- Un enorme socavón en la montaña llevó a acelerar el proceso de cierre de una de las compuertas de casa de máquinas por donde el agua del río Cauca entra a Hidroituango.
- La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) pidió respuestas claras sobre las causas que originaron la emergencia desde finales de abril y que desencadenó la inundación de Puerto Valdivia en Antioquia.
- También se pidió solución para el retiro de residuos vegetales, la realización de batimetrías, análisis de procesos erosivos, monitoreo de calidad de aguas en el embalse, rescate de fauna en algunos sectores y mitigación del riesgo de deslizamiento.
A pesar de que el riesgo para las poblaciones que viven a orillas del río Cauca, aguas abajo del proyecto Hidroituango, había disminuido debido a la primera temporada seca del año que se ha acentuado debido a los efectos del Fenómeno El Niño, la alerta roja ─esa que muchos opositores al proyecto dicen que nunca ha desaparecido─ se volvió a activar.
El motivo de la alarma fue un gran socavón detectado en la montaña, el 27 de diciembre, al hacer exploración en la zona de casa de máquinas ─la cual tuvo que inundarse para evitar una tragedia a mediados de 2018─. El agua todavía fluye por ahí, pero su eventual cierre es indispensable para la seguridad de la obra y los habitantes que viven aguas abajo del gran proyecto hidroeléctrico. Este gran hueco llevó a que EPM tomara medidas preventivas y que el presidente Iván Duque ordenara la implementación inmediata de un Puesto de Mando Unificado (PMU) de vigilancia constante a la situación.
“Hemos realizado más de 27 reuniones de carácter permanente con la Unidad de Gestión del Riesgo y lo que nosotros esperamos, y por eso he dado las instrucciones esta semana, es estar trabajando con la Gobernación de Antioquia, con los gestores del proyecto, para monitorear y estar siempre en toda la alerta necesaria para garantizar y proteger siempre a todas las comunidades del área de influencia”, dijo Duque. El 13 de enero el presidente informó que el Ministerio de Ambiente, de Defensa y la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) estuvieron “recibiendo información y examinando la situación presentada. La instrucción nuestra es que el manejo de los nuevos eventos debe priorizar las vidas de las personas y comunidades vecinas”, añadió el presidente.
Ante la presencia del socavón dentro de la montaña se ha decidido acelerar el cierre del paso de agua por casa de máquinas. En la reunión del 13 de enero, el PMU concretó detalles para el cierre de la compuerta número 2 el 16 de enero. “Lo que se hará es cerrar una de esas compuertas con lo que el caudal que ingresa a este espacio bajará de 750 a 370 metros cúbicos por segundo aproximadamente. Con esto esperamos que el nivel del embalse suba a 405 metros sobre el nivel del mar (hoy está en 392) y poder activar de nuevo el vertedero. Cuando esto pase procedemos a cerrar la compuerta restante”, explicó el gerente encargado de EPM, John Maya, días después de que se presentara la contingencia.
Sumado a esto, hace unos días la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) encargada de hacerle seguimiento al proyecto, le hizo 28 nuevos requerimientos, los cuales se han ido agregando a los que se vienen haciendo desde finales de junio; mes y medio después de la tragedia del 12 de mayo que inundó las viviendas de decenas de personas que vivían en zona rural del municipio de Valdivia (Antioquia). En ese momento, Anla ordenó la suspensión inmediata y transitoria de los trabajos para la construcción de Hidroituango, excepto los trabajos de llenado prioritario y otros que se estuvieran ejecutando para superar la emergencia que se presentaba desde finales de abril por la obstrucción de un túnel de desvío del río Cauca.
La Anla también decidió abrir investigación preliminar porque la construcción de un sistema adicional de desviación del río se habría hecho sin contar con la modificación en la licencia que permitiera esa nueva adecuación. A esas investigaciones se sumó, el 5 de julio pasado, un informe de la Contraloría General que indicaba que varias obras adelantadas entre julio y agosto de 2015, se construyeron antes de una modificación a la licencia que solo quedó aprobada a finales de septiembre de 2016.
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A rendir cuentas
El 2019 comenzó con los nuevos requerimientos de la autoridad ambiental. Se trata de 28 requerimientos de cumplimiento inmediato, que “se relacionan con diversos temas como el retiro de residuos vegetales, realización de batimetrías ─conjunto de técnicas para la medición de las profundidades del mar, los ríos y otros cuerpos de agua─ efectos ambientales por sedimentación, análisis de procesos erosivos, monitoreo de calidad de aguas en el embalse, rescate de fauna en algunos sectores, y mitigación del riesgo de deslizamiento de la masa sobre la zona del embalse”, asegura la Anla.
Adicionalmente, se hicieron requerimientos sobre el estado biológico y clínico de fauna que ya ha sido rescatada, se pidió la validación de información relacionada con peces rescatados, reubicados o muertos y se solicitó a EPM la presentación de una alternativa para la evacuación de las aguas del río Cauca ─diferente a la utilización de la estructura de vertedero del sitio de presa─, y la presentación de informes de manera inmediata a la ANLA sobre las posibles áreas identificadas o nuevas que puedan verse afectadas por la contingencia que ha vivido el proyecto.

También se pidió “garantizar la conectividad definitiva de las comunidades afectadas por el colapso de los tres puentes peatonales y el puente vehicular en el corregimiento de Puerto Valdivia, hasta tanto se levante la restricción de alerta roja aguas abajo del sitio de presa”.
EPM se refirió a algunos de los requerimientos. “La batimetría del río y del embalse diario es un aspecto que técnicamente es difícil de cumplir. Ese estudio necesita mínimo cuatro o cinco meses y hacerlo diario tendría una gran dificultad, pero nosotros estamos cumpliendo con todos los requerimientos de la ANLA”, afirmó. Adicionalmente, en entrevista con Caracol Radio, dijo que el informe solicitado por la autoridad ambiental para los nuevos 28 requerimientos no se entregará completo pues dar respuesta a varios de los puntos solicitados requiere bastante tiempo.

En la audiencia donde la Anla hizo las solicitudes, EPM aseguró que “por temas contractuales no fue posible hacer toda la remoción de material vegetal” y se encuentran en proceso de adjudicación de un contrato con el que removerán todos los residuos. Otro de los puntos más esperados por los colombianos, y en el que nuevamente insistió Anla, es que la sociedad constructora del proyecto debe informar las causas de la emergencia. EPM dijo que “a la fecha, la firma contratada para presentar el informe no ha finalizado el contrato y este será entregado el 30 de enero”.
Además de esto, sobre algunos puntos cruciales la empresa dijo que no existe maniobra técnica para presentar una alternativa para la evacuación de las aguas del río Cauca diferente al vertedero de la presa y que a la fecha no se tiene una actividad definida hasta que no se tenga certeza sobre el estado en que se encuentra casa de máquinas ─que fue inundada para evitar una tragedia─. También aseguró que no se han podido determinar los materiales que están dentro del túnel de desviación, ni cuál es el tipo de obstrucción que presenta y que por lo tanto no se pueden evaluar los efectos ambientales por la sedimentación del mismo.

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Incertidumbre en Hidroituango
Santiago Ortega, profesor de la Escuela de Ingeniería de Antioquia, le dijo a Mongabay Latam que todavía pasa agua por casa de máquinas y que hasta que no deje de fluir por ahí no se sabrá qué tan dañado está el proyecto ni cuánto cuesta arreglarlo. “Las poblaciones todavía están en riesgo, aunque este ya no sea tan alto como el de mayo. Hasta que los túneles no estén listos y sellados no se puede decir que la situación está controlada”, asegura.
Uno de los temores de los pobladores que habitan cerca del proyecto hidroeléctrico son los microsismos, los cuales según Ortega, se siguen dando por el paso del río por casa de máquinas, “es tener agua trabajando contra la roca permanentemente”. El macizo sobre el que están las obras está siendo monitoreado y los sismos ahora son menores pues en medio de la emergencia el embalse se llenó demasiado rápido y quedó mucho aire, algo denominado como presión de poros, “cuando se sube el agua tan rápido, el aire empieza a moverse, a expandirse y hacer presión, esto aumentaba los microsismos”.
Más allá de los problemas técnicos, también están las preocupaciones de las comunidades. A Isabel Cristina Zuleta, líder del movimiento Ríos Vivos Antioquia, le preocupa que el tema de Hidroituango esté perdiendo espacio en los medios de comunicación. “Para nosotros es una estrategia dirigida por EPM orientada a normalizar algo que sigue siendo anormal. La situación sigue siendo la misma y peor por la acumulación de factores de riesgo en el tiempo”. Zuleta asegura que los movimientos de masa y los desprendimientos de roca se ha mantenido.
También le preocupan las condiciones de aislamiento para la población de Ituango. “Una compañera del movimiento murió por desatención. La creciente súbita se llevó el puente que atraviesa el río Cauca entre los municipios de briceño y el corregimiento de El Aro en Ituango. Ella sufría de asma y no pudo llegar a tiempo un hospital. El represamiento ilegal inundó los puentes que comunicaban los dos lados del río, entre los que estaban el puente pescadero, entre los municipios de Toledo e Ituango, el puente la garrucha entre los municipios de Sabanalarga, Buriticá y Peque”.
Imagen principal: EPM.
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