- El futuro de las operaciones implementadas para atacar crímenes ambientales es ahora incierto, después de la destitución a mediados de abril del director de Protección Ambiental del IBAMA Olivaldi Azevedo.
- El 20 de abril, el Ministerio Público Federal de Brasil (MPF) puso en marcha una investigación sobre el despido de Azevedo que cuestiona si las operaciones del IBAMA en el estado de Pará se verían afectadas y citan los riegos a la población indígena de la región.
La agencia ambiental de Brasil, IBAMA, ha intensificado sus actividades en la lucha contra los crímenes ambientales durante la crisis del COVID-19, sobre todo frente al peligro de que madereros, acaparadores de tierras y mineros ilegales puedan contagiar a las poblaciones indígenas. Sin embargo, según los expertos, la continuidad de estas operaciones es ahora incierta después de la destitución del director de Protección Ambiental del IBAMA.
El 19 de abril, fecha en la que se celebra el día del indígena en Brasil, el principal programa de noticias de la noche del domingo del país, ‘Fantástico’, mostró un vídeo de las misiones de IBAMA para el cumplimiento de las regulaciones. En las imágenes se podía ver la destrucción de material usado por los mineros ilegales en las reservas indígenas del estado de Pará, en la región del Amazonas. El programa también detallaba las investigaciones detrás de la apropiación de tierras en dos reservas indígenas en Pará.
Era la segunda semana consecutiva que ‘Fantástico’ difundía imágenes de los agentes de IBAMA en las que destruían material de la minería ilegal en Pará, lo cual, según los expertos, llevó a la destitución a mediados de abril del director de Protección Ambiental Olivaldi Azevedo.
“[Fue destituido] porque no podía detener las acciones de control”, dijo a Mongabay Elizabeth Uema, una antigua empleada de IBAMA y secretaria ejecutiva de la Asociación Nacional de Carreras de Especialistas en el Medio Ambiente (ASCEMA), que añadió que el despido estaba directamente relacionado con el éxito de las misiones de de cumplimiento de las regulaciones.
El presidente Jair Bolsonaro se ha manifestado repetidamente en contra de que las autoridades destruyan material de la minería ilegal, y sus ministros se han reunido con representantes del sector de la minería artesanal.
El despido de Azevedo fue ampliamente celebrado en páginas de Facebook y grupos de WhatsApp dedicados a los mineros ilegales vistos por Mongabay. “Esta mie…debería haber sido arrestada por lo que hizo”, escribió uno de los usuarios en Facebook.
El 20 de abril, el Ministerio Público Federal de Brasil (MPF) puso en marcha una investigación sobre el despido de Azevedo, que cuestiona si las operaciones del IBAMA en el estado de Pará se verían afectadas y citan los riegos a la población indígena de la región.
Uema dijo que, aunque puede que la experiencia de Azevedo no se eche de menos en la agencia, dichas perturbaciones pueden poner en peligro las operaciones en curso que requieren una planificación meticulosa.
El temor de que algunos de los empleados con más experiencia que trabajaban en el cumplimiento de las regulaciones también pudieran ser despedidos empezó a circular después de ese despido, y ese temor todavía perdura en la agencia.
El Ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, dijo al periódico Folha de S.Paulo que la salida de Azevedo era “consensuada” y que las misiones de aplicación de las regulaciones continuarían en Pará como estaban planeadas.
Según informó Rubens Valente en su columna de noticias UOL el sustituto de Azevedo, Olímpio Ferreira Magalhães, otro policía militar de São Paulo, no tenía experiencia medioambiental hasta el pasado septiembre, cuando fue elegido por Salles para dirigir la oficina de IBAMA en la ciudad de Manaus.
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Aumentan las invasiones
Recientemente Mongabay informó sobre la creciente intrusión de forasteros en el Amazonas en medio de la pandemia, lo que suscitó inquietud por el empeoramiento del escenario en los próximos meses que coincide con informes de una caída en las actividades de control.
Según las imágenes por satélite de MapBiomas Alerta —un sistema que valida y refina las alertas de la pérdida de vegetación autóctona en todos los biomas brasileños con imágenes de alta resolución, publicadas por la revista Veja— desde diciembre 2019 hasta abril 2020, se destruyó superficie forestal que equivale a al menos 23 campos de fútbol para la minería ilegal en la reserva indígena de Kayapó en el sur de Pará.
Las últimas cifras del Instituto Nacional de Investigación Espacial del país (INPE, por sus siglas en portugués) muestran que la deforestación en la Amazonía brasileña subió un 29 % en marzo 2020 en comparación con el año anterior, lo que suscita el temor de que las bandas de extracción ilegal continúen operando sin inmutarse por la pandemia.
El gobierno de Bolsonaro ha promovido una polémica ley que permitiría la extracción minera en las tierras indígenas y la cual está esperando un voto en el congreso. El año pasado el presidente firmó una ley que los críticos dicen legaliza la apropiación de tierras, la cual caducó el 19 de mayo de este año. Los críticos dicen que ambas medidas han fomentado las invasiones de las tierras indígenas y la deforestación.
El aumento de la violencia
“¡Esta enfermedad es peor que el sarampión! ¡Es peor que las otras!” dijo a Fantástico Bedjai Txucarramãe, líder indígena Kayapó, ante las imágenes de los agentes del IBAMA en las que destruyen material de la minería ilegal.
En el estado de Rondônia, el epicentro de los incendios del Amazonas del año pasado, el líder indígena Ari Uru-Eu-Wau-Wau fue hallado muerto el sábado 18 de abril, se sospecha que fue asesinado con golpes en la cabeza, cerca del borde de la reserva Uru-Eu-Wau-Wau, la cual es un objetivo constante de los madereros y los acaparadores de tierras.
Recientemente Mongabay informó que las autoridades en Rondônia estaban vigilando a dos hombres que habían sido puestos en libertad debido a la pandemia y que habían sido arrestados en 2019 por liderar una invasión ilegal de la reserva.
En su informe anual publicado el 17 de abril, la Comisión Pastoral de la Tierra de Brasil (CPT) señaló que nueve personas indígenas fueron asesinadas en relación con conflictos territoriales en 2019, el número más alto en 11 años.
Decisión de los tribunales contra los misioneros
En la remota región brasileña de Vale do Javari, cerca de la frontera del país con Perú, los activistas indígenas están celebrando una importante victoria en los tribunales después de que un juez ordenase, citando el temor al coronavirus, prohibir la entrada a la reserva o echar de la región si fuese necesario a los misioneros estadounidenses acusados de intentar convertir a las comunidades indígenas aisladas.
“Sería un genocidio”, dijo Antenor Vaz, antiguo coordinador para la población aislada o recientemente contactada de la agencia de asuntos indígenas de Brasil, FUNAI.
Hace poco Mongabay informó sobre los presuntos planes del misionero estadounidense Andrew Tonkin así como la Misión Nuevas Tribus de Brasil para entrar en las reservas y evangelizar a las comunidades indígenas aisladas durante la pandemia. Tonkin dijo a Mongabay que no tenían ningún plan para ninguna misión ni para convertir a nadie.
*Imagen principa: IBAMA, la agencia reguladora medioambiental de Brasil, y la Policía Federal investigan la tala ilegal en la Reserva Indígena de Arara en el estado de Pará.
El artículo original fue publicado en Mongabay News. Puedes leerlo aquí.
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