La situación del pulpo en el norte de Perú es incierta. A pesar de que su veda continúa, su pesca no se ha detenido. En la temporada alta, cada embarcación que pesca en Lobos de Afuera se lleva hasta dos toneladas (2000 pulpos) cada 10 días.Por otro lado, la contaminación plástica en las costas de Lambayeque y Piura podrían poner en riesgo la vida en el conjunto de islas más importantes del norte peruano. Cansados, después de unos cien kilómetros recorridos en altamar a bordo de un bote de pescador, Lorenzo Timaná nos recibió con cara de pocos amigos. Ni siquiera el esfuerzo que habíamos hecho para llegar a la isla más alejada del litoral peruano lo conmovió. Fue contando cuántos éramos, como para evitar que luego se le escape uno y moleste a sus aves guaneras. Le dijeron que detrás venía otro bote con más personas, pero que llegaría mañana porque no salió de San José en Lambayeque, sino de Bayovar en Piura, desde donde son dieciocho horas de viaje. Como irse de Lima a Hong Kong pero en un duro asiento sin cojín. A pesar de no tener servicio a bordo ni baño en estas embarcaciones, hay otras ventajas. Como ver volar imponentes albatros, o sorprenderse con una ballena delatada por el vapor que expulsa por su lomo, o encontrarte con decenas de delfines nadando al lado tuyo. Una ruta alucinante que te lleva a uno de los lugares más impresionantes y alejados de la costa peruana. Lea más: Guerra contra los plásticos desechables: ¿cuánto ha avanzado Latinoamérica? Guano de la isla A mediados del siglo diecinueve, el Estado peruano reconoció al guano como un bien nacional. Después de algunos años de análisis e investigaciones, en 1852, el Perú se adjudicó la posesión de todas las islas del litoral, ante la presión de Francia, Reino Unido y Estados Unidos que trataban de apoderarse de Lobos de Afuera y Lobos de Tierra. Estos restos de aves que pisamos hoy, fueron el oro de esos tiempos. Según Antonio Raimondi, un reputado naturalista italiano nacionalizado peruano, tan solo en esta isla, por aquellas épocas habían más de 600 mil toneladas de excremento de aves. Elemento muy requerido en todo el planeta como fertilizante natural hasta inicios del siglo veinte, cuando los abonos químicos le ganaron la batalla en el mercado internacional. Después de ello y hasta nuestros días, la extracción de guano pasó a un segundo plano en la isla.