Mongabay Latam recorrió la zona donde el último viernes murieron dos agricultores tras un enfrentamiento con la policía. En dos años, los sembríos de coca han deforestado más de 6500 hectáreas y han ingresado a las zonas de amortiguamiento del parque Bahuaja Sonene y la reserva Tambopata.En ambas zonas se han encontrado laboratorios rústicos de pasta básica de cocaína. El jefe del proyecto Corah, a cargo de la erradicación de cultivos ilícitos, señala que continuarán con la intervención, mientras las autoridades locales exigen la presencia de Devida. “Hay que sentarnos a conversar”, dice Julián*, mientras sacude su capa empapada de lluvia y busca un lugar seco entre las piedras dispersas en la orilla del camino. Acabamos de llegar al centro poblado de Lechemayo, a la altura del kilómetro 341 de la carretera Interoceánica, en el distrito puneño de San Gabán, provincia de Carabaya. Acaba también de terminar un fuerte aguacero, pero rápidamente el cielo se abre y se iluminan las pequeñas colinas, dejando expuestas unas cinco hectáreas de hoja de coca que crecen ilegalmente a unos pocos metros de la carretera. Los cultivos se extienden más allá de las colinas. “Yo también estoy impresionado”, añade Julián, adivinando mi asombro. Él, que vive cerca de Mazuco, en Madre de Dios, y que trabaja en empleos eventuales de construcción, no venía a Lechemayo desde hacía un año. En ese entonces, Julián recuerda que esas hectáreas que vemos ahora eran de piña, uno de los principales productos agrícolas de todo el Bajo Inambari. Sin embargo, este escenario empezó a cambiar agresivamente durante el último año, cuando los cultivos ilegales no solo recuperaron el terreno perdido, sino que ganaron muchas hectáreas más. La historia en 1 minuto. Video: Mongabay Latam. La resiembra y nuevas plantaciones han generado un clima de resistencia en San Gabán. Más aún cuando en las últimas semanas empezó a correr un rumor de que el Proyecto Especial Corah —a cargo de la estrategia de erradicación de cultivos ilícitos en todo el territorio nacional— ingresaría a la zona. Este rumor se confirmó el viernes último, unas semanas después del recorrido de Mongabay Latam, cuando el Corah levantó nuevamente un campamento en la zona. Esta base de operaciones albergará a 600 trabajadores —además de agentes policiales— para la cuarta erradicación de cultivos ilegales. La cuarta en quince años. La resistencia se hizo evidente cuando dos agricultores fallecieron, el viernes 12, tras un enfrentamiento con la policía.