- Desde el 2011 se han liberado al menos 60 ejemplares de Ara macao en Copán, al occidente de Honduras, donde hace 1000 años el ave era considerada una deidad por los mayas.
- Al inicio el proyecto despertó suspicacias y llegó a decirse que las guacamayas dañarían las esculturas mayas. Hoy en día, la población se ha involucrado y aboga por su protección. Incluso hay un festival dedicado a estas aves.
Dubis Ruano tiene 17 años, es hija de campesinos y estudia contabilidad en un instituto de secundaria. Ignora algunos detalles de lo que se está haciendo para proteger y reproducir a la guacamaya roja, pero sabe que miles de turistas llegan al Valle Sagrado de Copán, en Honduras, por dos razones: para ver las Ruinas Mayas y, desde hace algunos años, para admirar el despliegue de color y gracia del Ara macao en ese firmamento azul que alguna vez sirvió a una población milenaria para hacer predicciones climáticas y precisiones aritméticas.
“Es importante cuidar la guacamaya porque mucha gente viene a verlas y eso es bueno para el pueblo, para los mototaxistas y los restaurantes, para los que venden artesanías y los hoteles. Es bueno para todos”, dijo esta tímida joven, mientras esperaba sentada, en el parque de Copán Ruinas, a que abriera el negocio donde está haciendo su práctica profesional contable.
La historia en 1 minuto. Video: Mongabay Latam.
Y es que Copán Ruinas está viendo el renacer de la guacamaya roja. Esta región del occidente de Honduras ha tenido asentamientos humanos desde hace 2000 años, y desde el siglo V hasta el IX fue la capital del reino maya. Como prueba de ese legado prevalece una ciudad ceremonial hecha en piedra donde aún pueden observarse cabezas de guacamaya en el parque de pelota, en piezas de cerámica y en glifos donde se vincula al ave con algunos de sus dioses.
Durante siglos la guacamaya roja predominó en al menos 11 de los 18 departamentos de Honduras, pero la deforestación y la depredación humana lograron exterminarla, al grado que, en la actualidad, solo existe de forma natural en La Mosquitia y Olancho, mientras que está siendo reintroducida en los departamentos de Islas de la Bahía (Caribe de Honduras), Zacate Grande (zona sur) y Copán (occidente).
Copán Ruinas es una comunidad ubicada a 413 kilómetros al noroeste de la capital, Tegucigalpa, y a 180 kilómetros de San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante de Honduras. Sus 40 000 pobladores —incluyendo 62 aldeas y 43 caseríos— viven principalmente de la agricultura y del turismo, derivado del parque arqueológico maya. Ellos han asumido la reproducción de la guacamaya roja como algo propio. De hecho, hoy en día existen guacamayas pintadas en muchas paredes de casas y negocios, hay promociones de hoteles con su nombre, platillos de restaurantes, una bebida oficial de Copán Ruinas: ‘Guacamaya spirit’, e incluso, un festival anual: ‘El Guacamaya’s Fest’.