Una promotora hotelera española planea construir un nuevo complejo en un territorio costero protegido de la Republica Dominicana.La oposición de los ambientalistas impulsó al gobierno a pedir que el proyecto se detuviera temporalmente en febrero mientras se esperaba el resultado de una evaluación que se realizará en marzo. Una coalición de ambientalistas lucha para evitar que la empresa española Globalia construya un complejo de ecoturismo en el borde del Parque Nacional Cotubanamá, uno de los últimos fragmentos de selva baja prístina que quedan en la República Dominicana. La batalla sobre el proyecto ha llegado incluso hasta la oficina del presidente, y ha despertado inquietudes sobre si se están priorizando los ingresos del turismo sobre la preservación de un ecosistema crucial para la supervivencia de especies amenazadas y la disponibilidad de agua en la región. “Ha sido difícil centrarse en otra cosa, cuando sabes que las excavadoras y una brigada de 150 personas están a tres minutos de talar el bosque que intentamos salvar”, dice Yolanda León, bióloga y presidenta de la ONG conservacionista Grupo Jaragua. La organización ha unido sus fuerzas con otras 11 en una coalición dedicada a detener el proyecto. El promotor hotelero, Globalia, sostiene que su plan tendrá pocos impactos y es ecorresponsable. Lee más | “La pérdida de bosques tiende a propagarse alrededor de las carreteras”: entrevista a Mónica Moraes “No esperábamos esta reacción y no nos habíamos preparado para ello”, dice Miguel Uriondo, director de comunicaciones en Globalia. “Para nosotros, lo razonable sería que los ambientalistas estuvieran de nuestra parte […] Aún no comprendemos del todo por qué no celebran que sea un proyecto con bajos impactos que va de la mano con todas las tendencias globales de ecoturismo”. Globalia ha llamado al proyecto Leaf Bayahíbe, y se refiere a este como “un proyecto pequeño pero ambicioso de 96 habitaciones en cabañas de madera […] que tendrá un impacto mínimo en el ambiente”. Uriondo describe sus planes de contratar a un equipo de botanistas, ornitólogos, herpetólogos, arqueólogos y expertos marinos y en cuevas en su esfuerzo de asegurar un impacto mínimo para el entorno cercano.