- Esta investigación rastreó los nombres y las compañías de 139 barcos de bandera china que pescan en las cercanías de Galápagos. Las naves pertenecen a 34 empresas aunque apenas 10 operan 95 de ellas.
- Todas están inscritas en la Organización Regional de Ordenación Pesquera del Pacífico Sur, sin embargo, no siempre llevan observadores científicos a bordo, no son debidamente controladas a su arribo, apagan sus sistemas satelitales y algunas tienen antecedentes de pesca ilegal.
Esta publicación forma parte del Especial Pesca ilegal: la gran amenaza a los santuarios marinos de Latinoamérica coordinado por Mongabay Latam en alianza con Ciper de Chile, Cuestión Pública de Colombia y El Universo de Ecuador.
Llegaron como una poderosa cuadrilla de largos troncos de acero acechando los límites de las zonas exclusivas de Galápagos y del continente. Se ubicaron en las aguas internacionales intermedias y pescaron durante varias semanas, al borde de lo permitido, hasta que poco a poco se alejaron del radar. Son parte de la flota china oceánica que recorre el mundo capturando los recursos que en sus mares ya son escasos. Su presencia desnudó un problema complejo: una actividad poco regulada, controles insuficientes y un marco legal anticuado. El telón de fondo es la escasez de la pesca.
Se sabe que arribaron en junio y que muchos pescan calamar gigante, se los llama poteros. Sin embargo es muy difícil distinguir lo que sucede dentro de esa gran masa que supera las 300 naves de más de 55 metros de largo cada una, ni siquiera se conoce su número exacto. “El año pasado estuvieron en la costa norte del Perú, tendrían que haber estado en sur de Ecuador, pero esta vez se acercaron demasiado al santuario de las Islas Galápagos”, aseguró Alfonso Miranda, presidente del gremio Calamasur, del que Ecuador es parte. Miranda considera a la flota china de ultramar como los “alumnos malos permanentes” de las organizaciones internacionales de regulación de pesca.

La Reserva Marina de Galápagos (RMG) se ha convertido en un gran semillero de especies, pero los animales cruzan fronteras y en cuanto se alejan del santuario se vuelven presa fácil, cada vez hay más barcos para capturarlos, explicó el biólogo Alex Hearn, profesor del Colegio de Ciencias Biológicas y Ambientales de la Universidad San Francisco de Quito.
Diario EL UNIVERSO y Mongabay Latam identificaron al menos 140 embarcaciones y las compañías a las que pertenecen, una de ellas cotiza en la Bolsa de Nueva York, y otras que han violado normas de pesca en Argentina.
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Las empresas
“Galápagos es un ‘gran exportador’ de pelágicos grandes de importancia comercial y de megafauna marina”, aseguró Pablo Guerrero, director de conservación marina del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
Sin embargo existen algunas especies amenazadas por la presión pesquera. El caso crítico es el tiburón martillo. El 1 de junio pasado, se anunció la prohibición de comercializarlo. “Eso es un paso adelante porque ahora los pescadores no van a tener ningún incentivo para desembarcarlo”, dijo Hearn. Los operadores turísticos señalan que un espécimen muerto cuesta $200 pero la tarifa de una semana de buceo para verlos en su hábitat es de $7 mil por persona, fuera de gastos de viaje. Su desaparición sería una tragedia biológica y económica.
La “exportación” de Galápagos es tan abundante que en los mapas satelitales se aprecia cómo los pesqueros industriales, entre ellos las embarcaciones chinas, se instalan como una muralla bordeando los límites de la zona económica exclusiva insular para alzarse con las capturas.
Pulsa play para reproducir el video y usa los botones + y – para alejar o acerca el mapa. La mancha de color rojo representa a la flota de bandera china.
La magnitud de la flota china y su cercanía a Galápagos prendieron todas las alertas mundiales. La flota potera recorre el Atlántico sur y luego sube por Chile, Perú y el sur de Ecuador, son viajes de muchos meses. A mediados de agosto, la Armada ecuatoriana anunció que la escuadrilla constaba de unas 325 unidades. “En este periodo 149 buques han apagado su sistema satelital, eso también se encuentra registrado… incluso algunos buques han cambiado de identificación”, dijo el comandante de la Marina, Darwin Jarrín.
EL UNIVERSO pudo confirmar con el Comando de Operaciones Insular (Galápagos) los nombres de al menos 139 barcos que componen la escuadra, más de una tercera parte. Se partió de una lista proporcionada por el especialista en conservación marina argentino Milko Schvartzman con 280 barcos. De acuerdo con el Comando de Operaciones, el resto de las 141 embarcaciones no aparecía en su sistema o navegaba por otro lugar.
Todos tienen bandera china, están registrados en la Organización Regional de Ordenación Pesquera (OROP) del Pacífico Sur (SPRFMO que regula la captura del jurel y del calamar gigante). De acuerdo con la información de la Organización Marítima Internacional (OMI), las naves pertenecen a 34 empresas, la mayoría con sede en Zhoushan, en la provincia de Zheijang, en el Mar de China Oriental. Muchas de estas compañías incluyen en su nombre la ciudad o provincia donde están inscritas.
Diez de estas empresas operan 95 de los 139 barcos identificados en la escuadrilla y algunas operan también más naves registradas en otras OROPs. En general, las compañías los inscriben con un nombre genérico seguido de una cifra.
Así, Fujian Pingtan County Ocean, con sede en la provincia de Fujian, es propietaria de 21 barcos que operaron cerca de Galápagos, casi todos construidos en 2019 y cuyo costo puede llegar a los $4 millones por nave si está muy bien equipada. Sus buques llevan por nombre “Fu Yuan Yu” y una secuencia numérica: Fu Yuan Yu 7602 o Fu Yuan Yu 7890. En la OMI registra 77 unidades en total. Esta firma funciona en la sede de Pingtan Marine Enterprise Ltd., una de las mayores empresas de servicios marinos que cotiza en la Bolsa de Nueva York. En su página web, la multinacional informó que sus ingresos en el primer semestre de 2020 fueron $40,8 millones y que su flotilla opera en India e Indonesia.
Le siguen las empresas Zhoushan Ningtai Ocean Fish con 18 buques llamados Ning Tai; China Aquatic Products con los denominados Zhou Yu y la firma Zhoushan Jinhai Deep-Sea con los Jin Hai, con diez unidades cada una, y la compañía China Yantai Marine Fisheries con ocho.
A estos 139 se suma el carguero panameño Yong Xiang 9 que fue inscrito en la OROP del Pacífico Sur (Sprfmo) por Hong Kong Yong Xiang Shipping Limited (con sede en las instalaciones de East Maritime Services Co. Limited, en Hong Kong). La nave fue grabada en un video a principios de agosto en las aguas internacionales frente a Ecuador, pero según el portal Marine Traffic, la última vez que había actualizado su ubicación era en marzo y se encontraba frente a las costas de Japón.
Entre el grupo de empresas, pero solo con el barco Chang Shun No.1, está China Kingdom Shipping Ltd., que funciona en la sede de China National Fisheries Corp. (CNFC), controlada por China Agricultural Development Co., el gran conglomerado estatal. CNFC produce unas 100 mil toneladas al año y está presente en África a través de empresas mixtas. En marzo de 2016, la marina Argentina le hundió el potero Lu Yu Yuan 10, perteneciente a su filial Shandong Yantai Marine Fisheries Co., según el portal SeefoodSource.
En la escuadrilla navegan dos barcos que ya fueron señalados por la Marina Argentina y Revista Puertos de Argentina, por invadir la Zona Exclusiva de ese país en abril pasado, señaló Schvartzman, de la organización Círculo de Políticas Ambientales. Se trata del Run Da 613, de la compañía Zhoushan Run Da Ocean Fish, y el Hai Yang 2, de la empresa RongCheng Marine Fishery Co.
Armada de Ecuador vigila barcos de flota china en límites de zona económica exclusiva de Galápagos. video: Cortesía Armada del Ecuador
Schvartzman dirigió un programa sobre la incidencia de la flota china en el puerto de Montevideo. Algunos operadores utilizan esas instalaciones para reabastecimiento, como la empresa Qingdao Haoyang Ocean Fishery (los Lu Qing Yuan Yu). Varios poteros atracan por razones humanitarias: desembarcar tripulantes enfermos o fallecidos. Desde 2019, algunos de estos barcos fueron el Dong Yu 1519, el Fu Yuan Yu 7614 y el Lu Qing Yuan Yu 276, que integran la flotilla que navegaba cerca de Galápagos.
Dos años antes, la firma propietaria de un barco chino fue denunciada en Uruguay por malos tratos a los tripulantes y en otra ocasión cuatro marineros de nacionalidad indonesia se escaparon de una nave porque no les habían pagado su salario durante seis meses. La Embajada de Indonesia tuvo que intervenir y repatriarlos. La Marina de Ecuador indicó que no tiene registros de arribos forzosos de estas naves a puertos ecuatorianos.
En la costa del Pacífico Sur, el principal punto de abastecimiento es Chimbote (al norte de Perú), donde hacen astillero alrededor de unos 300 barcos chinos cada año. Calamasur impulsa en Perú una regulación para que cuando se reciba a una nave se pueda analizar su sistema de rastreo satelital al menos seis meses antes de su llegada, una norma que ya tiene Chile. El objetivo es asegurarse de que los buques no hayan pescado en zonas prohibidas.
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La postura de China
A fines de agosto, el embajador chino en Ecuador, Chen Guoyou, aseguró a la Asamblea Nacional en Quito que los barcos reportan cada hora su ubicación y que se le ha pedido “que no pueden entrar por ningún motivo a la zona económica exclusiva de las islas Galápagos”.
El diplomático rechazó que los barcos de su país violen normas internacionales. “Sobre los recientes reportajes de los medios de comunicación privados, de que los barcos chinos han apagado su posicionamiento por satélite, podemos decir que según nuestro monitoreo, excepto unos retrasos o pérdida temporal de la señal, todos los barcos se mantienen operando y utilizando el sistema de seguimiento”, insistió. Finalmente dijo que “no hemos encontrado ningún caso de que los barcos chinos hayan apagado su posicionamiento por satélite, como ha declarado el Gobierno ecuatoriano y el ministro de Defensa (Oswaldo Jarrín)”.
Este Diario pidió en dos ocasiones una entrevista con el embajador Chen Guonyou para hablar sobre el tema pero no la concedió.