- Al recibir el premio Goldman, la colombiana Francia Márquez invocó a continuar en la defensa de no solo sus territorios, sino de la salud del planeta, la "casa común".
Conmovedor y poderoso, pueden ser algunos de los adjetivos para describir el discurso de Francia Márquez en los Premios Goldman 2018. Al recibir el reconocimiento ambiental, la lideresa colombiana inspiró el lunes 23 de abril al auditorio de la San Francisco Opera House, en Estados Unidos, con una invocación al pasado de su pueblo y una arenga para continuar en la defensa no solo de sus territorios, sino de la salud del planeta, de la “casa común”.
“Soy una mujer afrodescendiente. Crecí en un territorio ancestral que data de 1636. Desde pequeños nos enseñan el valor de la tierra. Sabemos que los territorios en los que construimos nuestra comunidad y recreamos nuestra cultura no son un regalo, pues le costó a nuestros mayores muchos años de trabajo y sufrimiento en las minas y haciendas esclavistas. La crianza en mi comunidad se basa en valores como la solidaridad, el respeto y la honestidad. Se nos enseña que la dignidad no tiene precio, que resistir no es aguantar. Se nos enseña a amar y valorar el territorio como espacio de vida, a luchar por este, incluso poniendo en riesgo la propia vida”, dijo Francia Márquez, la lideresa colombiana que ha enfrentado a la minería ilegal en el municipio de Suárez, Cauca, en el suroeste colombiano.
“Soy parte de un proceso, de una historia de lucha y resistencia que empezó con mis ancestros traídos en condiciones de esclavitud. Soy parte de la lucha frente al racismo estructural. Soy parte de quienes luchan por seguir pariendo la libertad y la justicia. De quienes conservan la esperanza por un mejor vivir. De aquellas mujeres que usan el amor maternal para cuidar su territorio como espacio de vida. De quienes alzan la voz para parar la destrucción de los ríos, de los bosques y los páramos. De aquellos que sueñan que algún día los seres humanos vamos a acabar con el modelo económico de muerte para darnos paso a construir un modelo económico que garantice la vida. Ustedes pueden quedarse tranquilos mientras el planeta, la casa común, se destruye. O podemos juntarnos para realizar acciones que frenen el cambio climático. Es hora de actuar. Enfriar el planeta es nuestra responsabilidad”, finalizó la lideresa colombiana, ante el aplauso emocionante del público que la escuchaba en el recinto.
Lee más | 24 países de Latinoamérica sellan acuerdo para proteger a defensores ambientales
Una vida dedicada a defender su tierra
A sus 36 años, Francia Márquez lleva 23 de ellos dedicada al activismo en defensa de la comunidad de La Toma, hogar de cerca de 250 000 afrodescendientes dedicados a la agricultura y la minería artesanal. La lideresa, madre de dos hijos, ha sido objeto de amenazas por su exitosa labor para defender su pueblo, por lo que se vio obligada a mudarse a Cali por razones de seguridad. Actualmente estudia derecho en la Universidad Santiago de Cali, con la esperanza de utilizar las herramientas legales para defender a su pueblo.
Además de Francia Márquez, los premios Goldman 2018 reconocieron a la francesa Claire Nouvian, defensora de los océanos; el filipino Manny Calonzo, quien logró que el gobierno de su país prohibiera las dañinas pinturas a base de plomo; la estadounidense LeAnne Walter, quien expuso la alta contaminación del agua potable en Flint, Michigan; la vietnamita Nguy Thi Khanh, quien impulsa iniciativas de energía sostenible para reducir la dependencia del carbón en su país; y las sudafricanas Makoma Lekalakala y Liz McDaid, quienes lograron evitar un acuerdo de energía nuclear entre su país y Rusia.
Si quieres conocer más sobre las luchas de activistas en Latinoamérica, revisa nuestra colección de artículos. Y si quieres estar al tanto de las mejores historias de Mongabay Latam, puedes suscribirte al boletín aquí.