- Los varamientos masivos de peces podrían estar asociados a la disminución de oxígeno en el mar. Sin embargo, en América del Sur, no se han podido identificar casos debido a que no existen sistemas de medición en tiempo real.
Una investigación publicada en la revista Science da cuenta de una creciente y preocupante disminución de oxígeno en el océano. La causa: el aumento de la temperatura del agua, producto del calentamiento global, y el exceso de nutrientes descargados al mar derivados de las actividades humanas.
Esta pérdida de oxígeno, llamada desoxigenación, es uno de los impactos actuales más importantes en el océano. Incluso más que el aumento de la temperatura, aseguran los científicos. Las consecuencias ya se están viendo reflejadas en mortandades masivas de peces y hasta en cambios en la cadena alimentaria de las especies marinas.
Las recientes mortandades masivas de peces podrían estar asociados a la disminución de oxígeno en el mar, un peligroso efecto del cambio climático. ¿Cuál es la situación en América del Sur? Video: Mongabay Latam
Mongabay Latam conversó con Ivonne Montes, jefa de la unidad de Oceanografía de la Subdirección de Ciencias de la Atmósfera e Hidrósfera del Instituto Geofísico del Perú, coautora de la publicación, y con Boris Dewitte, oceanógrafo e investigador en Núcleo Milenio de Ecología y Manejo Sustentable de Islas Oceánicas ESMOI y el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas CEAZA. Ambos se encuentran desarrollando un modelo numérico para medir el oxígeno en el océano y así poder proyectar la expansión de la desoxigenación y sus implicancias. El proyecto llamado SEPICAF (South Eastern Pacific Circulation from Argo floats) es parte del sistema de observación en el Pacífico tropical y consiste en desplegar, a partir del 2020, 18 boyas que miden el oxígeno con el fin de mejorar las mediciones que actualmente se realizan.
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El funcionamiento del océano
En la naturaleza, existen áreas en las profundidades del océano muy bajas en contenido de oxígeno. Son las zonas de mínimo de oxígeno y frente a las costas de Perú y Chile, se ubica una de las más grandes del mundo.
En su estado natural, estas áreas aportan grandes beneficios a la productividad de los océanos. De hecho, es debido a la existencia de esta zona de mínimo de oxígeno que las costas de Perú y Chile se caracterizan por su riqueza pesquera. “El viento sopla en la superficie, a lo largo de la costa peruana y chilena, desplazando el agua de sur a norte y quedan vacíos que tienen que ser compensados por aguas que vienen del fondo del mar” explica Montes. Esas aguas profundas, bajas en oxígeno, pero muy ricas en nutrientes, fertilizan la superficie del océano cuando llegan a ella. Ese movimiento es conocido como surgencia. Una extraordinaria productividad se genera entonces activando toda la cadena trófica. Prueba de ello es que el Perú es el principal productor de anchoveta en el mundo.
Sin embargo, la expansión de las zonas de mínimo de oxígeno, por sobre los límites naturales, está generando graves impactos negativos en los ecosistemas y las pesquerías.
¿Cómo un fenómeno que es beneficioso para el océano puede convertirse en algo perjudicial?
Debes imaginar esto en volumen de agua. En 6000 metros de profundidad del mar, los primero 100 metros están muy oxigenados, pero ya a los 1000 metros de profundidad el nivel de oxígeno es muy bajo.
En la primera capa del océano hay muchas plantitas, el fitoplancton, que captura el CO2 que está en la atmósfera. Al momento en que las aguas profundas, ricas en nutrientes, suben a la superficie, las plantas aceleran el proceso de fotosíntesis generando mucho oxígeno. Al mismo tiempo, crean biomasa porque las plantitas son comidas por las especies filtradoras, que a su vez son comidas por especies más grandes y así hasta llegar al humano.
Pero no toda la materia orgánica que se genera en esta capa se come. Parte de ella baja en la columna de agua, se decanta en la profundidad donde ya no es comida por peces sino que es degradada por bacterias y virus que, en ese proceso, también consumen oxígeno. Ahí es donde se genera la zona mínima de oxígeno.
Luego viene nuevamente el fenómeno de surgencia que bombea el agua hacia la superficie y el ciclo vuelve a repetirse.
Eso es lo que en el océano siempre ha existido. La desoxigenación, en cambio, es la ampliación de las zonas mínimas de oxígeno producto de la intervención humana.
Según la investigación publicada en Science, el calentamiento global, causado principalmente por el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, se considera la causa principal de la desoxigenación. El aumento de la temperatura en el océano acelera el consumo de oxígeno de las bacterias, reduce la solubilidad del oxígeno en el agua y disminuye la tasa de reabastecimiento de oxígeno, desde la atmósfera, al interior del océano.
Al mismo tiempo, en las zonas costeras, la influencia de las actividades humanas, principalmente de la agricultura, aguas residuales y la combustión de combustibles fósiles, influye aún más directamente en la desoxigenación del océano.
¿Qué ocurre en las zonas costeras?
A través del río, llega hasta el océano todo lo que el humano hace en la tierra. Estos desechos tienen muchos nutrientes sobre todo fósforo y nitrato. Cuando tienes estos dos elementos lo que haces es estimular la fotosíntesis, pero también hay más degradación de materia orgánica entonces se acaba el oxígeno.
En zonas costeras se ha visto que hay un aumento de 2 % de lugares con poca cantidad de oxígeno. Por ejemplo, si entre Perú y Chile solamente habían 10 lugares con bajos valores ahora hay 20 o 30.
¿En qué consiste la extensión de la zona de mínimo de oxígeno?
Cuando la zona de mínimo de oxígeno se extiende, lo hace hacia arriba. Es decir, se acerca a la superficie, por lo tanto el hábitat oxigenado se reduce.
Hay peces que no pueden soportar el nivel bajo de oxígeno y mueren inmediatamente. Hay otros peces que sí pueden vivir mucho más al límite, porque van a comer mucho más al fondo, entonces su cuerpo empieza a generar más glóbulos rojos o cambia un poco su metabolismo para adaptarse al cambio.
Entonces el tipo de especies que tenías en superficie, que eran para consumo, van cambiando porque estaban acostumbrados a ciertos grados de oxígeno que después ya no tienen.
¿Ya hay efectos evidentes?
Cuando esta zona se expande, tiende a acercarse a la costa. Cuando eso pasa, tienes aguas con muy poco contenido de oxígeno, lo que llamamos condiciones hipóxicas y eso trae mortalidad masiva de peces que varan sobre la playa. Las condiciones hipóxicas van a volverse más frecuentes con el cambio climático.
¿Cuándo pasó un evento así la última vez?
En Sudamérica no hemos podido detectarlos porque es un fenómeno rápido y los barcos salen una semana después de que ocurre el evento. Solamente tenemos datos satelitales que no tienen mediciones de oxígeno. Pero por ejemplo en Asia, en Indonesia, en la parte norte de Estados Unidos, sí hay evidencia clara de que los varamientos han estado directamente relacionados a la cantidad de oxígeno, porque tienen instrumentos de medición que están midiendo en tiempo real.
En Chile, se han relacionado estas mortandades a la marea roja. ¿Tiene relación?
Está relacionado porque la marea roja depende de las características biológicas de la columna de agua, que a su vez dependen de la cantidad de oxígeno. Pero el fenómeno de la desoxigenación es un fenómeno complejo y no se puede decir que todos los eventos de marea roja estén asociados a esto. Es multicausal, es decir, no es el único parámetro que va a entrar en juego, pero es uno de los más importantes.
El problema es que cuando ocurren varazones no se hacen estudios sólidos para decir cuáles son las razones que produjeron la mortandad.
Lo otro es que hay estudios que han demostrado que la visión de los peces se malogra. Las especies, particularmente las del fondo, donde hay muy poca cantidad de oxígeno, ven menos, entonces cambian su estrategia de depredación y finalmente también la cadena alimentaria.
¿Hay alguna especie a la que ya le esté pasando eso?
Se ha visto en los pulpos.
Cuando tu llegas a un nivel de oxígeno diferente al que estás acostumbrado, tu cuerpo no se comporta de la misma manera. Te empieza a dar nauseas, dolor de cabeza, etc. En el caso de los peces pierden la visión, el sentido de orientación. En su desarrollo interno comienza a modificarse.
El pez comienza a sobrevivir, pero enfermo y empieza el proceso de adaptación. Por ejemplo, hay unos gusanos que lo que hacen es modificarse totalmente. Él ha dicho “no me importa ser feo, lo que tengo que hacer es sobrevivir”, entonces tú lo ves que tiene muchas curvitas y eso es porque se ha modificado. Ha dicho “cualquier burbujita de aire la aprovecho”, pero hay otras especies que no pueden, porque su historia evolutiva no les permite llegar a eso.
El tema del oxígeno es mucho más relevante que el de la temperatura en algunos casos. Porque de la temperatura escapas, pero si te sientes desorientado ya no puedes escapar.
¿Qué tan instalada está la problemática en la agenda global de los tomadores de decisiones en asuntos ambientales?
En septiembre del año pasado, hubo una conferencia internacional en la cual se hizo una declaración firmada por todos los científicos del mundo que trabajan en desoxigenación para visibilizar el problema.
Nos hemos juntado los que trabajamos en corrientes, digamos que hacemos más física, con los que trabajan en biología y bioquímica con la idea de hacer estudios multidisciplinarios para mejor entender eso justamente.
Es claro que debemos medir un poco mejor lo que está pasando en esta región para entender lo que va a pasar en el futuro. Es por eso que se propuso expandir el sistema de observación en el Pacífico tropical.
El estudio consiste en instalar boyas, que tienen sensores de oxígeno. Gracias a ellos vamos a poder tener perfiles de oxígeno en la región. El problema es que hay muy pocas observaciones históricas. Es por eso que es muy importante empezar ahora las mediciones para poder monitorear las condiciones.
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Referencia:
Breitburg, D., Levin, L. A., Oschlies, A., Grégoire, M., Chavez, F. P., Conley, D. J., … & Jacinto, G. S. (2018). Declining oxygen in the global ocean and coastal waters. Science, 359(6371), eaam7240
Imagen principal: Greenpeace.