Por el International Orangutan Day, un evento mundial para promover la conservación de los orangutanes, conozcamos más de este gran simio en esta galería.
Los orangutanes han despertado desde tiempos inmemoriales la imaginación y admiración de los habitantes de Indonesia y Malasia. A pesar de esto, debido especialmente al avance de la industria de palma de aceite en el Sudeste Asiático, se trata de un animal muy amenazado. Por eso, los 19 de agosto se celebra el International Orangutan Day, un evento mundial para promover la conservación de este gran simio.
Por el International Orangutan Day, conozcamos más de los orangutanes en esta galería.
El nombre orangután proviene del malayo Orang Hutan, que significa “hombre del bosque”. Los machos del género son significativamente más grandes que las hembras, con una talla promedio de 137 centímetros y 75 kilos de peso contra 115 cm y 37 kg. Viven alrededor de 30 años. Foto: Rhett A. ButlerHasta 1996, se consideraba que el género Pongo contaba con una sola especie, pero ahora se sabe que son 3: el de Borneo (Pongo pygmaeus, que cuenta con 3 subespecies: P. p. pygmaeus, P. p. morio y P. p. wurmbii), el de Sumatra (P. abelli) y el de Tapanuli (P. tapanuliensis, en la foto), recientemente identificado. Todos ellos habitan en los bosques lluviosos de Borneo y Sumatra. Foto: Maxime AliagaUna orangután de Sumatra hembra y su cría. El estado de conservación de los orangutanes es En Peligro Crítico, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. En el 2016, se estimó que había tan solo 100 000 individuos en estado salvaje y se calcula que la población total descenderá hasta 47 000 para el 2025. Las causas son la caza furtiva, la pérdida de hábitat y el tráfico de fauna. Dado lo amenazado de las especies, existen varios proyectos de conservación en el mundo. Foto: Rufus46 / Wikimedia Commons
Un orangután de Borneo. La fruta compone entre el 65 y 90 por ciento de la dieta de los orangutanes, pero también comen hojas, corteza de árboles, insectos, huevos de aves y hasta loris perezosos. En tiempos de abundancia de frutas, los orangutanes pueden consumir hasta 11 mil calorías, mientras en épocas de escasez, alrededor de 2 mil. Foto: Rhett A. ButlerUn orangután de Tapanuli. Los orangutanes machos, a cierta edad, presentan adiposidades distintivas alrededor del hocico, una característica preferida por las hembras a la hora de elegir pareja para reproducirse. Foto: Tim Laman / Wikimedia CommonsUn orangután de Sumatra. De entre los grandes simios, los orangutanes son los más arbóreos y pasan gran parte de su vida en lo alto de los bosques. Debido a esto, los brazos son largos y las manos de estos animales son como garfios, perfectos para moverse entre rama y rama. Foto: Rhett A. Butler
Un orangután de Borneo. Si bien pasan gran parte de su vida en los árboles, los orangutanes también se desplazan por el suelo, aunque lo evitan por miedo a depredadores como tigres, panteras nebulosas y cocodrilos. Se ha observado que en Borneo, donde no hay tigres, los orangutanes pasan más tiempo en el suelo. Foto: Rhett A. ButlerUn orangután de Sumatra. Los orangutanes son los menos sociales de los grandes simios: los machos suelen vivir solos. El día de este animal comienza con un periodo de comer de 2 a 3 horas para luego descansar hasta media tarde, donde se trasladan por su territorio. Al caer la noche, preparan sus nidos para dormir. Foto: Aiwok / Wikimedia CommonsUna orangután de Borneo hembra y su cría. Las orangutanes hembras tienen su primera cría entre los 14 y 15 años, en promedio, y dan a luz cada 8 años. Los machos no intervienen en la crianza del bebé, que depende totalmente de la madre durante los dos primeros años de su vida. Foto: Rhett A. Butler
Dos orangutanes de Borneo usan una rama como herramienta. Los orangutanes han sido investigados siempre por su gran inteligencia, siendo conocidos por su capacidad para diseñar herramientas y usar objetos de manera creativa. Foto: Rhett A. ButlerUn orangután de Borneo en un centro de rehabilitación en Sabah. Foto: Rhett A. ButlerUna joven cría de orangután de Sumatra. Foto: Rhett A. Butler