- Los indígenas yukpa viven en la serranía del Perijá, en frontera con Venezuela, y han visto cómo durante años se apoderan de sus tierras, desvían sus ríos y sufren las amenazas de grupos guerrilleros y paramilitares.
- Mongabay Latam y Semana Sostenible viajaron hasta dos de sus resguardos. Los bosques del Parque Natural Regional Serranía del Perijá están siendo incinerados y los indígenas viven en difíciles condiciones de salud.
- Piden atención del Estado y se enfrentan, en medio de la escasez, a la migración de indígenas yukpa que llegan desde Venezuela.
Este artículo es una colaboración periodística entre Mongabay Latam y Semana Sostenible de Colombia.
En la mirada inocente de los niños y niñas yukpa todavía hay esperanza. Ellos juegan, ríen y saltan pese a las dificultades de su pueblo. Sin embargo, los ojos de los adultos reflejan algo distinto: impotencia, rabia y dolor por las condiciones en que viven, por la falta de tierras, por el hambre que padecen, por la deforestación y el desvío de ríos. Pero sobre todo por la indiferencia del Estado.
El pasado y el presente de los indígenas yukpa tienen tintes lúgubres. Los niños y niñas presentan altos índices de desnutrición y baja escolaridad; pocos adultos superan los 65 años. Según el Censo de 2005, en el país viven 4761 yukpa, repartidos en seis resguardos ubicados en los municipios de La Paz, Agustín Codazzi y Becerril en el departamento del Cesar, Caribe colombiano, que suman 34 064 hectáreas.
La historia en 1 minuto. Video: Mongabay Latam.
En estos territorios se encuentran varias zonas de reservas con ecosistemas frágiles y la mayoría de la población yukpa vive hacinada en la parte alta de la serranía del Perijá, donde la tierra es más árida. Los ríos en los que pescaban sus ancestros están contaminados, algunos casi secos, y los peces escasean por la falta de oxígeno. Además, los cultivos de palma han desviado los pocos afluentes que sobreviven. El futuro para ellos es desolador.
Semana Sostenible y Mongabay Latam visitaron los resguardos Iroka (que tiene 8678 hectáreas de tierra y más de 3000 habitantes) y Sokorpa (de 25000 hectáreas y 1362 personas), para conocer de primera mano los problemas que atraviesan los yukpa. Ese pueblo transfronterizo con Venezuela que sufre los rigores de muchas comunidades en zonas limítrofes olvidadas por los gobiernos local, regional y nacional.