de Acción por los Elefantes. La totoaba también es una especie en peligro de extinción de acuerdo con la UICN. Para proteger a las vaquitas, las organizaciones reclaman un esfuerzo multinacional para detener la venta de vejigas natatorias de totoaba desde México y a través de países como los Estados Unidos, así como reducir su demanda en el sureste de China.

“Dada la situación en que se encuentran las vaquitas y las circunstancias relacionadas con el comercio de la vejiga natatoria de la totoaba en México, entre las que probablemente haya corrupción y participación de los cárteles de droga, es fundamental realizar investigaciones exhaustivas e identificar todos los aspectos de la cadena de suministro de la totoaba”, afirmó en un comunicado Andrea Crosta, directora ejecutiva del Liga de Acción del Elefante (EAL, por sus siglas en inglés).

Un programa de monitoreo acústico de la organización WWF reveló que casi la mitad de las vaquitas, que viven solo en el Golfo de California, desaparecieron en los últimos dos años. El gobierno mexicano respondió en 2015 con una prohibición temporal de las redes de enmalle, que renovó el pasado 31 de mayo. Sin embargo, Jorge Rickards, director interino de WWF México, dijo que México necesita asegurarse de que los pescadores acaten la prohibición.

Vaquitas nadando en el Golfo de California. Solo quedan 30 en estado salvaje. Foto: Paula Olson

“Esta extensión no será suficiente para salvar a las vaquitas y su valioso hábitat”, dijo Rickards en un comunicadode la WWF. “Continuamos viendo un descenso en el número de vaquitas en los últimos dos años porque la prohibición actual no se hace cumplir debidamente y las redes de enmalle siguen amenazando el Alto Golfo de California”.

Estas redes se colocan verticalmente en la columna de agua para atrapar a los peces cuando pasan nadando. La WWF y otras organizaciones han criticado su uso al señalar que causan un daño indiscriminado al capturar no solo los peces que tienen como objetivo, sino también a otros que nadan entre los agujeros de las redes y quedan atrapados. Tanto la EAL como la WWF afirman que este método es el culpable de la aniquilación de la población de vaquitas, que en este momento cuenta con menos de 30 individuos.

“México debe comprometerse a establecer una prohibición permanente de las redes de enmalle, y ese compromiso debe estar seguido de acciones colectivas en las fronteras”, dijo Leigh Henry, asesor superior de políticas de WWF Estados Unidos, en una declaración de dicha organización.

Los informes de la EAL y la WWF sostienen que China y los Estados Unidos deberían compartir la responsabilidad de facilitar el comercio de vejigas natatorias. En la investigación de la EAL se señala que Hong Kong y Taiwán también podrían ser puntos de paso antes de que este producto llegue a manos de los compradores en China. Allí las usan en medicina tradicional y se ofrecen como regalo en transacciones comerciales. Su precio puede superar los 20 000 dólares estadounidenses el kilo (unos 9100 dólares estadounidenses por libra).

Ilustración de una vaquita, la marsopa (y cetáceo) más pequeña del mundo, pesa en promedio 43 kilos y mide 1,5 metros. Imagen: Marcelo Otero, Greenpeace México, cortesía de WWF.

La investigación encubierta de la EAL también reveló que algunos actores clave en el comercio de estos trozos de peces residen en los Estados Unidos y en México. A pesar de que las vejigas natatorias son ilegales en China, el grupo también descubrió que la demanda es constante en la provincia de Guangdong, en el sureste del país, lo que representa una mala noticia para las vaquitas que quedan.

Henry, representante de la WWF, dijo: “Las vaquitas son un daño colateral en la epidemia mundial de crímenes contra la vida silvestre, y su extinción se acelera por causa de un comercio ilegal que no tiene que ver con ellas. México y los Estados Unidos tienen que actuar de forma inmediata y contundente para terminar con este comercio que está matando a las vaquitas”.

La WWF también convocó a la organización del tratado CITES (abreviatura de Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres) y a otras para que refuercen su trabajo a fin de lograr que estos países se responsabilicen por la situación.

“Las vaquitas no pueden esperar”, dijo Rickards. “Necesitan que actuemos ya”.

Foto de la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos) donde se ve una vaquita como pesca incidental junto a una totoaba (arriba) en Sonora, México. Foto: Omar Vidal

Portada con la imagen de una totoaba y vaquita de Omar Vidal.

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