- Wilton Fauder Orrego, funcionario del Parque Nacional Sierra Nevada de Santa Marta, en el caribe colombiano, fue asesinado el 14 de enero en la noche. La situación de seguridad en esta región del país ya había sido alertada por la Defensoría del Pueblo.
- En 2018 se hicieron 17 denuncias por amenazas a funcionarios de Parques Nacionales. Preocupa la seguridad en 11 de estas áreas protegidas.
- El actual director del Parque Nacional Sierra Nevada de Santa Marta se encuentra amenazado. En 1998 y 2004, dos directores del Parque Tayrona, también en el Caribe colombiano, fueron asesinados por proteger la riqueza natural de la zona.
Colombia comenzó la semana con una trágica noticia para Parques Nacionales y en general para la protección del medio ambiente en el país. Wilton Fauder Orrego León, guardaparque del Parque Nacional Natural Sierra Nevada de Santa Marta, fue asesinado a tiros en la noche del lunes 14 de enero en el sector de Perico Aguao, zona rural de Santa Marta, en el caribe colombiano.
Se desempeñaba como operario encargado del tema de monitoreo y vigilancia en el sector La Lengüeta, jurisdicción de Santa Marta, así como en algunos temas relacionados con la línea de Uso, Ocupación y Tenencia en el área protegida. Desde Parques Nacionales aseguran que se destacó por ser un defensor de la biodiversidad y trabajar con pasión por la protección de este gran Parque Nacional.
Orrego, de 38 años, no había recibido amenazas de muerte, pero varios funcionarios del Parque Sierra Nevada de Santa Marta y del Parque Tayrona, sí se encontraban en peligro. Así lo confirmó la Defensoría del Pueblo al indicar que la entidad había alertado del riesgo en los departamentos de Magdalena ─cuya capital es Santa Marta─ y La Guajira desde marzo de 2018. En la alerta número 45 se había hecho especial énfasis en el distrito de Santa Marta, el municipio de Ciénaga y el municipio de Dibulla.
El defensor del Pueblo, Carlos Alfonso Negret, hizo un fuerte llamado de atención a las autoridades locales y nacionales al indicar que: “cuando la Defensoría emite una alerta temprana es para trabajarla y seguir las recomendaciones. No puede ser que las autoridades municipales, departamentales y nacionales no se tomen con rigurosidad las alertas tempranas que emitimos”.
Julia Miranda, directora de Parques Nacionales Naturales de Colombia, lamentó la muerte del funcionario y destacó la labor de los guardaparques en el país. “Estamos dolidos porque en esa zona hay una gran cantidad de amenazas a la integridad del Parque Nacional, a la seguridad de la gente que vive allí y de los funcionarios. Así fue denunciado por la Defensoría del Pueblo hace casi un año y ese diagnóstico fue puesto en conocimiento del Ministerio del Interior y de la Fuerza Pública”.
La zona donde fue asesinado Wilton, y la jurisdicción de los Parques donde prestaba sus servicios, hacen parte de corredores estratégicos para mercados ilegales de armas y para el narcotráfico debido a su rápida conexión con ciudades como Barranquilla y Cartagena. Además, la Sierra Nevada de Santa Marta y sus exuberantes selvas se convierten en escondite para bandas criminales y grupos armados ilegales como los Pachenca. Mongabay Latam publicó hace poco cómo el conflicto y la guerra siguen siendo un gran problema para los cuatro pueblos indígenas que habitan en este lugar (Puede leer: Indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta siguen viviendo entre grupos armados y minería).
La labor de vigilancia y protección de la riqueza natural del país que realizan los guardaparques los pone en constante riesgo. Evitar las invasiones y realizar desalojos son algunas de las actividades que les acarrean amenazas. La principal hipótesis sobre el asesinato de Wilton Fauder Orrego, según el alcalde de Santa Marta, Rafael Martínez, tiene que ver con un intento de retoma del territorio por parte de actores ilegales que ya habían sido desterrados. No obstante, el homicidio sigue en investigación y tanto Parques Nacionales como el Ministerio de Ambiente, en Consejo de Seguridad, pidieron actuaciones inmediatas para esclarecer el homicidio.
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Parques en peligro
Lo sucedido en Santa Marta pone en evidencia la difícil situación de líderes ambientales y sociales en Colombia, a tal punto que la problemática está llegando dentro de las instituciones del Estado. Sin embargo, la muerte de Wilton Orrego no es un hecho aislado y prende las alarmas.
Julia Miranda aseguró que amenazas e intimidaciones no solo ocurren en estos dos Parques Nacionales del Caribe sino que se repiten en otras áreas protegidas del territorio nacional. Solo en 2018 hubo 17 denuncias de funcionarios de la entidad, entre ellas la de Tito Rodríguez, jefe del Parque Sierra Nevada de Santa Marta ─la misma área protegida donde trabajaba el funcionario asesinado─, a quien le llegó un mensaje con una amenaza. Aunque todo apunta a invasores y bandas criminales, aún no hay certeza de quién está detrás de la intimidación.
Datos oficiales entregados por Parques Nacionales muestran que los parques más críticos son: Sierra Nevada de Santa Marta entre los departamentos de Magdalena, La Guajira y Cesar; Macarena, Tinigua y Picachos en el departamento del Meta; Catatumbo en Norte de Santander; Paramillo entre Antioquia y Córdoba; Orquídeas en Antioquia; La Paya en Putumayo; Farallones en el Valle del Cauca; Nukak en Guaviare; y Sanquianga en Nariño. (Aquí puede ver el mapa del Sistema Nacional de Áreas Protegidas de Colombia)
Parques Nacionales cuenta con un protocolo de seguridad que se activa para atender las amenazas directas a su personal, se informa directamente a la coordinación creada por el Ministerio de Defensa y estos a su vez generan alertas a los organismos de seguridad y fuerza pública de la jurisdicción para acompañar a los funcionarios. También se adelanta la ruta de protección ante la Unidad Nacional de Protección (UNP) para evaluar el nivel de riesgo e implementar esquemas de protección en caso de que se requieran. A pesar de esto, la entidad se ha visto obligada a retirar a sus funcionarios de algunos Parques debido al riesgo que corren sus vidas, tal como ocurrió a mediados del año pasado en el Parque Nacional Tinigua (Puede leer: Colombia: Videos exclusivos muestran la impresionante deforestación en el Parque Tinigua).
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Amenazas históricas
Los Parques de la región Caribe y en especial Sierra Nevada y Tayrona, cerca de Santa Marta, han visto correr la sangre de varios de sus funcionarios.
A finales de 1994 el jefe del Parque Tayrona, Héctor Vargas Torres, fue asesinado mientras se desplazaba en su camioneta. Todo indicó que su muerte estaba relacionada con dueños de predios privados con los que se disputaban los límites de esta área protegida y a que denunció el uso de las playas para actividades de narcotráfico.
En enero de 2004, Martha Lucía Hernández, también directora del Parque Tayrona, fue asesinada de seis balazos cuando llegaba a su casa en zona urbana de Santa Marta, en horas de la noche. Su muerte se asoció inmediatamente a la labor de defensa de la riqueza natural del área protegida.
El portal Verdad Abierta, hizo un recuento de los hechos que desencadenaron en el homicidio de la funcionaria. Durante el tiempo que ejerció como directora tuvo que manejar las tensiones con los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y se enfrentó directamente al jefe paramilitar Hernán Giraldo, alias El Patrón, pidiéndole respeto por el Parque e intentando frenar la idea de las AUC de tener una base militar en el lugar. El posterior asesinato de dos turistas en una cueva del Parque llevó a que Martha Lucía pidiera refuerzos de la Policía y eso no cayó nada bien entre los paramilitares, narcotraficantes y contrabandistas.
En otra ocasión, los hombres de ‘el patrón’ intentaron extorsionarla pues aseguraban que ellos eran los encargados de mantener la tranquilidad en la región. Ella se negó a pagar. Sumado a esto, lo que terminó de enfurecer a todos los enemigos que se había ganado en la zona fue el proyecto de titulación de tierras para el Parque Tayrona ─la mayoría de predios todavía pertenecen a privados y pocos a la nación─. El resultado final fue su muerte en enero de 2004, hace ya casi 15 años.
El temor ahora es que la violencia vuelva a imponerse en una de las zonas más turísticas de Colombia, donde nuevamente la vida de quienes defienden el medio ambiente está en latente peligro. La muerte de Wilton Fauder Orrego León, el 14 de enero de 2019, se da en un momento donde los asesinatos de líderes sociales y de derechos humanos está en aumento. Cifras oficiales de la Defensoría del Pueblo indican que en el 2018 ocurrieron 172 homicidios contra líderes sociales y defensores de derechos humanos, de los cuales 158 eran hombres y 14 mujeres. Cada 48 horas una persona era asesinada.
El defensor del Pueblo, Carlos Negret, insiste en la importancia de las alertas tempranas que emite la entidad. “Lo que está sucediendo es un asunto que demanda el mayor nivel de atención y articulación del Estado. Mi máxima preocupación es que los riesgos advertidos por la Defensoría se han materializado ante los ojos de todas las autoridades; y esto viene sucediendo desde el mes de marzo del 2017. Una alerta desatendida, es una muerte no evitada; una muerte no evitada, una violación directa al deber de proteger los DD. HH.: eso es lo que ha sucedido”. La situación parece complicarse cada vez más pues solo en los primeros 15 días de enero ya han matado a nueve líderes.
*Foto de portada: Defensoría del Pueblo Colombia.
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