Noticias ambientales

Problemas para las tortugas: más de la mitad de las especies se enfrentan a la extinción

La tortuga del río Mary (Elusor macrurus) de Australia, en peligro de extinción, utiliza unos órganos respiratorios especializados que tiene en la cloaca y puede permanecer sumergida durante días. Foto de Chris Van Wyk cortesía de la Sociedad Zoológica de Londres.

  • Más de la mitad de las especies de tortugas del mundo se encuentran en peligro de extinción, según un nuevo estudio publicado por un grupo de 51 expertos mundiales en tortugas.
  • La pérdida de hábitat es la principal amenaza para las tortugas en todo el mundo. Otras amenazas son el comercio de mascotas, el consumo excesivo para alimento y medicina, la contaminación y el cambio climático.
  • Evitar las extinciones de tortugas este siglo requiere proteger el hábitat que queda, escriben los autores, sobre todo los limitados hábitats de anidación.
  • Las personas también tienen un papel a la hora de garantizar la supervivencia de las tortugas en todo el mundo y deben ser conscientes de los riesgos que conlleva el comercio de mascotas, para comida y para medicinas, mantener a sus perros vigilados en los hábitats importantes para las tortugas y no introducir vehículos todoterreno en playas delicadas y zonas de desierto donde las tortugas circulan y anidan.

En la isla de Madagascar, verjas cerradas, vallas de alambre con cuchillas y guardias armados presentes las 24 horas protegen uno de los tesoros más raros del mundo. Ese tesoro se compone de piezas que valen 50 000 dólares en el mercado negro cada una: es la última población salvaje de la tortuga angonoka, en peligro crítico, la tortuga más rara del planeta.

La tortuga angonoka (Astrochelys yniphora) es una muestra representativa de una crisis que va en aumento: más de la mitad de las especies de tortugas del mundo están en peligro de extinción.

Una tortuga angonoka (Astrochelys yniphora). La especie está en peligro crítico. Foto de NTF30 (CC BY-SA).

Un grupo de 51 expertos mundiales en tortugas ha publicado un nuevo artículo en Current Biology sobre los riesgos de extinción para estos animales icónicos. Entre las amenazas están el comercio de mascotas, el consumo excesivo para alimento y medicina, la pérdida de hábitat, la contaminación, las especies invasoras y el cambio climático. El grupo también ofrece recomendaciones para revertir el declive.

De las 360 especies de tortugas conocidas, 187 están amenazadas, según los criterios de la Lista Roja de la UICN. De esas, 127 están en peligro o en peligro crítico. Muchas de ellas podrían extinguirse este siglo.

“Es abrumador cuando ves los datos juntos”, dijo Kristin Berry, bióloga de vida silvestre en el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) y coautora del artículo que ha estudiado las tortugas durante más de 40 años.

La tortuga de cuello oculto malgache (Erymnochelys madagascariensis) es una de las especies más amenazadas del mundo. Foto de Turtle Conservancy/Eric Goode.

¿Por qué están disminuyendo las poblaciones de tortugas?

Las tortugas crecen lentamente, maduran tarde y tienen una vida larga. Esta estrategia de vida lenta y constante les ha ido bien durante millones de años, pero ahora, con las presiones modernas, podría ser una desventaja.

Las tortugas jóvenes son muy vulnerables a muchos depredadores diferentes y solo un pequeño porcentaje llega a la vida adulta. Las tortugas que sobreviven pueden vivir mucho tiempo (algunas hasta 200 años). La mayoría de hembras ponen huevos hasta los últimos años de su vida. Esta puesta de por vida garantiza que sobrevivan las suficientes crías como para mantener la población.

Sacar a una tortuga hembra adulta de la naturaleza elimina los cientos o miles de huevos que podría haber puesto durante su vida. Si desaparecen los suficientes, la población se desploma y, una vez reducidas, las poblaciones de tortuga tardan mucho en recuperarse, si es que lo hacen.

Able to stay underwater for up to three days, the Mary river turtle (Elusor macrurus) uses specialized breathing organs in its cloaca. Photo by: Chris Van Wyk courtesy of ZSL.
La tortuga del río Mary (Elusor macrurus) de Australia, en peligro de extinción, utiliza unos órganos respiratorios especializados que tiene en la cloaca y puede permanecer sumergida durante días. Foto de Chris Van Wyk cortesía de la Sociedad Zoológica de Londres.

En mayo de 2020, las autoridades mexicanas confiscaron más de 15 000 tortugas de agua dulce enviadas de forma ilegal para el comercio de mascotas en China. Aunque este es el mayor decomiso de tortugas que se conoce, la historia no es nueva.

En el sur de Madagascar, los agentes rescataron casi 11 000 tortugas radiadas (Astrochelys radiata), en peligro crítico, de una casa en 2018. El mismo año, unos investigadores encontraron 65 especies de tortuga diferentes en venta en los mercados de Yakarta, Indonesia. Casi la mitad eran especies en peligro de extinción.

Para las 25 tortugas más amenazadas del mundo, el principal peligro es la explotación comercial. El comercio internacional de tortugas es común en el este de Asia. Las redes de comercio legales e ilegales que llegan principalmente de Norteamérica, Europa y África suministran tortugas a los mercados para que se utilicen como alimento, en la medicina tradicional y como mascotas.

Nativa de Madagascar, la tortuga radiada, en peligro crítico, (Astrochelys radiata) está amenazada por la caza para el comercio de mascotas. Turtle Conservancy/Eric Goode.

La demanda de tortugas como mascotas está aumentando, sobre todo en Asia. Las especies raras se ven como un símbolo de estatus y objetos de coleccionistas y se venden por cientos hasta miles de dólares. Las autoridades calculan que millones de tortugas se exportan de Norteamérica, Europa y África cada año. Los criaderos de tortugas suministran una gran cantidad de animales a los mercados, pero muchos siguen siendo capturados de la naturaleza.

La cría de tortugas para los mercados de comida y medicinales es una gran industria. En el sureste asiático, cientos de millones de tortugas chinas de caparazón blando (Pelodiscus sinensis) se crían para acabar cocinándolas. Las tortugas de caja asiáticas, como la tortuga de caja rayada (Cuora trifasciata), se crían en cautividad y también se capturan de la naturaleza por su supuesto valor medicinal. Existen más de 1500 criaderos de tortugas solo en China.

Las tortugas chinas de caparazón blando (Pelodiscus sinensis) se crían para comerlas. Foto de Clunio (CC BY-SA 3.0).

En algunos casos, los criaderos de tortugas se utilizan para ocultar actividades ilegales. Es posible que un criadero complemente sus animales con poblaciones capturadas de la naturaleza y mienta sobre su origen para esquivar las leyes. Los criaderos también participan en el “lavado de tortugas”. Por ejemplo, si una tortuga pasa de contrabando de Madagascar a China, ya no está protegida por la ley de especies protegidas de Madagascar y se puede vender de forma ilegal en un criadero de tortugas chino que diga que ha sido criada en cautividad.

“Aunque algunas especies se crían de forma sostenible, el problema es que los criaderos de tortugas no siempre se limitan a esas tortugas. También siguen capturando tortugas de la naturaleza y dicen que son criadas en cautividad cuando no lo son en realidad”, dijo Craig Stanford, primer autor del estudio, profesor en la Universidad de California del Sur y presidente del Grupo Especialista de Tortugas terrestres y de Agua dulce de la UICN.

La pérdida de hábitat es la mayor amenaza para las tortugas en todo el mundo, según el artículo. La causa principal de la pérdida de hábitat terrestre es la conversión de territorios para agricultura comercial. La tala y el pastoreo de ganado en áreas silvestres también contribuyen a la reducción, al igual que la fragmentación del hábitat por la expansión de pueblos, ciudades y carreteras.

La tortuga de caja común (Terrapene carolina carolina) se encuentra en la zona este de Estados Unidos y se considera vulnerable a la extinción. Jim Lynch, National Park Service (CC BY-SA 2.0).

Las tortugas acuáticas se enfrentan a amenazas por los desvíos de ríos, la pérdida de humedales y la fragmentación del paisaje. El dragado de troncos y tocones subacuáticos para la navegación recreativa también elimina el hábitat de las tortugas de agua dulce. Son particularmente vulnerables a los cambios en la calidad del agua por la construcción de represas, el entarquinamiento, la extracción de arena, los vertidos de aguas residuales y la contaminación de la industria y la agricultura.

La larga vida de las tortugas las hace vulnerables a la contaminación acumulada en el ambiente a lo largo del tiempo. Para las hembras que pasan la vida en el fondo de ríos y lagos, la exposición a las toxinas que se acumulan en los sedimentos, como los PCB (policlorobifenilos) y metales pesados, puede reducir la capacidad de supervivencia de su descendencia.

A menudo, en la pesca comercial se capturan tortugas acuáticas de forma accidental. Prácticas para una mejor gestión de la pesca como el uso de dispositivos excluidores de tortugas han tenido éxito, pero todavía no se utilizan en todas partes. Un estudio calculó que, a lo largo de la costa este de los Estados Unidos, las trampas para cangrejos matan entre un 15 y un 78 % de las poblaciones de tortuga de dorso diamantino locales cada año.

Las tortugas de dorso diamantino (Malaclemys terrapin) son nativas de las marismas de agua salobre del este y el sur de Estados Unidos y las Bermudas, y se ven muy perjudicadas por las trampas para cangrejos. Imagen de Jeffrey Lovich/USGS.

Las plantas y los animales invasores significan enfermedades, parásitos y competencia para las tortugas. Las bacterias y virus como el herpes y los ranavirus están aumentando y causando la muerte de poblaciones de tortugas. El zorro común europeo (Vulpes vulpes), una especie invasora introducida, ha devastado las poblaciones nativas de tortugas de Australia. El desarrollo humano aumenta la población de depredadores como el cuervo pío (Corvus albus) y los cuervos comunes (Corvus corax), estos últimos cazan tortugas del desierto del Mojave (Gopherus agassizii) en el suroeste de los Estados Unidos.

Los científicos aún están descubriendo los efectos del cambio climático sobre las tortugas, ya que su vida longeva hace que sea más difícil estudiar los cambios en las poblaciones. Aun así, los autores del artículo dicen que las sequías, los cambios en los ciclos de agua, la degradación de hábitat y el aumento de las temperaturas del mar afectan a las poblaciones de tortugas de todo el mundo.

Las tortugas del río norte (Batagur baska), nativas del sureste asiático, están entre las tortugas más amenazadas del mundo. Foto de Rupali Ghosh cortesía.

¿Qué se puede hacer?

Evitar las extinciones de tortugas este siglo requiere proteger lo que queda de su hábitat, escriben los autores, en particular los limitados hábitats de anidación. Descubrieron que la mayoría de tortugas de la Tierra podrían protegerse si se protegen 16 focos que cubren el 16 % de la superficie terrestre de la Tierra.

“¿Por qué hay un declive? ¿Por qué están en peligro? El problema es que las agencias regulatorias no han sido capaces de actuar”, le dijo Berry a Mongabay. “Creo que si un país, como Estados Unidos, puede llevar a un hombre a la luna, son perfectamente capaces de recuperar estas especies en peligro y amenazadas”.

Acabar con el comercio de tortugas salvajes para alimento, medicina y mascotas también es una parte importante de la estrategia global de conservación. CITES regula el comercio al restringir el transporte internacional de especies amenazadas de tortugas que aparecen en sus apéndices, pero sigue habiendo vacíos legales. Los investigadores urgen el cumplimiento de las leyes vigentes, la promulgación de nuevas leyes que cierren esos vacíos y un aumento de la concienciación social.

Diego, una tortuga gigante (Chelonoidis hoodensis) en la Estación Científica Charles Darwin en Santa Cruz, Galápagos. Diego participó en un programa de cría en cautividad que ayudó a sacar a su especie del borde de la extinción. Foto de Kaldari (CC0 1.0).

Por suerte para las tortugas, muchas especies pueden criar en cautividad. Los programas de cría en cautividad han devuelto del borde de la extinción a especies como la tortuga gigante de La Española (Chelonoidis hoodensis), una de las decenas de especies de las famosas tortugas gigantes de las Galápagos. No obstante, para algunas especies, como la tortuga angonoka, devolverlas a la naturaleza es inútil hasta que las condiciones para la liberación sean seguras. Hasta entonces, hay que gestionar la genética de las poblaciones cautivas para evitar problemas como la depresión endogámica.

“Aunque las criemos en cautividad, no las podemos devolver a la naturaleza porque las volverán a cazar para el comercio de mascotas porque son muy valiosas”, dijo Stanford. “Así que hasta la cría de tortugas está exacerbando el problema. ¿Cómo detienes el comercio ilegal cuando el valor de un solo animal equivale a muchos, muchos sueldos de toda la vida de la gente que las roba?”.

Una tortuga lora (Lepidochelys kempii) anidando. Esta especie en peligro crítico se ha beneficiado de programas de cría en cautividad y de los dispositivos excluidores de tortugas en las redes de pesca. Foto del Servicio Nacional de Parques en dominio público.

Las tortugas marinas cuentan una historia de éxito para la conservación. La anidación está aumentando para la mayoría de estas especies marinas en todo el mundo. Los expertos lo atribuyen a mejores prácticas pesqueras, el cumplimiento de leyes destinadas a reducir la caza y el comercio de tortugas marinas y sus huevos y los esfuerzos dedicados de conservación. Estas criaturas carismáticas reciben mucha atención y financiación en el ámbito de la conservación de tortugas.

Para aumentar sus posibilidades de supervivencia, programas de cría en cautividad recogen huevos de tortuga de las playas, los ponen en criaderos y luego mantienen a las crías en cautividad hasta que llegan a un cierto tamaño y ya no son tan apetecibles para otras criaturas marinas. Estos programas han tenido éxito y han revivido poblaciones de tortugas como la tortuga lora (Leopidochelys kempii) y la tortuga de torso diamantino.

Los programas de conservación como el de cría en cautividad han tenido más éxito cuando los lugareños han participado como partes interesadas y tienen información sobre los problemas, como se demuestra en estudios anteriores. La colaboración sólida con las comunidades locales y los gobiernos da apoyo los proyectos de conservación.

Tortugas oliváceas bebés (Lepidochelys olivacea) camino al océano tras nacer. Imagen de Pixabay.

Berry dijo que las personas también tienen un papel en la preservación de la salud y la supervivencia de las tortugas en todo el mundo y deben ser conscientes de los riesgos que conlleva el comercio de mascotas, para alimento y para medicina, mantener a sus perros vigilados en los hábitats importantes para las tortugas y no introducir vehículos todoterreno en playas delicadas y zonas de desierto donde las tortugas circulan y anidan.

Incluso la selección de vestimenta puede afectar a las tortugas. Las investigaciones muestran que los microplásticos y las fibras sintéticas pueden dañar a las tortugas marinas y muchas veces acaban en sus tripas. Hasta un tercio de los microplásticos se generan de lavar ropa y textiles hechos de materiales sintéticos como el acrílico y el poliéster.

A pesar de las amenazas, solo una especie y tres taxones se han extinguido en los últimos 200 años, y al menos tres especies se han recuperado después de estar casi extintas. Los investigadores dicen que eso da motivos para la esperanza.

“En general, soy optimista”, dijo Stanford. “El pesimismo en la conservación es contraproducente”.

“Me gustaría pensar que a principios del siglo XXI, estamos viviendo un bloqueo en el cual se está reduciendo la biodiversidad de la Tierra, pero que lo superaremos y la mayoría de biodiversidad de la Tierra, incluida la biodiversidad de tortugas, estará protegida en el siglo XXII y más allá. Esa es mi filosofía final siempre.”

Una tortuga fluvial de corona roja (Batagur kachuga), en peligro crítico. Es una especie de tortuga de agua dulce endémica del sur de Asia. Foto de Brian D. Horne corteísa de Turtle Conservancy.

Referencias:

Stanford, C. B., Iverson, J. B., Rhodin, A. G., van Dijk, P. P., Mittermeier, R. A., Kuchling, G., … & Buhlmann, K. A. (2020). Turtles and tortoises are in trouble. Current Biology30(12), 721-735. doi:10.1016/j.cub.2020.04.088 

Imagen principal: La tortuga del río Mary (Elusor macrurus) de Australia. Foto de Chris Van Wyk cortesía de la Sociedad Zoológica de Londres.

Artículo original: https://news.mongabay.com/2020/07/turtles-and-tortoises-in-trouble-more-than-half-of-all-species-face-extinction/

Salir de la versión móvil