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Latinoamérica: cinco casos que demuestran como en el 2017 se siguieron destruyendo los bosques

El Guaviare es uno de los departamentos más afectados por la deforestación en Colombia. Foto: Fuerza Aérea Colombiana.

Las cinco historias que reúne este artículo son algunas de las principales causas de la deforestación en la región. Si se mira con detenimiento, es posible encontrar patrones que se repiten en varios países de Latinoamérica, como es el caso de las plantaciones de palma africana, que están vinculadas al tráfico de tierras y a la contaminación de ríos.

En este artículo, incluimos algunos de los problemas que deben ser atendidos con urgencia por los gobiernos. En Colombia, los bosques se siguen perdiendo a pasos acelerados tras el proceso de desarme de las FARC; en Perú el tráfico de tierras pone en peligro a la Amazonía y la vida de las comunidades que se oponen al ingreso de esta actividad; en Nicaragua el ganado es engordado ilegalmente dentro de las zonas núcleo de algunas áreas protegidas, y este es esquema que se repite en otros países de Centroamérica; y, finalmente, en Ecuador y México, la palma aceitera avanza sigilosamente devastando los bosques.

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1.Colombia: las mafias de la deforestación en el Guaviare

“En departamentos como Guaviare y Meta, existen grupos organizados al margen de la ley que se aprovechan de la deforestación para explotar la región a través de la minería ilegal  y ampliar las rutas del narcotráfico. Entre ellas se encuentran disidencias de las FARC y bandas criminales como el Clan del Golfo y Los Puntilleros”, aseguró el general Rodrigo González, director de Carabineros y Seguridad Rural de la Policía. Esta declaración resume bastante bien lo que está pasando en el Guaviare, uno de los departamentos que concentra tres de los grandes núcleos de deforestación en Colombia y donde en los últimos años se han incrementado las hectáreas de coca sembradas, imponiéndose sobre la conservación de los bosques. La lectura de este artículo es imprescindible.

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2.Bosques de Ucayali: un botín para los traficantes de tierras en Perú

El 1 de septiembre, seis campesinos fueron asesinados en el distrito de Nueva Requena, en la región Ucayali. Detrás del crimen se escondía un problema complejo que se está convirtiendo en una amenaza para la Amazonía peruana: el tráfico de tierras. Los graves efectos de esta actividad ilícita se resumen en situaciones concretas: comunidades indígenas luchando judicialmente por sus territorio, constantes —y muchas veces violentas— invasiones de terrenos y crecimiento acelerado de plantaciones industriales de cacao, palma aceitera y, recientemente, de arroz. El problema además es visible cuando se observan los mapas satelitales que registran la pérdida de valiosos ecosistemas. Y, precisamente, estos monitoreos muestran que Ucayali es uno de los hotspots o puntos calientes de deforestación en el país. El reciente asesinato de los campesinos es un capítulo más dentro de las peleas por la tierra en la Amazonía.

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3.Palma africana: una amenaza para la Amazonía de Ecuador

En los últimos cinco años, imágenes satelitales han permitido comprobar cómo el bosque que rodea a las plantaciones de las principales aceiteras en el norte del país, están rodeadas de enormes parches que registran deforestación. La agroindustria de la palma africana vive un gran momento en Ecuador y esto se confirma con la última encuesta oficial de Superficie y Producción Agropecuaria (ESPAC): 319 000 hectáreas sembradas en 2016 y un excedente de aceite para exportación que se incrementó de 13 000 toneladas en 2000 a cerca de 313 000 toneladas el año pasado. A ello se suma la oportunidad que tiene hoy el sector de sumar más plantaciones, a partir de un Acuerdo Interministerial de 2015 que determinó la ampliación del mapa agroecológico para la expansión de la palma aceitera de 332 775 hectáreas a casi 9,2 millones hectáreas. Un número a simple vista descomunal que equivale a la tercera parte de la extensión del territorio ecuatoriano. Mientras esto ocurre, comunidades colonas e indígenas de la provincia de Esmeraldas y de la Amazonía protestan por la contaminación ambiental de sus fuentes de agua y culpan a las grandes empresas de palma aceitera.

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4.Ganadería extensiva e ilegal destruye Reserva Indio Maíz en Nicaragua

Esta área protegida, ubicada al sureste de Nicaragua, territorio indígena Rama y Kriol en su mayoría, es invadida y deforestada continuamente por ganaderos. En este reportaje Mongabay Latam y Onda Local revelan la historia de La Haciendita, una finca instalada dentro de la zona núcleo de la Reserva Indio Maíz en Nicaragua, uno de los bosques tropicales húmedos de mayor importancia para Centroamérica. La “haciendita”, de propiedad del ganadero José Solis Durón, ha derribado alrededor de 244 hectáreas de bosque en la reserva para dedicarlas al engorde de ganado. ¿Cómo pudo un empresario instalar un potrero dentro de esta reserva?

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5.La palma africana avanza en la selva de México

Chiapas es  el estado de México con mayor biodiversidad del país e irónicamente es también el principal productor de palma aceitera con más de 64 000 hectáreas sembradas, más del 70 % de toda la superficie de palma africana en el país. En este espacio se encuentra también la Reserva de la Biosfera Montes Azules y los últimos relictos de selva inundable, un ecosistema que ya ha desaparecido en otros estados. Este reportaje descubre la grave contradicción de un cultivo que se promueve desde el gobierno como una opción sostenible pero que poco a poco ha ido tomando importantes territorios de la selva. Mientras el programa de Pago de Servicios Ambientales (PSA) del gobierno paga 300 pesos al año por hectárea de selva resguardada por un agricultor, una hectárea de palma en edad productiva genera una ganancia de 100 000 pesos al año. Aunque los funcionarios consultados por el reportero sostienen que los agricultores no están renunciando al PSA y que los cultivos de palma están creciendo en territorios ya deforestados para agricultura, los testimonios recogidos indican lo contrario. La palma africana va copando ilegalmente el territorio y Mongabay Latam lo confirmó recorriendo el área más afectada.

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