Un territorio de 81 000 hectáreas que incluyen nevados, lagunas y una alta biodiversidad formarían parte de la nueva área de conservación regional propuesta en la región Cusco.La crianza de alpacas y vicuñas es la principal actividad de las comunidades que rodean la cadena de nevados Ausangate, labor que sería potenciada con la creación de la ACR. Ruth le canta a las vicuñas. Y en su canto en quechua, describe a los camélidos que se lucen en los Andes peruanos, en los cerros y en las pampas al pie del nevado Ausangate, en el Cusco. Aunque en su canto no habla de las alpacas, Ruth confiesa que son en realidad sus favoritas, son parte de su vida y su familia depende de ellas. “Me siento orgullosa de ser alpaquera”, me dice luego de cantar a más de 4000 metros de altura, junto a sus campos de cultivo, donde siembra papa y maíz. Lleva una hermosa chaqueta roja, decorada con tejidos de alpaca, y un sombrero con adornos hechos de la misma fibra. Ella los teje. También hace ponchos, chullos y chompas. Me cuenta que lo que más le gusta de criar a sus animales es llevarlos a las ferias agropecuarias y mostrar sus hermosos ejemplares. Quiere, además, presentarlos algún día en el extranjero. “Mi sueño es salir adelante con mis alpacas. Ir lejos. Poco a poco, quiero salir a ferias internacionales. Eso me gustaría”, dice.