- El último reporte de MAAP revela seis casos en los que el uso de esta tecnología ha permitido reunir evidencia para iniciar acciones legales.
- Los administradores de seis concesiones hallaron dentro de su territorio tablones de tornillo y cedro recién talados, dragas siendo operadas por mineros ilegales y hasta un centro de acopio montado en un terreno vecino para cargar madera.
Sara Hurtado aprendió a volar un dron para vigilar a los taladores ilegales que invaden su territorio. Ella administra una concesión forestal de castaña en la provincia de Tambopata, en la región de Madre de Dios, y cuenta que cada 15 días que recibe una alerta de deforestación sale al campo para verificar la información recibida y registrar el hallazgo para llevarlo ante las autoridades.
Flor Rumayna y Félix Vera, la primera con una concesión para ecoturismo y el segundo con una maderable, también han sumado la tecnología a sus tareas de vigilancia.
La historia en 1 minuto. Video: Mongabay Latam.
Los problemas que enfrentan Sara, Flor y Félix —agrupados en la AsocIación de Concesionarios Forestales Maderables y no Maderables de las Provincias del Manu, Tambopata y Tahuamanu (ACOMAT)— van desde la minería y tala ilegales, hasta las invasiones de pequeños productores que desmontan el bosque para sus actividades agrícolas.
Antes de sumar el uso de aplicativos en sus celulares para detectar las alertas de deforestación y los drones para registrar en video la ilegalidad, estos tres habitantes solían patrullar sus territorios a tientas, sin un destino claro en su plan de vigilancia. En el camino, además, corrían el riesgo de toparse con los invasores y verse expuestos a distintas amenazas.
Pero desde que han sumado la tecnología a sus patrullajes, asesorados por los expertos de la organización Conservación Amazónica (ACCA) se sienten más seguros cuando van al campo.
“Nos evitamos el choque inmediato con los infractores que muchas veces se ponen agresivos y pueden dañarnos físicamente”, explica Sara Hurtado.
El último reporte del Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP) de ACCA revela esta semana como seis concesionarios afectados por actividades ilegales han logrado reunir evidencia, valiéndose de imágenes satelitales y drones, que han dado pie a la apertura de investigaciones en la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (FEMA) de Madre de Dios.
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Tecnología para proteger los bosques
A fines de 2016, los expertos de ACCA pusieron en marcha un proyecto de monitoreo integral —con el apoyo de la Agencia Noruega de Cooperación para el Desarrollo (NORAD, por sus siglas en inglés ) y el Fondo Internacional de Conservación de Canadá (ICFC, por sus siglas en inglés)— para ayudar a personas comprometidas con el cuidado de sus bosques a atacar la ilegalidad.
El acuerdo lo hicieron con 14 integrantes de la ACOMAT, todos ellos situados en la Amazonía sur peruana, para enfrentar la deforestación en una extensión que bordea las 197 000 hectáreas. El trabajo incluyó fortalecer las capacidades de la asociación, capacitarlos en el uso de las herramientas de monitoreo y promover patrullajes constantes.