- En Putina Punco, una pequeña localidad ubicada en la zona de amortiguamiento de Bahuaja Sonene, los cultivos ilegales de hoja de coca alcanzaron las 2900 hectáreas. Dentro del área protegida, se han invadido 400 hectáreas más.
- Al noreste del Parque Nacional, se detectaron 500 hectáreas deforestadas por los mineros ilegales, y en Alto Inambari, distrito puneño ubicado al sur del área protegida, se han identificado otros 18 puntos de minería ilegal que colindan con la zona de amortiguamiento.
Las áreas naturales protegidas fueron creadas con la finalidad de conservar ecosistemas biodiversos. Sin embargo, su enorme extensión y la falta de recursos estatales para resguardarlas adecuadamente las han convertido, en muchas ocasiones, en presa fácil del narcotráfico y de la minería ilegal. Mongabay Latam pudo comprobar que esta amenaza se está convirtiendo en realidad en el Parque Nacional Bahuaja Sonene.
Bahuaja Sonene es un área protegida que abarca 1,1 millones de hectáreas y se extiende principalmente sobre la selva de Puno y el sur del departamento de Madre de Dios. Según las autoridades nacionales, protege “la única muestra del ecosistema de sabanas húmedas tropicales del Perú y su fauna característica”.
Hoy, si uno ubica en un mapa los puntos en los que han sido detectados campamentos mineros o cultivos de hoja de coca puede ver con claridad cómo las actividades ilícitas atacan por distintos flancos al área natural protegida. Sin embargo, lo que el mapa no muestra es el temor en el que viven campesinos y comunidades indígenas cercados por estos grupos criminales.
Mongabay Latam ingresó hasta los mismos campamentos de mineros ilegales y habló con caficultores que prefirieron no dar sus nombres ante las amenazas de los narcotraficantes.
Primera parada: el café va perdiendo la batalla frente a la coca
“Hace poco, mi vecina vino corriendo, asustada. Un grupo de narcos llegaron a su casa, le pusieron una pistola en la boca y le dijeron: ‘Si sigues reclamando en las asambleas vas a quedar así de fría como él’”. La persona a la que mencionan es José Camapaza, el jefe de los ronderos de Colorado, un poblado ubicado al lado del Parque Nacional Bahuaja Sonene. En diciembre lo encontraron muerto en su camioneta, con un balazo en la cabeza. Angelina*, que ha aceptado hablar con Mongabay Latam sin que su nombre verdadero sea revelado, recuerda que Camapaza hablaba constantemente de los problemas de la zona. Los problema en Putina Puno tienen un nombre: narcotráfico.