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Últimos lugares disponibles para las especies amenazadas

  • Una nueva evaluación actualiza las últimas áreas de distribución conocidas de cerca de mil quinientas especies animales y vegetales de 853 lugares de todo el mundo.
  • La labor de tres años apunta a ayudar a los científicos, gobiernos y conservacionistas a identificar amenazas que podrían llevar a estas especies a la extinción y buscar maneras de encararlas.
  • Los gobiernos ya están usando esta información para identificar áreas de enfoque para la conservación con el fin de proteger los últimos hábitats que quedan de las especies amenazadas.
  • Casi la mitad de los lugares identificados carecen de protección formal, a pesar de que muchos de ellos fueron señalados como importantes hace más de una década.

En un mapa nuevo están trazados los últimos refugios conocidos de cientos de especies altamente amenazadas de todo el mundo.

La evaluación actualiza el trabajo realizado por la Alliance for Zero Extinction (AZE), que se lanzó en 2005. Es vista como el primer paso en la limitación del alcance de la “sexta extinción en masa”, del planeta, que según numerosos científicos ya está en marcha.

Los sitios AZE, que representan los únicos lugares conocidos donde se encuentran muchas de las especies amenazadas o en peligro crítico de extinción, fueron actualizados por última vez en 2010. Ian Burfield, responsable de la evaluación y coordinador mundial de ciencia de BirdLife International, dijo a Mongabay que, desde entonces, el conjunto de datos de AZE se había vuelto obsoleto. Esto se debió a una serie de cambios, incluidos los taxonómicos, las evaluaciones de la Lista Roja de la UICN y el conocimiento de las distribuciones y poblaciones de las especies.

El jabalí enano tiene una población viable en el parque nacional de Manas, India. Foto: A. J. T. Johnsingh mediante Wikimedia Commons (CC BY-SA 3.0).

“Además, muchos más grupos de especies, incluyendo más plantas e invertebrados, han sido evaluados con exhaustividad por primera vez para la Lista Roja de la UICN desde 2010, lo que ofrece la oportunidad de ampliar el alcance taxonómico de los AZE”, comentó Burfield.

Durante los últimos tres años, BirdLife International trabajó en conjunto con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y la American Bird Conservancy para identificar las áreas de distribución de casi 1500 especies animales y vegetales. Todas están clasificadas por la UICN como en peligro de extinción o en peligro crítico de extinción.

En el nuevo mapa están señalados 853 puntos notorios, que representan lo que Burfield denomina ubicaciones “de última oportunidad” para unas 1483 especies en peligro de extinción o en peligro crítico de extinción. La evaluación de 2010 identificó 588 guaridas de 920 especies gravemente amenazadas.

De hecho, alrededor de cuatrocientos lugares de la lista de 2018 son sitios AZE reconocidos hace poco. Estos incluyen el parque nacional de Marojejy (Madagascar), hogar del camaleón de hoja natural (Brookesia karchei) —en peligro de extinción—, y el bosque de pantano de Tanoé (Costa de Marfil), donde se cree que vive la única población conocida del colobo rojo de Miss Waldron (Piliocolobus waldronae), en peligro crítico de extinción.

Con la evaluación se identificaron ochocientos cincuenta y tres lugares en ciento nueve países. Imagen: Cortesía de Alliance for Zero Extinction.

Sin embargo, el 43 % de todos los lugares AZE de la lista nueva no está dentro de las áreas protegidas designadas.

“Nos encontramos con la sorpresa de que un alto porcentaje de lugares AZE carecen hoy por hoy de toda protección formal —dijo Burfield—. Aun admitiendo que algunos de estos espacios recién ahora se reconocieron como sitios AZE por primera vez, esto es un impactante bajo nivel de protección para los lugares que son literalmente los últimos refugios de cientos de especies amenazadas. Muchos de estos han sido AZE desde la primera evaluación en 2005 y todavía, trece años después, siguen desprotegidos”.

Como resultado de estos nuevos datos, algunos lugares han sido eliminados de la evaluación de 2010 porque la falta de protección implica que los hábitats de las especies han sido destruidos o que las especies que ellos albergaban se extinguieron. “Las consecuencias de la inacción no podrían ser más claras”, opinó Burfield.

No obstante, no todo es pesimismo. De los poco más de ciento treinta sitios que no están más en la lista de 2018, muchos han sido también eliminados porque las especies amenazadas que albergan se han recuperado en cierta medida.

Una ranita venenosa punteada (Andinobates dorisswansonae) de Colombia, antiguamente clasificada como en peligro crítico de extinción por la UICN. Foto: © Mauricio Rivera Correa.

Asimismo, de acuerdo con Mike Parr —presidente y director de la American Bird Conservancy—, los líderes de unos veinte países ya están usando los lugares AZE con el fin de identificar zonas para la conservación.

“Está probado que las áreas protegidas bien administradas previenen las extinciones”, dijo Parr en una declaración, y agregó que ahora “necesitamos de manera urgente que los ciento nueve países y territorios con sitios AZE tomen medidas para proteger estos lugares únicos”.

Los patrocinadores del proyecto dicen que los resultados deberían servir como guía para la conservación futura dirigida a evitar extinciones.

Por ejemplo, dos especies colombianas de ranas venenosas de dardo están clasificadas ahora por la UICN como vulnerables, lo que los conservacionistas atribuyen en parte a la creación de la Reserva de Anfibios Ranita Dorada que protegía el hábitat de estas. Hasta 2014, ambas eran especies AZE: Andinobates dorisswansonae figuraba como en peligro crítico de extinción y Andinobates tolimensis estaba clasificada como en peligro crítico.

“Desde la Amazonía hasta Australia, la medida de conservación fundamentada está trabajando para salvaguardar las especies”, comentó en una declaración Craig Hilton-Taylor, director de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN. “Mientras los líderes mundiales se reúnen en Egipto […] para discutir el futuro de la biodiversidad después de 2020, son estas historias positivas de las que ellos deberían aprender para establecer metas concretas y objetivos de conservación realizables”.

El saltarín de Araripe (Antilophia bokermanni) es un ave que solo se puede encontrar en un único lugar de Brasil. Foto: © Ciro Albano.

Brasil, con su elevada concentración de sitios AZE, ahora necesita que los planes de conservación tomen en cuenta esta información y el mapa de lugares de la Alliance for Zero Extinction de Brasil, de acuerdo con la American Bird Conservancy. Ugo Eichler Vercillo, director del Departamento para la Conservación y Manejo de Especies, dijo que con el uso de este nuevo mapa se podría ayudar con el cumplimiento de los objetivos internacionales para proteger a las especies amenazadas y apartar más áreas para la conservación.

“Proteger los sitios AZE sería la manera más rápida de lograr ambos al mismo tiempo —comentó Eichler Vercillo— y debería ser una prioridad de conservación mundial”.

Brasil ha estado también “alentando a otros países con megabiodiversidad a priorizar la conservación AZE mediante una moción que se debatió en la 14.ª Conferencia de las Partes del Convenio sobre Diversidad Biológica de la ONU en Egipto”, le contó Burfield a Mongabay.

Una iguana de Jamaica (Cyclura collei). Foto: © Joey Markx.
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