Mongabay Latam y LatinClima, esta última con apoyo de la Cooperación Española (AECID) por medio de su programa Arauclima, presentan seis historias periodísticas que dan a conocer algunas de las más exitosas estrategias de conservación que se realizan en Centroamérica.¿Qué se está haciendo en la región para proteger los ecosistemas marinos y terrestres y así preparar a las comunidades para adaptarse al cambio climático y mitigar sus efectos? Desde que se tienen registros, los últimos cinco años han sido los más calurosos de la historia y se proyecta que esta tendencia sea la norma en el futuro próximo. Es innegable que tanto la atmósfera como los océanos se han calentado como consecuencia del cúmulo de gases de efecto invernadero —principalmente dióxido de carbono, metano y óxido nitroso—, los cuales se vienen emitiendo e incrementando desde 1850. “Las concentraciones de dióxido de carbono han aumentado en un 40 % desde la era preindustrial debido, en primer lugar, a las emisiones derivadas de los combustibles fósiles y, en segundo lugar, a las emisiones netas derivadas del cambio de uso del suelo”, indica el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) —máxima autoridad científica en el tema— en su último informe de evaluación (AR5). Con lo emitido a la fecha, la temperatura media de la tierra se ha incrementado 1°C en tan solo 150 años. La naturaleza no puede permitirse un calentamiento superior a los 2°C e, idealmente, este no debería superar ni siquiera los 1,5 °C. De hecho, el ser humano tampoco puede permitir que eso suceda, ya que sin biodiversidad y ecosistemas, las personas se quedarían sin servicios ambientales como regulación hídrica, las fuentes de materia prima para medicamentos, seguridad alimentaria, polinización y control de plagas en cultivos, entre otros.