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Drones con cámaras térmicas ayudan a proteger especies expertas en camuflarse

  • Los chotacabras europeos usan camuflaje y comportamiento críptico para evitar la depredación. ¿Cómo monitorear a una especie a la que legalmente no se puede molestar?
  • Unos científicos británicos usaron drones y cámaras térmicas. Tecnología para la conservación.

Las empresas forestales y de construcción en el Reino Unido deben asegurarse de que su trabajo no ponga en peligro a las especies protegidas, incluidos sus sitios de anidación. Sin embargo, en el caso del chotacabras europeo (Caprimulgus europaeus), la gran efectividad de su camuflaje hace que sea difícil de detectar dentro de un área de vegetación.

Investigadores de la Universidad de Cardiff en Gales han recurrido a las cámaras térmicas para ubicar los nidos del chotacabras como parte de un reciente estudio piloto.

Los polluelos de chotacabras esperan el regreso de sus padres. Estas aves construyen nidos abiertos en el suelo que son tan difíciles de detectar como las aves. Imagen de Mike Shewring/Universidad de Cardiff

Mike Shewring, el autor principal y candidato de doctorado de la Universidad de Cardiff, dijo en un comunicado que “los chotacabras europeos se camuflan para parecer un tronco caído o madera muerta. Anidan en el suelo y permanecen quietos cuando alguien se les acerca para evitar ser detectados, lo que hace casi imposible verlos durante el día cuando están inactivos”.

Los chotacabras europeos, como  indica su nombre en inglés (nightjars), son nocturnos, y permanecen inmóviles si una persona pasa caminando, usando su camuflaje para evitar la detección. Es fácil que los ecólogos que examinan los posibles sitios de construcción o de tala no vean a las aves escondidas dentro de la vegetación. Además, caminar entre árboles caídos mientras se realizan inspecciones de nidos en el suelo es costoso, consume mucho tiempo y es potencialmente peligroso.

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Shewring y sus colegas probaron recientemente la capacidad de las cámaras térmicas montadas en drones para detectar nidos de chotacabras como un método alternativo de inspección. Una cámara montada en un avión no tripulado puede inspeccionar un área más rápido que un equipo de observadores terrestres, potencialmente sin molestar a las aves o sus nidos. Las cámaras de detección térmica pueden encontrar aves y otros animales de cuerpo caliente escondidos dentro de la vegetación, incluso en la oscuridad.

Shewring presentó los resultados preliminares de sus pruebas piloto en diciembre de 2018 en la conferencia anual de la British Ecological Society.

Los científicos tomaron una serie de imágenes térmicas haciendo volar los drones sobre una plantación de árboles en Gales, en áreas donde los nidos de chotacabras habían sido identificados previamente por seguimiento de radio y observación directa.

Una imagen térmica de un bosque talado tomado de una cámara de detección térmica montada en un dron. Un chotacabras europeo de sangre caliente en el centro aparece como un pequeño punto rojo y el nido como amarillo contra la vegetación más fría. Los árboles caídos son aún más fríos y aparecen en un azul más oscuro en la imagen. Imagen de Skeye Ltd y Natural Resources Wales

Tomaron las imágenes a 10, 20 y 50 metros sobre el suelo al amanecer, al mediodía y al atardecer durante la temporada de reproducción de los chotacabras (entre mayo y agosto).

Los investigadores fueron capaces de detectar chotacabras europeos en sus nidos en las imágenes térmicas. Las temperaturas corporales de las aves oscilan alrededor de los 40 grados Celsius, que aparecen en las imágenes térmicas contra el fondo más frío de la vegetación o el suelo. No es sorprendente que los contornos de las aves se vieran más fácilmente en las imágenes tomadas en los momentos más fríos del día, cuando el contraste de temperatura era mayor.

Los científicos descubrieron que las imágenes tomadas a 10 metros sobre el suelo producían imágenes más útiles que las tomadas desde una altura superior. El estudio con imágenes aéreas de altitudes conocidas también les permitió estimar el tamaño del cuerpo de las aves a continuación para confirmar la especie sin acercarse demasiado.

Para evitar que los trabajadores destruyan nidos, los administradores forestales actualmente evitan las áreas alrededor de nidos conocidos o evitan el trabajo forestal durante la temporada de reproducción. Los nuevos hallazgos sugieren que los drones podrían hacer que la tarea de monitorear chotacabras europeos sea más rápida, más fácil, precisa y rentable.

Shewring le dijo a Mongabay que la inspección con cámaras térmicas montadas con aviones no tripulados también podría ser una forma rentable de examinar otras especies de aves que anidan en el suelo. Añadió que el método funcionaría mejor en los pastizales y otros hábitats de paisaje abierto, en lugar de los bosques.

“Realizamos monitoreos en pastizales hasta un metro de altura, y funcionó bien en este caso escenario”, dijo Shewring. “Cuanto más densa sea la vegetación y cuanta más agua contenga, más se oculta la firma térmica, es decir, buscar nidos a nivel del suelo a través del dosel de bosques densos probablemente no tendría éxito”.

Un chotacabras europeo (Caprimulgus europaeus) muestra su impresionante camuflaje que le permite evadir a los depredadores al quedarse quieto. Sus grandes ojos y largos bigotes lo ayudan a detectar presas de insectos en condiciones de poca luz. Imagen de Dûrzan cîrano a través de Wikimedia Commons (CC 3.0)

“Nuestros hallazgos preliminares demuestran el potencial de los drones para inspeccionar los chotacabras europeos durante su temporada de reproducción, lo que permite a los administradores forestales ubicar los nidos con mayor precisión y planificar sus trabajos adecuadamente”, dijo el supervisor del proyecto Robert Thomas en el comunicado. “Esta metodología también podría tener aplicaciones más amplias, ya que técnicamente podría adaptarse para detectar cualquier especie de sangre caliente”.

Los chotacabras permanecieron quietos en sus nidos durante los vuelos de los drones, un comportamiento característico de estas aves crípticas para evitar ser detectados por los depredadores.

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“No sabemos si los chotacabras europeos percibieron a los drones como un depredador”, dijo Shewring. “Esto sería interesante de explorar en estudios futuros para garantizar que la vista y el sonido de los drones no tengan ningún impacto negativo en los niveles de estrés o el metabolismo de las aves”.

Mientras tanto, dijo Shewring, el grupo desarrollará aún más su software y análisis este año, para caracterizar con mayor detalle la firma térmica de los nidos de chotacabras a través de vuelos adicionales de aviones no tripulados y pruebas de análisis automatizados. Añadió que esperan que los gestores forestales, que financiaron el estudio piloto, puedan comenzar a usar drones con cámaras térmicas en el 2020 para informar cómo y cuándo deberían programar sus actividades.

Esta historia fue publicada por primera vez en la web en inglés el 10 de enero de 2019.

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