- San Carlos no solo permite asegurar, con la ayuda del ecoturismo, la conservación de los bosques y sino también compensar las pérdidas de animales tras el ataque de los felinos.
- En el 2016 se decomisaron, en el Departamento del Beni, 14 000 subproductos derivados de la vida silvestre, incluyendo animales vivos. Ese mismo año, se deforestaron más de 19 000 hectáreas de bosques, según cifras proporcionadas por las autoridades.
- La gobernación del Beni busca promover la habilitación de 7 millones de hectáreas más de área productiva. De esta medida dependería el futuro de la fauna silvestre del Beni.
Dos caimanes negros de unos cuatro metros de largo se aproximan rápidamente hacia nuestro bote. Se sienten incómodos con nuestra presencia y Luis Alberto Pérez, nuestro guía, sugiere abandonar de inmediato el área. Los animales tienen el tamaño y la fuerza suficiente para voltear con facilidad la pequeña lancha en la que viajamos. Una vez fuera de la zona, los caimanes concentran su atención nuevamente en las decenas de pichones de garza blanca que reposan sobre sus nidos. Estamos en la estancia ganadera San Carlos, en el departamento del Beni, en un lugar que se ha trazado una meta de conservación bastante ambiciosa: combinar el ecoturismo de vida silvestre con una actividad ganadera sostenible.
San Carlos tiene una extensión de 5160 hectáreas y está ubicada en el municipio de San Ramón. El área se encuentra rodeada por el corredor biológico del Río Negro, con una superficie de más de 120 kilómetros de bosque amazónico de galería, en su mayoría primario, que bordea el río y arroyos colindantes en franjas de vegetación que alcanzan los 12 kilómetros de ancho. Estas características permiten una alta concentración de biodiversidad. Y es en este lugar en el que se desarrolla el proyecto “San Carlos Wildlife Eco Reserve’’, una iniciativa de ecoturismo que se ha convertido en una ventana muy atractiva para los turistas interesados en contemplar la fauna silvestre que habita en los alrededores de esta singular estancia ganadera.