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Juicio por rotura de la represa Fundão continuará contra 21 ejecutivos

  • La rotura de la represa Fundão, el mayor desastre ambiental de la historia de Brasil, liberó en el 2015 unos 50 millones de toneladas de residuos tóxicos de la mina de hierro más grande del mundo. Diecinueve personas murieron en una inundación de lodo en el río Doce.
  • Una investigación reciente sobre la calidad del agua del río Doce reveló que casi el noventa por ciento de dieciocho lugares evaluados mostró una calidad mala o pésima: el agua no es apta para consumo humano.

Noviembre resultó ser un mes difícil para la empresa minera brasileña Samarco. Primero, el 13 de noviembre, un juez del estado brasileño de Minas Gerais decidió continuar con la causa criminal contra veintiún ejecutivos por el colapso de la represa Fundão, que ocurrió el 5 de noviembre de 2015.

Luego, el 16 de noviembre, los fiscales federales y del Ministerio Público del Estado de Minas Gerais anunciaron un acuerdo con Samarco en el que exigen que la corporación proporcione apoyo técnico a aquellos afectados por el desastre, así como también una evaluación del daño socioeconómico causado. El acuerdo incluye planes para quince audiencias públicas y consultas con las comunidades indígenas y tradicionales conforme al convenio 169 de la OIT.

La ruptura de la represa de Samarco —el mayor desastre ambiental de la historia de Brasil— liberó unos cincuenta millones de toneladas de residuos tóxicos provenientes de la mina de hierro más grande del mundo y, como consecuencia, diecinueve personas murieron en una inundación de lodo tóxico y ochocientos kilómetros del río Doce fueron contaminados. Los fiscales formularon cargos por homicidio culposo contra los veintiún acusados. Un vocero de Samarco le dijo a Mongabay que la empresa no hará comentarios sobre el caso.

El pueblo de Bento Rodrigues, en el estado de Minas Gerais, fue destruido el 5 de noviembre de 2015 cuando colapsó una represa para residuos de la mina de hierro de la empresa Samarco. Diecinueve personas murieron. Foto: Romerito Pontes, bajo la licencia de Creative Commons Attibution 2.0 Generic

Las acciones penales se habían suspendido en julio debido a un reclamo de dos acusados de que algunas de las pruebas reunidas habían sido obtenidas ilegalmente fuera de la etapa de investigación. En noviembre, un juez determinó que, si bien algunas transcripciones de chats y correos electrónicos corporativos no eran admisibles, otros documentos obtenidos bajo vigilancia y medios diferentes eran válidos.

Samarco es un emprendimiento conjunto con dos de las empresas mineras más grandes del mundo, Vale y BHP Billiton. Los ejecutivos de las tres empresas están acusados. Cinco de los acusados son extranjeros que no viven en Brasil. Cinco representantes de Vale y BHP Billiton están imputados junto con dieciséis funcionarios de Samarco, incluidos Ricardo Vescovi de Aragão —expresidente de la empresa—, Kleber Luiz de Mendonça Terra —director de operaciones e infraestructura—, tres gerentes y once miembros de la junta directiva de la empresa.

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“No apta para el consumo humano”

A principios de noviembre, la ONG ambientalista brasileña SOS Mata Atlantica publicó una investigación sobre la calidad actual del agua del río Doce. Las pruebas en dieciocho lugares a lo largo del río, en el tramo contaminado por Fundão, revelaron que casi el noventa por ciento de los sitios evaluados tenía una calidad de agua mala o pésima. La designación “pésima”, encontrada en siete lugares analizados, indica que el agua no es apta para consumo humano.

Un auto arrastrado por la corriente de lodo tóxico quedó sobre una casa arruinada. Foto: Romerito Pontes, bajo la licencia de Creative Commons Attribution 2.0 Generic

El fiscal Edmundo Antonio Dias le dijo el año pasado a Mongabay en una entrevista que la fundación creada para supervisar las actividades de recuperación, Fundação Renova, se inclinaba por beneficiar a las grandes empresas mineras, mientras que se le había concedido poco poder en la toma de decisiones a las comunidades afectadas por el colapso de la represa. Dias confirmó por correo electrónico que este problema aún persiste. En la misma entrevista, dijo que la fundación se hizo cargo de la responsabilidad de las corporaciones de pagar por la recuperación del desastre “como si las empresas no tuvieran nada que ver con la reparación del daño, así que es una manera de maquinar algo que margine a las empresas y centre las miradas en la fundación”.

La firma recibió otro golpe el 14 de noviembre cuando un juez de Minas Gerais votó en favor de mantener las cuentas de Samarco congeladas valoradas en trescientos millones de reales (noventa millones y medio de dólares). Un tercer juez iba a decidir el 21 de noviembre si la causa debería seguir en el juzgado civil o trasladarse a otro juzgado. Veinte millones de reales (poco más de seis millones de dólares) ya se han gastado para compensar a algunas de las víctimas del desastre, pero los fiscales sostienen que las cuentas deberían permanecer bloqueadas para que el Gobierno no envíe un mensaje de impunidad.

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El bloqueo de esas cuentas sirve como “garantía adicional de que nosotros tenemos que saber que la situación será resuelta”, dijo Mauro Marques da Silva al periódico Folha de São Paulo. Marques da Silva vivía en el pueblo de Bento Rodrigues, destruido por la inundación, donde murieron diecinueve personas a causa de esta. Samarco ha financiado el diseño y la construcción de un nuevo pueblo para las doscientas veinticinco familias afectadas y un vocero le dijo a Mongabay que la empresa ha gastado dos mil quinientos millones de reales (setecientos sesenta y dos millones doscientos mil dólares) en actividades de recuperación de la región hasta el momento.

Más de ochocientos kilómetros del río Doce fueron contaminados en 2015 por el colapso de la represa para residuos de la mina de hierro de Samarco. Una investigación reciente demostró que el agua del río todavía no es apta para el consumo humano en siete de los dieciocho lugares analizados a lo largo del río. Foto: Eli Kazuyuki Hayasaka, bajo licencia de Creative Commons Attribution-Share Alike 2.0 Generic
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