En el 2015, el Servicio Nacional Forestal de Flora y Fauna Silvestre (Serfor) creó un grupo de trabajo para actualizar la lista de especies amenazadas de flora. Aunque se prepublicó una lista de 705 especies, entre ellas al shihuahuaco, hasta la fecha no se ha oficializado.El año pasado, se realizó un segundo taller en la que el shihuahuaco fue catalogado en Peligro Crítico. Según un informe al que accedió Mongabay Latam, se proyecta que en diez años no habrá más shihuahuaco en las área de extracción de Loreto y San Martín. Lo primero que inspira un árbol como el shihuahuaco es respeto. Para alcanzar los 40 metros de altura y el metro y medio de diámetro al que puede llegar han tenido que transcurrir por lo menos mil años. Un milenio en el que, para crecer, ha competido por nutrientes con otros árboles y otras especies de flora, además de evadir la depredación humana. Ese crecimiento lento, propio de las maderas más duras del bosque, ha permitido que cada ejemplar pueda atrapar hasta 40 toneladas de carbono. Si se considera que en promedio solo una hectárea de bosque conserva 130 toneladas, uno se da cuenta de su importancia en el equilibrio climático. Una importancia similar tiene para el águila arpía y la crestada, dos especies consideradas vulnerables en el Perú, que aprovechan la copa emergente del shihuahuaco y el ángulo que forman sus ramas para construir nidos que serán reutilizados en otras temporadas. La dureza del shihuahuaco fue vista también con interés, desde hace décadas, por los fabricantes de pisos y estructuras dentro de la industria legal e ilegal de la madera. En unas pocas jornadas de trabajo, derriban mil años de vida, aunque no suelen esperar tanto para traerse abajo al shihuahuaco que cae en medio del rugido de las motosierras, que no paran hasta verlo convertido en una ruma gigante de tablillas para parquet. El número de shihuahuacos que se han tumbado en los últimos años son innumerables. Para tener una idea, un estudio reciente elaborado por un grupo de científicos para el Servicio Nacional Forestal de Flora y Fauna Silvestre (Serfor) estimó que en un período de 10 años se extrajeron en promedio 74 shihuahuacos por día. Basta hacer un simple cálculo para saber que se trata de una cifra que superaría los 250 mil árboles talados.