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Ecuador: ¿qué sucede cuando el desarrollo de proyectos extractivos abre nuevas carreteras?

Tala de árboles entre el km 2 y el km 5 vía Tena, en Napo. Se abren espacios en el bosque para lotizar. Foto de Omar Coloma.

A lo largo de los años, se ha establecido una “fórmula de la deforestación” en las provincias del oriente de Ecuador, un patrón que se repite con terribles consecuencias para el ambiente. La fórmula empieza con un paso sencillo: la construcción de una carretera para ingresar a proyectos mineros o petroleros en medio del bosque. Luego este camino es aprovechado por colonos que se asientan a su alrededor. El paso final es la degradación ambiental del bosque y el ingreso de vicios sociales a las comunidades indígenas.

Tala de árboles entre el km 2 y el km 5 vía Tena, en Napo. Se abren espacios en el bosque para lotizar. Foto de Omar Coloma.

Esa es la conclusión de científicos y especialistas de diversas organizaciones como el codirector de la Estación de Biodiversidad Tiputinia, David Romo; o el abogado especializado en derecho ambiental internacional y cofundador de Terra Mater, Juan Auz, quienes vienen analizando este fenómeno socioambiental desde hace años.

La “fórmula” que resume el problema de la deforestación ecuatoriana se repite en provincias orientales como Sucumbío, Napo, Francisco de Orellana, Pastaza, Morona Santiago, Zamora Chinchipe. ¿Cómo ha sucedido?

1. La deforestación y el “esqueleto de pescado”

David Romo, experto de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), relató que, por ejemplo, para ingresar al bloque petrolero 16, administrado por Repsol-YPF, se construyó una carretera llamada vía Maxus, la cual resultó atractiva para diversos colonos que vieron en ella una vía de comunicación más barata y más rápida que el río. Así, muchos colonos se asentaron alrededor de la carretera y deforestaron para hacer espacio a sus fincas.

Según Juan Auz de Terra Mater, la carretera Maxus originó que los colonos, a los que se sumaron taladores ilegales, deforestaran entre 1986 y 2002 hasta 4 % de la cobertura forestal, mientras que, en otra vía conocida como Auca, se alcanzó la cifra de 23 % en el mismo tiempo.

La deforestación que desarrollaron los taladores ilegales y los colonos sigue un patrón similar a la figura de del esqueleto de un pescado que está compuesto al centro de una espina dorsal de la cual parten, a su derecha e izquierda, diversas espinas. De esa misma forma se desenvuelve la pérdida de bosques por una carretera, sostiene Belén Páez, directora de Terra Mater. La espina central es la carretera y las espinas que parten de ella son las vías que extienden los colonos, las cuales pueden alcanzar una longitud de hasta 500 metros de distancia, explicó.

La madera producto de la tala es transportada en grandes camiones. Las partes del tronco y ramas son llevados a aserraderos y centros de acopio. Foto de Omar Coloma.

Dicho proceso trastorna el cambio de uso de suelo en el área forestal, en otras palabras, cambia la aptitud original de la tierra destinándola a grandes extensiones de monocultivos que, en Ecuador en su mayoría son de palma aceitera. Entre las zonas reconocidas por la ONG Terra Mater en donde se produce este fenómeno del cambio de uso de suelo están las vías desde la población de Puyo hasta Huito, en la provincia de Pastaza; otra es la vía Ebenezer-Macuma-Taisha en la provincia de Morona Santiago.

Existen dos formas en que los comerciantes provenientes de grandes ciudades de Ecuador como Guayaquil o Quito obtienen la madera para la elaboración de grandes muebles que venden en un precio aproximado de 500 dólares americanos. Una es el envío de taladores a los bosques, que en su mayoría son habitados por comunidades indígenas, para extraer madera en las noches sin que sus líderes sepan. La otra es que negocien la madera extraída con los mismos líderes nativos por precios menores a lo cotizado en el mercado.

2. Se degrada el hábitat de especies y estilo de vida indígena

Solo en el 2016, la Unidad de Protección del Medio Ambiente (UPMA) detuvo más de 1200 vehículos con carga de madera ilegal o aserraderos con recursos maderables ilícitos. Al problema de la deforestación, se agregan el aumento del tráfico ilegal de especies, así como el incremento de problemas sociales en las comunidades indígenas resultado del crecimiento comercial como la prostitución, el alcoholismo, entre otros.

En respuesta a esta situación, el Ministerio del Ambiente señaló que existen varios mecanismos para enfrentar este complejo panorama, como los programas de manejo forestal, los puestos de control y la inspección de depósitos de madera. Además, señalan que existen iniciativas que, a cambio de bonificaciones económicas, promueven en las comunidades indígenas la conservación de los bosques con su aprovechamiento sostenible como el Programa Nacional de Incentivos a la Conservación y Uso Sostenible del Patrimonio Natural Socio Bosque.

Camión cargado de madera transitaba por una vía de segundo orden cerca del poblado de Zapallo, en el cantón Eloy Alfaro, en la provincia de Esmeraldas, en el norte del Ecuador. José Schreckinger.

Sin embargo, esto no es suficiente, según los expertos citados. Los especialistas consideran que una solución oportuna para combatir todo lo señalado es la promoción de programas en donde se trabaje con las comunidades indígenas codo a codo, y así se pueda incrementar su calidad de vida conforme a su cosmovisión ancestral.

 

Foto de portada: Tala de árboles entre el km 2 y el km 5 vía Tena, en Napo. Se abren espacios en el bosque para lotizar. Foto de Omar Coloma.

El artículo original fue realizado por Jonathan Palma. Para mayores detalles sobre los proyectos extractivos y la apertura de nuevas carreteras en Ecuador ingrese aquí.

 

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