- Las últimas expediciones en el Golfo de California, México, para estudiar la vaquita marina, el cetáceo más pequeño del mundo, han tenido como resultado avistamientos de vaquitas madres y crías. Esto, afirman los investigadores, indica que los mamíferos todavía se reproducen a pesar de las amenazas.
- Esta noticia es esperanzadora, pero el futuro del mamífero todavía corre peligro debido al uso continuo de las redes de pesca ilegales en su hábitat, indican los expertos.
Puede haber una luz de esperanza para la vaquita marina, el cetáceo más pequeño de mundo, un grupo que incluye ballenas, delfines y marsopas. La vaquita también es el mamífero marino más amenazado del mundo, casi extinto debido a que se enreda en las redes de pesca.
Las últimas expediciones para estudiar el mamífero en el norte del Golfo de California, México, han tenido como resultado avistamientos de vaquitas madres y crías. Esto, afirman los investigadores, indica que las pequeñas marsopas todavía se reproducen a pesar de las amenazas.
“Así que las buenas noticias son que están teniendo crías”, le dijo Lorenzo Rojas-Bracho, quien dirige investigaciones sobre mamíferos marinos en la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas de México (CONANP), al San Diego Union Tribune. “Y tenemos a las sobrevivientes que han podido subsistir todos estos años y es importante protegerlas, porque la supervivencia de la vaquita depende de estos especímenes que tenemos ahora”.
Durante el verano de 2018, se estimó en un estudio que menos de 19 vaquitas (Phocoena sinus) sobrevivían en el Golfo de California. En la investigación realizada entre agosto y septiembre, los científicos vieron lo que sostienen eran probablemente seis vaquitas diferentes. Durante una expedición posterior en octubre, los investigadores afirmaron que observaron a las vaquitas varias veces, incluidas seis vaquitas diferentes en dos grupos. También avistaron tres pares de madres y crías, explicó Rojas-Bracho.
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También entre 2017 y 2018, los investigadores observaron madres y crías de vaquitas. De hecho, vieron a la misma hembra con dos crías distintas en 2017 y 2018, lo que indica que las vaquitas pueden ser capaces de tener crías cada año. Los científicos previamente creían que las vaquitas daban a luz cada dos años.
Esta noticia es esperanzadora, pero el futuro del mamífero todavía corre peligro debido al uso continuo de las redes de pesca ilegales en su hábitat, indicó el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA) en un informe publicado a principios de 2019.
En 1997, los estudios estimaban que había alrededor de 560 vaquitas marinas en la parte norte del Golfo de California, el único lugar donde se sabe que viven. Su número se ha reducido a menos de la mitad en una década y en 2015 se estimaba que quedaban menos de 60 especímenes.
La disminución catastrófica de la población de vaquitas está vinculada con la disminución de otro pez en peligro crítico de extinción llamado totoaba (Totoaba macdonaldi). Las vejigas natatorias secas de la totoaba, también llamadas buches y apodadas “cocaína acuática”, son muy buscadas por su supuesto valor medicinal en Asia. Estos buches alcanzan precios muy altos en China continental y Hong Kong, y se pueden vender hasta por $47 000 en mercados negros locales, según la ONG Elephant Action League (EAL).
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La pesca comercial de la totaba fue prohibida en México en 1975, pero la pesca que utiliza redes de enmalle continúa. Las vaquitas marinas son consideradas daños colaterales dentro de este comercio ilegal, se enredan y ahogan en las redes colocadas para las totoabas, así como otros peces y camarones que se venden en México y EE. UU.
A fin de proteger a la vaquita, el gobierno mexicano creó un refugio para estos animales en la parte central de su hábitat en la parte norte del Golfo de California y prohibió redes de enmalle en el refugio a partir de 2015. Pero la prohibición no se aplica de manera estricta, sostienen los investigadores.
“Hay leyes escritas, pero no hay protección seria”, le indicó al San Diego Union Tribune, Robert Pitman, biólogo marino jubilado de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica.
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La prohibición sobre el uso de las redes de enmalle, no obstante, afectó a los pescadores locales que utilizaban el aparejo de pesca para capturar otras especies. Se suponía que recibirían compensaciones económicas del gobierno mexicano, pero según consta, no hubo más pagos a partir de comienzos de 2019, informó Mongabay en octubre.
Como resultado, los pescadores que cumplen la ley están frustrados, porque quienes desobedecen las reglas siguen beneficiándose de la pesca con red de enmalle, sostuvo Carlos Tirado, líder de un grupo regional de cooperativas pesqueras, en una declaración en octubre de 2019.
“Estamos entre la espada y la pared: entre el crimen organizado y los problemas derivados de las actividades ilegales en el área y la presión hacia el sector de la pesca comercial por parte del gobierno”, explicó Tirado. “Los más perjudicados son nuestras organizaciones pesqueras que cumplen las reglas. Los más beneficiados son los pescadores ilegales”.
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