- Los indígenas tikuna se han propuesto cuidar sus bosques en una zona de Perú donde los cultivos ilícitos le han declarado la guerra a la conservación.
- Equipados con celulares, GPS y mapas se enfrentan a taladores y narcotraficantes, y estos responden amenazándolos de muerte. Estos hombres y mujeres, los olvidados de la frontera, ruegan que por una vez el Estado los escuche.
“Yo era apu de la comunidad, estaba haciendo una reunión con el profesor y otras autoridades, y a las 8 de la mañana hemos escuchado que venían unos botes por aquí en cantidad, una chalupa, venían disparando, haciendo tiros. Y el otro grupo, los que estaban en el bote, subieron a la comunidad y comenzaron a correr armados, hacia esa casa de allá y los otros disparaban”, recuerda Pablo García, habitante de la comunidad tikuna Buen Jardín de Callarú, desde el lado peruano del Trapecio Amazónico.
La batalla que describe Pablo ocurrió en el 2014. Ese día dos bandas de narcotraficantes se enfrentaron a balazos en su comunidad, sin importarles las vidas de las familias que corrían para buscar un lugar seguro. Un año después llegó la segunda campaña de erradicación de cultivos ilegales de hoja de coca.
En la triple frontera que comparten Perú, Colombia y Brasil episodios como este no son esporádicos. Los cultivos ilícitos están presentes en los bosques peruanos y dispersos en pequeños parches que invaden muchas veces las tierras de las comunidades indígenas. Los habitantes de las comunidades mencionan que ciudadanos colombianos les compran su producción y que son los que manejan los laboratorios de procesamiento
La historia en 1 minuto. Video: Mongabay Latam.
En medio de este escenario, Pablo García y los habitantes de Buen Jardín de Callarú decidieron dejar esta economía ilegal y apostar por cultivos legales como el cacao, la yuca y los frutales. Pero también se convencieron de la importancia de cuidar sus bosques y de monitorearlos con la ayuda de tecnología.
¿Qué es lo que está en juego cuando quieres cuidar el bosque?
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Tecnología como mecanismo de defensa
Buen Jardín de Callarú es una comunidad tikuna situada en la región amazónica de Loreto, un punto más en el mapa de la provincia de Mariscal Ramón Castilla, distrito de Yavarí.
Cuando buscamos a Pablo García en esta comunidad para conocer los peligros que enfrentan por tratar de defender sus bosques, nos dijo que acababan de encontrar un nuevo parche de deforestación: 30 hectáreas de las 1771 que posee la comunidad.
Este tipo de hallazgos son posibles porque hoy conocen muy bien los límites de su territorio. No solo por los patrullajes, sino porque cargan con celulares que cuentan con una aplicación que les permite vigilar satelitalmente sus bosques.