Las primeras gestiones para proponer la creación de la Reserva Nacional Mar Tropical de Grau comenzaron en el 2010. Entonces se empezó por resaltar la necesidad de conservar la biodiversidad marina de Isla Foca.

Tres años más tarde, el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) sugirió pensar en un área de protección más grande. Además de Isla Foca, sumar la zona de Cabo Blanco-El Ñuro (16 618 ha), en Piura; y a los Arrecifes de Punta Sal (18 435 ha) y al Banco de Máncora (51 776 ha), estos últimos en Tumbes. Alrededor de 116 mil hectáreas que se encuentran íntegramente en el mar. “Un ecosistema que no está representado en el país y tenemos el mandato de hacerlo”, agrega Pedro Gamboa, el jefe del Sernanp.

Se esperaba que el área fuera declarada durante el gobierno del expresidente Ollanta Humala, pero no se consiguió. Las acciones volvieron a retomarse en el 2018.

¿Qué es lo que falta para que la nueva reserva sea declarada? Primero: la consulta. A fines de febrero comenzó este proceso que contempla reuniones en 50 caletas de Piura y Tumbes, y con sectores productivos involucrados con las actividades del área, como hidrocarburos, pesca y turismo. Segundo: la elaboración del expediente final. Este documento dejaría el camino libre para que el Perú cuente con su primera área natural protegida 100 % marina.

Pedro Gamboa del Sernanp señaló a Mongabay Latam que esperan que para mediados de este 2019 ya se cuente con la nueva reserva.

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2. Biodiversidad única: ¿Qué es lo que se busca conservar?

 

 

 

Un espacio único que se forma por la convergencia de dos ecosistemas marinos: las aguas cálidas del Mar Tropical del Pacífico Oriental, que inician en México y llegan al norte del Perú; y el sistema Humboldt, de aguas frías y rico en nutrientes. Esta reunión genera una zona de transición única, señala el biólogo marino de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, Yuri Hooker.

Comenta también que ballenas jorobadas llegan a reproducirse, que existe una gran concentración de tortugas marinas, mantarrayas y tiburones martillo. Además, existe una cantidad importante de especies endémicas de invertebrados como corales, anémonas, moluscos y crustáceos.

“Hay unas grandes anémonas de tubo de colores como el morado, el amarillo limón, con manchas azules, que solo se conocen en esta área, así como el caballito de mar (Hippocampus ingens)”, comenta Hooker.

El biólogo marino señala que hay que ir más allá y no ver a los ecosistemas marinos solo como espacios de aprovechamiento. “No podemos ver al mar solo como fuente de consumo, sino como el que alberga una biodiversidad que aún no es prioridad en el país”, dice Hooker.

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3. Las amenazas: muerte, piratas y desembarques clandestinos

 

 

 

Quebrada Verde, entre las caletas El Ñuro y Cabo Blanco, es uno de los puntos utilizados por las embarcaciones ilegales para descargar los productos marinos extraídos. Ese fue uno de los lugares donde se pudo comprobar la presencia de las arrastreras operando a menos de una milla de la costa.

Para buscar una respuesta a la necesidad de fiscalización de esta actividad ilegal prohibida dentro de las cinco millas, Mongabay Latam buscó la versión de las capitanías de Paita y Talara, así como de la Marina en Lima. Ninguna respondió hasta la publicación de la nota.

Desde el Ministerio de la Producción, el viceministro de Pesca Javier Atkins explicó que el Sistema de Formalización de la Pesca Artesanal (Siforpa) es el llamado a poner en regla este tipo de actividad e identificar a quien no debe operar dentro de las cinco millas. “Ya se han inscrito y ahora vamos a hacer la verificación en campo de estas inscripciones”, dijo Atkins.

Rafael Morales, administrador del muelle de El Ñuro, reveló un problema más en Quebrada Verde. “Hay ilegales que tienen sus permisos de pesca porque han completado información falsa y usado fotos de barcos artesanales de otros usuarios”, denunció. Y esto fue confirmado por Mónica Alzamora, coordinadora del programa Marino Costero de Naturaleza y Cultura Internacional, quien ha recibido quejas en Piura y Tumbes de pescadores que alegan que sus embarcaciones han sido utilizadas para tramitar permisos de pesca artesanal para diferentes tipos de botes.

En caletas como Zorritos y Puerto Pizarro, en Tumbes, la situación se complica con la presencia constante de piratas peruanos y ecuatorianos que desmantelan los botes artesanales, llevándose equipos y la pesca de días. “Ya son 16 hermanos pescadores que han fallecido por los piratas”, cuenta Miguel Martínez, presidente de armadores de pesqueros artesanales de Zorritos.

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4. Contaminación marina

 

 

 

La relación que tiene la caleta de Cabo Blanco con la extracción del petróleo data de 1968. Hoy existen 25 plataformas operando dentro de las cinco primeras millas, frente a las costas de Cabo Blanco y un grupo de pescadores que pide que no se instalen más plataformas en el mar.

Don Santos cree que esa mancha oleosa que apareció en el mar cuando lo acompañábamos es una microfuga de las plataformas operadas por la empresa Savia Perú. Los pescadores aseguran que ven estas manchas al menos una vez al mes en esa área.

Según información de PeruPetro, la empresa estatal encargada de suscribir y supervisar los contratos de exploración y explotación de hidrocarburos en el país, a noviembre del 2018, son cinco los lotes que se encuentran en el área propuesta para conservación, de los cuales cuatro se encuentran en explotación

El Organismo Especializado en Fiscalización Ambiental (OEFA) informó que, en los últimos dos años, atendieron dos denuncias, pero que en ambos casos no se pudo comprobar ningún problema de fuga. Sin embargo, a inicios de febrero, OEFA confirmó que sí hubo una fuga de gas a 500 metros del muelle La Providencia, en Talara, en el mismo lote Z-2B. Ante el peligro del hidrocarburo en el agua, OEFA tomó muestras y ordenó a la empresa Savia que cambie una tubería corroída que encontró en esta zona.

De acuerdo con información del Organismo de Supervisión de Energía y Minería (Osinergmin), Savia debió adecuar sus operaciones y equipos a un sistema de integridad de tuberías, es decir, que funcione de forma segura. Tenía como plazo el 20 de octubre del 2016. Sin embargo, Savia Perú no cumplió con el mandato. Ocho días después de vencido el plazo, les llegó un salvavidas: el MEM les otorgaba un nuevo plazo para esta adecuación. Según Osinergmin, este debe culminar el 01 de mayo del 2020, casi cuatro años después del vencimiento del primer plazo.

Sobre el tema, Savia respondió a Mongabay Latam que se acogieron a la exoneración del MEM para “llevar a cabo un proceso de adecuación óptimo y con los mejores estándares”.

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5. Las objeciones

 

 

El sector hidrocarburos tiene objeciones frente a la creación de la reserva marina: la posible afectación de las inversiones en este rubro. Esto a pesar de que el jefe del Sernanp, Pedro Gamboa, y la saliente ministra del Ambiente, Fabiola Muñoz, aseguraron que la creación de la reserva no restringirá las inversiones en hidrocarburos ni pesca.

“Creemos que es beneficioso para las empresas que podamos estar presentes en el área donde operan, porque ante nuevas denuncias de derrames podemos comprobar rápidamente la situación”, agrega Gamboa.

La Sociedad Peruana de Hidrocarburos (SPH) insiste en que la Ley de Áreas Naturales Protegidas impedirá un normal desarrollo de estas actividades.

“Cuando sobre una actividad económica pones un área natural protegida, todas sus reglas de funcionamiento cambian, al punto que sus actividades se hacen inviables. En las zonificaciones que contempla la Ley de ANP ninguna permite expresamente las actividades de hidrocarburos”, señaló. De acuerdo con la SPH, el Perú no podrá acceder a esta riqueza de hidrocarburos de continuar esta restricción.

“En estos pequeños derrames, el daño mayor se da sobre el plancton, un impacto que no siempre vemos”, dice  el biólogo Hooker. “Aquí es donde los peces invertebrados dejan sus larvas y huevos. Cuando una masa de aceite flota, esta se adhiere y mueren millones por metro cuadrado”, comenta. Cuando el problema es mayor, el especialista señala que las consecuencias son más fuertes. “Si se echa dispersante de petróleo, las partículas de hidrocarburo se aglomeran y se hunden, cubren corales, esponjas, conchas, algas”, dice Hooker.

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6. La espera continúa

 

 

Hace seis años que el Sernanp comenzó las gestiones para la creación de la ahora Reserva Nacional Mar Tropical de Grau y creen que a mediados de año podría declararse esta área. Mientras tanto, las consultas continúan en el norte y solo falta la elaboración del expediente final.

La creación de esta área protegida se convierte así en una alternativa para las 25 000 familias de pescadores que se encuentran en el área de influencia en Piura y Tumbes. “Nosotros tenemos los botes, el ánimo, la necesidad de poner orden en nuestro mar”, sostiene Bernardino Panta de El Ñuro.

Los pescadores esperan que la gestión de Martín Vizcarra sea con la que logren la protección de su ecosistema marino. “A la tercera va la vencida”, dice José Isabel Arisméndiz, uno de los legendarios defensores de la creación de la reserva desde el 2010, quien no olvida que la propuesta ya ha pasado por las manos de tres gobiernos.

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