- La fotógrafa y bióloga Romi Castagnino nos presenta nuevos animales captados en cámaras trampa de todo el mundo.
Los capibaras, también llamadas ronsocos, son los roedores más grandes del mundo y pueden llegar a pesar 70 kilos. Son parte de la familia de los cávidos, por lo que están estrechamente relacionados con los cuyes.
Su nombre científico proviene del griego hydor que significa agua y choiros que significa cerdo, y hace referencia a su estilo de vida semiacuático.
Los capibaras (Hydrochoerus hydrochaeris) tienen membranas entre los dedos de los pies, característica que los hace buenos nadadores. Pueden bucear y permanecer bajo el agua hasta cinco minutos a la vez.
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Nativos de América del Sur
África tiene hipopótamos y América del Sur tiene ronsocos. De hecho, estas dos especies tienen muchas cosas en común.
Sus ojos, oídos y fosas nasales se encuentran cerca de la parte superior de la cabeza. Es una adaptación para que sus cuerpos permanezcan ocultos bajo el agua mientras pueden ver y oler lo que sucede a su alrededor por encima del agua.
Estos roedores son nativos de todos los países de América del Sur, excepto Chile, y habitan en sabanas y bosques densos, siempre cerca del agua.
Los capibaras son animales muy sociales y pueden formar grupos de hasta 100 individuos. Pero, por lo general, viven en grupos de 10 a 20.
También tienen relaciones simbióticas con otros animales como las aves. Los pájaros se alimentan de los insectos y garrapatas que se encuentran en el cuerpo del ronsoco, mientras que este disfruta de una sesión de aseo gratuita.
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Amenazados por la caza
Como sucede con otros roedores, los dientes de los capibaras nunca dejan de crecer. Los desgastan al pastar en plantas acuáticas y pastos.
Su principal depredador natural son los jaguares; pero los caimanes, ocelotes, águilas harpías y las anacondas pueden comerse a las crías o a los capibaras jóvenes.
Aunque no se encuentran en peligro de extinción, están amenazados por la destrucción de su hábitat y por la caza debido a la demanda de su carne.
Los capibaras son autocoprófagos, es decir, comen sus propias heces, al igual que otras especies, como los conejos, lo hacen para obtener bacterias que ayudan a su estómago a descomponer la fibra de los pastos.
Básicamente, digieren su comida dos veces, lo que les permite extraer la máxima nutrición de sus alimentos.
En el próximo episodio conoceremos al perro que tiene cuatro dedos en sus patas delanteras en vez que cinco, es decir, no tiene espolones en sus patas.
Cuéntanos en los comentarios si sabes de qué animal se trata.
¡Nos vemos la próxima semana!
Imagen principal: composición para Candid Animal Cam.
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