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Millonarios descuentos: el salvavidas para las pesqueras sancionadas en Perú | VIDEOS

  • Para proteger la anchoveta, el principal recurso pesquero del Perú, cuando un barco llega a puerto no más de un 20 % del total de su pesca puede ser juvenil. Pero eso no se cumple. En 2019 la empresa Diamante, una de las siete pesqueras más grandes del país, registró desembarques donde más del 90 % de la pesca eran pequeñas anchovetas. 
  • Además, en 339 procesos sancionadores la empresa logró sistemáticamente reducir sus multas. De los casi 10 millones de soles con los que había sido sancionada, solo pagó 2,5 millones.  
  • Pesquera Diamante es una de las beneficiadas con 10 millones de soles por Reactiva Perú. Un programa gubernamental que fue ideado para ayudar a las pequeñas empresas golpeadas por la crisis del COVID-19, pero que ha destinado, en medio de una polémica, los préstamos más fuertes a las compañías más rentables del país.




La historia en 1 minuto. Video: Mongabay Latam. 

El periodo más importante para la pesca industrial peruana, el de invierno, ya comenzó. En las aguas costeras del centro y norte del Perú se encuentra el principal cardumen de anchoveta (Engraulis ringens) y todos los años más de 800 barcos salen a pescar entre 2 y 5 millones de toneladas de este pez, por cierto, el más capturado del mundo. La mayor parte de estas anchovetas son convertidas en harina que es utilizada para alimentar a animales de crianza. Esta enorme industria le genera al país ingresos anuales hasta por 2 mil millones de dólares y hace del Perú la mayor potencia pesquera de Latinoamérica y, a nivel global, el principal productor de harina de pescado.

Que la anchoveta permanezca abundante en el mar a pesar de su explotación, depende de que sus especímenes juveniles, la “peladilla”, como le llaman los pescadores, sean protegidos. Estos son los peces pequeños que aún no han alcanzado su madurez y que tampoco se han reproducido. De hecho, la misma Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) insta a los Estados a adoptar medidas para reducir al mínimo su captura. Para lograrlo, el Perú ha diseñado distintas estrategias, pero ¿han funcionado?

Pesca de anchovetas: foto: Andina

Una de ellas ha consistido en limitar la captura de los juveniles. Así, por ley, cuando un barco llega a puerto, hasta un 20 % del total de su pesca puede ser juvenil. El problema es que esa norma suele quedar en el papel. Mongabay Latam revisó 339 expedientes abiertos en los últimos cinco años por el Ministerio de la Producción (Produce) en contra de una de las principales empresas de la industria: Pesquera Diamante S.A, la misma que consiguió del Poder Judicial, en 2016, un permiso histórico de cerca de tres meses para pescar libremente juveniles.

En las 339 faenas que Mongabay Latam revisó, encontró que esta sola empresa capturó un total de 22 686 toneladas de juveniles, aún cuando por norma no tendría que haber pescado más de 10 347 toneladas. Con cálculos basados en el precio de la harina por  año, así como en el valor del dólar, esta pesca irregular le dejó a Diamante, sin considerar los gastos operativos, un ingreso de unos 16 119 737 soles (4 963 172 USD) aproximadamente. En contraste, al cometer la infracción de pescar juveniles, la empresa tendría que haberle pagado a Produce 9 968 919 soles (3 020 884 USD) en multas, pero apenas pagó 2 531 96 (766 999 USD), es decir, ni la tercera parte de la sanción.

La empresa continuó pescando juveniles en exceso. De hecho, según las estadísticas de Produce, en 2019 Diamante registró desembarques donde más del 90 % de la pesca eran pequeñas anchovetas. ¿Cúal es el mecanismo que usan las pesqueras sistemáticamente para no pagar sus multas y continuar pescando sin límites?

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El eslabón más valioso de la corriente de Humboldt

 

La anchoveta es considerada la especie más importante del ecosistema de la corriente de Humboldt ya que es el principal alimento de una gran variedad de aves marinas, mamíferos y peces. Su dieta, compuesta de zooplancton, la convierte en un alimento con alto valor nutricional. De hecho, cada 100 gramos de anchoveta contiene 19.1 gramos de proteínas y 2.3 de omega tres. Un valor mayor al de la carne de cerdo y poco menor al de la carne de res. Por esto, desde la década de los 50, el Perú vio en la anchoveta la especie óptima para elaborar harina de alta calidad, pero no para consumo humano. El destino final de más del 90 % de la anchoveta que se extrae sirve para la alimentar cerdos, pollos y otros peces producidos en acuicultura. Cada año el Perú envía a China, Vietnam, Japón, Taiwán, India, Filipinas y otros países entre 160 mil y 400 mil toneladas de este producto.

Sacos de harina de pescado. Foto: Pesquera Diamante

En resumen, “la anchoveta es la despensa del mundo”, dice Lorenzo Macedonio Vásquez, secretario general del Sindicato de Pescadores de Chimbote y Anexos, quien además lleva 25 años dedicado a la pesca. Para proteger a la especie, Produce consideró diversos estudios de investigadores del Instituto del Mar del Perú (IMARPE), el organismo científico estatal que se encarga de estudiar este recurso. Dichos estudios señalan que la anchoveta alcanza su madurez sexual a partir de los 12 centímetros. Esa fue la talla que Produce estableció como la mínima para que una anchoveta sea pescada.

Ahora ¿por qué ese límite del 20 % en la captura de juveniles? Cuando en 2001 se elaboró el reglamento de la Ley General de Pesca se estableció que el límite de captura de juveniles era del 10 %, pero en 2013 se les permitió a las empresas descargar un 10 % adicional, siempre y cuando advirtieran a la autoridad que estaban capturando tallas menores. Luis Icochea, doctor en Fisheries Science, profesor en la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM), asegura que “un 10 %, máximo 20 %, no tiene por qué afectar a la especie”.

Anchovetas juveniles. Foto: Sindicato de Pescadores de Chimbote

 

Icochea señala que la pesquería peruana de anchovetas es de las más cuidadosas de todo el mundo. Detalla que pescar juveniles es inevitable y su presencia es una buena señal ya que significa que la especie se está reproduciendo. Aun así, reconoce que los altos porcentajes de captura de juveniles son un atentado contra el recurso.

Para José Zavala Huambachano, biólogo marino, consultor independiente, la pesquería peruana tiene que considerar sus errores para mejorar. Según el biólogo, dado que la anchoveta es un recurso plenamente explotado, la industria debería respetar los límites de juveniles: si ya se afecta a sus ejemplares adultos, el impacto para que el recurso se recupere se vuelve mayor al no cuidar a sus individuos pequeños.

“Las mallas que utiliza una embarcación grande pueden medir hasta diez cuadras de largo, y de alto, será como de un edificio de cinco pisos”, dice Lorenzo Vásquez. El pescador describe que estas mallas tienen huecos tan pequeños en los que solo cabe el dedo meñique de la mano. Cuenta que una vez atrapado, el recurso no puede salir. Las redes más grandes pueden llegar a medir lo que un estadio de fútbol.

Las embarcaciones industriales que pescan anchoveta pueden llegar a acumular en sus bodegas hasta más de 300 toneladas de pescado. Revisar pez por pez para comprobar la presencia de juveniles sería inviable, entonces los inspectores analizan una muestra que se recupera con baldes y que no puede contener menos de 180 pescados.

“Pero lo que se quedó enmallado, en los huequitos de la red, eso nadie lo toma en cuenta. No se cuenta y es mucho mayor que los muestreos”, señala Lorenzo Vásquez, refiriéndose a los juveniles de menos de 10 centímetros que se atoran en las redes de cerco. Dice que los pescadores esperan un par de días para que se pudran y cuando vuelven a lanzar la red al mar, este desperdicio cae al fondo. Esas anchovetas no se recuperan ni para la producción de harina.

El mecanismo de Diamante para no pagar

 

Diamante es una de las siete pesqueras que concentran más del 70 % de la producción de harina de anchoveta y la segunda con más embarcaciones: 32 barcos de acero naval con capacidad de almacenar, cada uno, entre 350 y 550 toneladas de anchoveta en sus bodegas, aunque esta flota podría crecer aún más. A inicios de año, su gerente general, Pablo Trapunsky, anunció en entrevista con el diario Gestión, que el grupo comercial invertiría en barcos de mayor capacidad, de hasta 600 y 650 toneladas.

En cada temporada de pesca, Diamante obtiene cerca del 10 % de la cuota global que el Ministerio de la Producción determina que es posible capturar. Así, por ejemplo, en 2018 ganó 200.8 millones de dólares al procesar un total de 593 110 toneladas de este recurso. De acuerdo con estadísticas de Produce en ese año, Diamante pescó 59 077 toneladas de juveniles, y de esa cantidad 40 597 toneladas excedieron el límite del 20 %.

Redes de barcos industriales con pequeñas anchovetas amalladas. Crédito: Sindicato de Pescadores de Chimbote y Anexos

A través de una comunicación escrita Pesquera Diamante respondió que la empresa cumple rigurosamente las vedas y que “la captura de juveniles es eventual, colateral e involuntaria, pues no existe tecnología en el mundo que pueda determinar la composición de un cardumen antes de su extracción”.

Si bien Pesquera Diamante no es la única que captura grandes cantidades de juveniles, se convirtió en un referente importante cuando en 2016 sentó un precedente único al enfrentarse judicialmente a Produce. El Ministerio había sancionado a la pesquera con una multa por extraer peces pequeños en exceso. La empresa se defendió argumentando que los equipos tecnológicos de las embarcaciones no dejaban conocer el tamaño de la anchoveta antes de capturarla. Aunque no es la única vez que Diamante ha recurrido a instancias judiciales, lo relevante en esa ocasión fue que el Poder Judicial le otorgó una medida de protección o cautelar, para que Produce no la volviera a multar.

Las medidas cautelares se otorgan para dar protección a quienes sufren menoscabo en sus derechos y garantizan que el abuso no se siga cometiendo mientras se obtiene la sentencia final. En este caso, la medida cautelar significó un permiso para pescar en libertad, sin importar el porcentaje de juveniles que capturara la empresa.

“Lo que se quedó enmallado, en los huequitos de la red, eso nadie lo toma en cuenta”. Foto: Sindicato de Pescadores de Chimbote

Produce calificó la medida como ilegal y arbitraria, y cuestionó al Poder Judicial que finalmente resolvió darle la razón al Ministerio de la Producción. En los procesos revisados por Mongabay Latam se observa que durante los casi tres meses en que estuvo vigente esta medida cautelar, Diamante alcanzó a pescar al menos 1075 toneladas de juveniles, de las que casi la mitad sobrepasaba su límite máximo. Además, como la empresa estaba protegida por la medida cautelar, se evitó pagar las multas con las que normalmente habría sido sancionada por actuar de esa manera: unos 438 673 soles (132 931 USD). Las 1075 toneladas no es cantidad menor, equivalen a 4 300 000 latas de conserva que podrían ser un almuerzo para toda la población que habita en la selva peruana.

Pesquera Diamante asegura que Produce sí le cobró las infracciones que se acumularon mientras la cautelar estuvo vigente.

Sin embargo, según la información que Produce le entregó a este medio eso no ocurrió. Al menos 18 procesos se abrieron en contra de Diamante mientras la cautelar protegía a la empresa. Todos ellos fueron archivados con resoluciones de 2017, es decir, meses después de que la cautelar ya no estuviera vigente. El monto que se precisa en esta investigación, los 438 673 soles, corresponde a la suma de esas sanciones que terminaron archivadas y que nunca se cobraron.

Anchovetas de tallas menores. Foto: Sindicato de Pescadores de Chimbote

Pero este es solo uno de los episodios en los que la empresa ha logrado liberarse de sanciones por pescar juveniles en exceso.

El 7 de enero de 2016, en una faena normal, la embarcación Olga capturó 364 toneladas de anchoveta y las descargó en la planta de Paracas, ambas, embarcación y planta, son propiedad de Diamante. Más del 70 % de esa pesca estaba compuesta por juveniles, Produce sancionó esa captura con más de 200 mil soles (61 165 USD), pero Diamante no pagó ni la tercera parte de la multa.

Otra vez en enero y también en Paracas, la embarcación Constanza, de la misma empresa, pescó un total de casi 323 toneladas de anchoveta y cerca del 60 % eran tallas menores. Produce sancionó a la pesquera con 148 mil soles (45 090 USD) pero la empresa tampoco alcanzó a pagar ni la tercera parte de esa multa.

La situación es una constante. De los 339 procesos sancionadores que Produce abrió en su contra por pescar en exceso juveniles, Diamante consiguió casi siempre reducir sus multas, o bien, que Produce  anulara o archivara el caso. Son apenas tres las excepciones en las que Diamante no logró su cometido.

Barcos industriales. Foto: Pesquera Diamante

De los procesos revisados, 30 fueron declarados nulos por vicios en el procedimiento. ¿Cómo pasó esto?, simple. Cada vez que Diamante fue sancionada, la empresa apeló ante Produce. En estos 30 casos Produce cometió errores como no notificar resoluciones a la empresa o no pronunciarse sobre los descargos de Diamante. Solo en un caso efectivamente el Ministerio de la Producción se había equivocado en su sanción, por lo que debió hacer un recálculo. En todos los demás, Produce confirmó las multas. Pero como había transcurrido bastante tiempo durante estos procesos, en el intertanto, se decretaron nuevas normas y las multas ya no se ajustaban a los nuevos criterios de sanción, entonces se aplicaron los descuentos que correspondían para ese tiempo.

En otros 250 casos, Produce consideró que los alegatos de la empresa no tenían fundamento, así que Diamante recurrió al Consejo de Apelación, una segunda instancia dentro de Produce. Cada vez que realizó este movimiento, la empresa ganó tiempo, retrasando los procesos de dos a seis años. Para cuando todos estos al fin concluyeron, Produce hizo el cálculo de las multas, ajustándolas a las nuevas normas que entre tanto se habían dictado.

Embarcaciones industriales anchoveteras. Foto: Andina

Con todo, el resultado fue que de los 9 968 919 soles (3 o20 884 USD) con los que Produce debió multar en una primera instancia a Diamante por los 339 procesos analizados, la empresa apenas pagó 2 531 096 soles (766 999 USD), es decir, ni la tercera parte de la sanción.

“Se ejerció una defensa justa y constitucional frente a lo que se evaluó como arbitrariedades”, señala Diamante. La empresa precisó además que “se pagaron montos por multas que resultaron siendo similares a los originales” y que las cifras que indica Mongabay Latam “son imprecisas”. Sin embargo, todas las multas que Produce estableció en una primera instancia, así como los montos que la empresa terminó pagando cada vez, fueron obtenidos de los datos oficiales de Produce.

Ahora bien ¿cuál fue la seguidilla de las reformas que redujeron los castigos y beneficiaron a Diamante y a la industria pesquera?

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Ganar – ganar 

 

En tres momentos, mientras Diamante mantuvo activos sus procesos, las normas cambiaron para beneficio de las pesqueras. El primero, y quizá el más importante, sucedió a finales de 2016. Se trata del decreto 024, que rige hasta el día de hoy. A partir de su publicación y en adelante, se eliminan las sanciones por pescar tallas menores siempre y cuando las pesqueras reporten su pesca de juveniles. Esto no quiere decir que ya no exista límite de captura, sino que se apela a la buena voluntad de la industria para que, según explica Luis Icochea, cuando una empresa advierte que está pescando más del límite de tallas menores, se establezca una veda de tres o más días a la espera de que se redistribuya la especie.

Este decreto fue aprobado en la gestión presidencial de Pedro Pablo Kuczynski, quien por cierto fue parte del directorio de la Pesquera Exalmar, otra de las siete grandes. Entonces su ministro de Producción era Bruno Giuffra, acusado de corrupción por intentar comprar votos en el Congreso en un intento de evitar que Kuczynski fuera retirado de la Presidencia.

Redes de barcos industriales con pequeñas anchovetas amalladas. Crédito: Sindicato de Pescadores de Chimbote y Anexos

“Ese decreto, el 024, no sirve para nada, al contrario autoriza la depredación”, sentencia Lorenzo Vásquez. El secretario general del Sindicato de Pescadores de Chimbote y Anexos describe que en una misma zona pueden pescar de cincuenta a cientos de embarcaciones y que, aunque se comunican entre sí la presencia de juveniles, son pocas las que se retiran del lugar. Lorenzo Vásquez continúa su explicación: “antes, si se amallaban las anchovetas, los otros veían y se retiraban porque había una multa, tanto para el patrón como para la empresa. Para el patrón incluso había sanción penal”.

Para Pesquera Diamante en cambio, el Decreto Supremo 024-2016 fue un importante aporte en la sostenibilidad de la anchoveta porque instauró “un sistema de información (bitácora) que monitorea y reduce la pesca de juveniles”. Según dice la empresa, fue la medida cautelar de 2016 la que provocó que se dictara ese decreto. “Antes de él las sanciones por pescar juveniles, solo tenían un efecto confiscatorio y recaudador, sin ningún beneficio efectivo para la sostenibilidad del recurso que es el real compromiso de Diamante”, señaló la empresa.

El siguiente cambio ocurrió en 2017 cuando se varió el reglamento de infracciones y se determinó que las multas que aún no habían sido pagadas se verían reducidas hasta en un 30 %.

Pero las concesiones no acabaron ahí. En 2018, una nueva modificación al reglamento de fiscalización de las actividades pesqueras permitió que todas las multas que aún no se habían pagado se redujeran en un 59 %, a manera de descuento si se pagaba de inmediato. Además podían hacerlo en cuotas.

Un ejemplo de cómo Diamante se benefició de estos cambios a la norma de infracciones es un proceso que se abrió en su contra en 2012. Los procesos sancionadores remitidos por Produce muestran que el 4 de junio de 2011, la embarcación Francesca descargó en su planta de Supe, a más de 180 kilómetros al norte de Lima, 240 toneladas de anchoveta de las cuales un 85 % eran juveniles. La sanción, que se le impuso en 2015, ascendía a 70 686 soles (21 420 USD). Diamante apeló esa sanción, pero el Consejo de Apelación no le dio la razón a la empresa y ratificó la multa. Entonces Diamante recurrió al Poder Judicial y este, en diciembre de 2018, volvió a confirmar la multa.

Esta sanción ya estaba lista para ejecutarse, pero como la norma emitida ese año por Produce no estableció restricciones, la pesquera accedió a todos los beneficios para pagar poco menos de la tercera parte de la multa, en siete cómodas cuotas.

En opinión de Carmen Heck, abogada especializada en derecho pesquero y directora de políticas en Oceana, la estrategia de las empresas, facilitada por el actuar del propio Ministerio de la Producción, es alargar los procesos acudiendo a todas las instancias posibles. Mientras tanto, esperan los beneficios que puedan traer nuevas normas que, según detalla la experta, aparecen cada cuatro o cinco años. El mejor de los casos es que las multas prescriban. Por ley, el plazo que tiene el Gobierno para cobrar estas multas es de dos años.

Desde el punto de vista de Diamante, contrario de lo que se expone en este reportaje, las demoras benefician al Estado, pues al momento del cobro se aplica el valor de la unidad impositiva tributaria (UIT) vigente. Esta unidad es con la que la administración peruana establece las multas y cada año su valor se encarece.

La empresa detalla que a esta multa se deben sumar los intereses acumulados por el paso del tiempo y que además el monto crece porque los gastos de tramitación aumentan “tanto a nivel administrativo como también judicial”.

Pero para llegar a la suma de lo que Diamante terminó pagándole a Produce, Mongabay Latam utilizó los datos oficiales.

Anchovetas. Foto: Oceana

Así, por ejemplo, el 24 de mayo de 2016 la embarcación Polar II pescó 119.641 toneladas de juveniles por encima del 20 % permitido. La sanción que le impuso Produce en marzo de 2017 fue de 23.93 UIT. Tiempo después la empresa logró el recálculo de la multa de acuerdo con la nueva normativa y en diciembre de 2018 el monto final se ajustó a poco más de 6.8 UIT. En otras palabras y considerando el valor de la UIT de cada año, la multa pasó de unos 96 mil soles (76 200 USD) a unos 28 mil soles (47 138 USD) con todo e intereses.

Según Carmen Heck, estos descuentos se dan porque “el Ministerio, consciente de sus limitaciones, sabe que hay un montón de multas pendientes por pagar”, y prefiere antes de que prescriban, entregar beneficios y cobrar lo que pueda. Uno de los requisitos que se solicitaron para acceder al beneficio del 59 % de descuento fue que las empresas reconocieran haber cometido la infracción. Esto suponía un ahorro de recursos para el Estado al no iniciar procesos.

Para Heck, escapa de la lógica haber aplicado ese descuento en todos los asuntos de Diamante, incluyendo aquellos con sentencias firmes. “Le da beneficios a alguien que le ha peleado durante todo el camino, que se ha ido hasta el Poder Judicial, que ha estado en idas y vueltas por años. Si el Estado ya ganó el proceso ¿por qué les da el beneficio?”, se pregunta la abogada.

La experta refiere que es evidente que las multas no cumplen con su finalidad, la de desincentivar las prácticas ilegales. Finalmente, al flexibilizar las sanciones, los beneficios que obtienen las pesqueras, incluso con capturas prohibidas, es mayor que el que tendrían respetando las normas.

Según Pesquera Diamante “las sanciones hoy son más estrictas, ya que IMARPE desde el 2016 viene estableciendo en cada temporada un límite máximo global de captura de juveniles. Si ese límite máximo es superado, la consecuencia es que Produce cierra la temporada de pesca”, asegura.

Pero los desembarques excesivos de juveniles no se han detenido.

Los procesos sancionadores analizados por Mongabay Latam señalan, por ejemplo, que el 10 de junio de 2019, la planta de Diamante en Paracas, recibió a las 8:11 p.m. la descarga de la embarcación Polar VII, de más 370 toneladas de anchoveta, 92 % tenían tallas menores. Más tarde, a las 9:13 p.m., la embarcación Patricia descargó 89 toneladas de recurso, 86.34 % tallas menores. Estos desembarques, con más del 80 % de tallas menores continuaron: a las 10.54 p.m. la Chiara descargó casi 131 toneladas, 91.4 % tallas menores. A las 11.29 p.m. Fabiola descargó 55.43 toneladas, 98.9 % tallas menores y a las 11.51 p.m., Polar IV descargó 101.605 toneladas, 90.66 % de tallas menores.

12 centímetros es la talla que Produce estableció como la mínima para que una anchoveta sea pescada. Foto: Sindicato de Pescadores de Chimbote

Todas estas capturas se hicieron dentro de la vigencia del decreto 024-2016, ese que busca que las empresas notifiquen a la autoridad, a tiempo, ante la presencia de juveniles en sus faenas para que se cierre la zona de pesca y se dicte una veda.

Rosa Vinatea, especialista independiente en sostenibilidad pesquera, detalla que si el cierre de zonas fuera inmediato, la medida que dicta este decreto podría funcionar. Pero en la práctica, aunque los reportes de las embarcaciones ya son digitales, Produce espera al término de las faenas para revisar las cifras y decretar la veda al día siguiente.

El saldo después del decreto 024-2016 y hasta enero de 2020, para pesquera Diamante, es la captura de 155 710 toneladas de recurso que exceden el límite del 20 %, sin sanciones. Esta cantidad es la suficiente como para producir 622 840 391 latas de conserva y no de cualquiera calidad, sino unas con alto contenido nutricional. Si estas se repartieran a cada peruano, les tocarían 19 a cada quien y si se distribuyeran entre los hogares considerados para recibir el bono universal por haber sido afectados por el COVID-19, les tocarían 91 a cada uno. Es decir, tendrían asegurada, para el periodo de aislamiento social, una dieta de alta calidad nutricional.

Diamante por su parte señala que “la industria, entre el 2017 y 2019, logró proteger 1.8 millones de toneladas métricas de juveniles” lo que “demuestra el impacto positivo del sistema de bitácora electrónica, del cual participamos”, asegura.

Recientemente, en el contexto de la pandemia por el COVID-19, Pesquera Diamante solicitó acogerse a un programa gubernamental ideado para ayudar a las empresas con desmedros en su capital. El Gobierno autorizó para la pesquera el crédito más alto del programa: 10 millones de soles.

Mongabay Latam compartió con Produce los hallazgos de esta investigación e insistió durante más de un mes y en repetidas ocasiones para obtener su versión. Sin embargo, hasta el cierre de este reportaje, el Ministerio no entregó sus respuestas.

Barco industrial de Pesquera Diamante. Foto: Pesquera Diamante

*Gabriela Quevedo Castañeda colaboró con el procesamiento y análisis de datos para esta investigación.

*Imagen principal: Barco industrial de Pesquera Diamante. Foto: Pesquera Diamante.

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