Varios directores de programas de conservación entrevistados por EL UNIVERSO coinciden en el poco control que ejerce el Gobierno chino sobre su flota oceánica y en su record de “malos alumnos” ante las organizaciones de regulación pesquera (OROPs). Una actuación negligente si se considera que China posee la flota más grande del mundo y es el primer exportador global de productos pesqueros.

En 2018 se alzó con el 15 % de las capturas marinas del mundo y fue el primer exportador con 14 % del total (seguido por Noruega con el 7 %), según el informe de la Organización para la Alimentación y Agricultura de las Naciones Unidas (FAO) de este año. El gigante asiático anunció en 2017 su compromiso de reducir su flota a solamente 3000 barcos para el 2020, meta que aún no se ha evaluado.

Las razones enumeradas por los entrevistados son varias. Señalaron que no llevan observadores científicos independientes, que recolectan información sobre días de pesca, tipo de capturas, pesca incidental, desechos y transbordos, para enviar sus informes a las entidades intergubernamentales. En el caso de los poteros, la OROP del Pacífico Sur (Sprfmo) aprobó que a partir del 1 de enero de 2021 deberán llevar observadores en el 5 % de las naves.

Las naves —dijeron— tampoco son controladas debidamente a su arribo, China no ha firmado el “Acuerdo sobre medidas del estado rector del puerto destinadas a prevenir y eliminar la pesca ilegal no declarada y no reglamentada”, de la FAO. El tratado es clave, explicó Jorge Guerrero, de la WWF, porque crea protocolos para tener una trazabilidad de las capturas: quién pescó qué y dónde. Además prohíbe el uso del puerto para transbordo de pesca.

Banco de tiburones martillos jóvenes en Galápagos. Foto: FCD/Pelayo Salinas de León
Banco de tiburones martillos jóvenes en Galápagos. Foto: FCD/Pelayo Salinas de León

El traspaso de pesca es lo que permite a la flota recorrer el mundo porque entrega su pesca en altamar a cargueros, que la llevan a puerto, mientras sigue navegando.

Otro problema es que apagan la localización satelital, como se probó con el carguero Fun Yuan Yu Leng 999, capturado en Galápagos en 2017, añadieron. En el caso de la flota que cercó Galápagos, algunos barcos no aparecen con su posición real en el portal Marine Traffic, no la han actualizado desde hace varias semanas. Sin embargo, el embajador chino aseguró que según su monitoreo no existe este problema.

En un reporte de China a la OROP del Pacífico Sur sobre capturas de calamar, de octubre de 2019, se incluyen los movimientos de los barcos entre 2016 y 2018. Siempre durante junio, julio y agosto navegaron entre Ecuador continental y Galápagos, y bordearon la zona exclusiva insular. En esa OROP, China tiene registradas 694 naves con un promedio de 59 metros de eslora.

El informe es una constatación de la escasez: aumentan los barcos pero cada vez capturan menos pesca por nave. Así, en 2014 con 264 barcos lograron alzarse con 325 mil toneladas de calamar gigante, dos años después con 276 barcos alcanzaron 223 mil y en 2018 con 435 naves capturaron 346 mil toneladas. La pesca promedio por barco en 2014 fue de 1231 toneladas y en 2018, 796 toneladas.

La otra OROP, es la Comisión Interamericana del Atún (CIAT), en la que los asiáticos impiden pasar regulaciones más exigentes para los barcos de palangre. En la CIAT, de la que Ecuador también es miembro, las decisiones se adoptan por consenso, es decir con el acuerdo de todos los miembros.

En la Comisión, los barcos cerqueros atuneros (que lanzan una gran red que luego se recoge con ayuda de una grúa) tienen reglas más estrictas que los de palangre, que largan extensas líneas con otras verticales con anzuelos. Para los cerqueros de más de 373 toneladas está prohibido el transbordo en altamar y es obligatorio llevar observadores, mientras que para los de palangre no.

“Los países asiáticos siempre se han opuesto a llevar observadores independientes en su flota palangrera atunera“, comentó un funcionario de la CIAT que pidió la reserva. Estos países tienen el 74 % de esa flota: China con 413 barcos, Corea 193, Japón 189 y Taiwán 134. Ecuador, en contraste, solo ha matriculado a 22 palangreros, ya que la mayoría de su escuadra es cerquera (112 naves).

Pablo Guerrero relató que desde hace cinco años los científicos de la CIAT piden que el porcentaje de observadores suba del 5 % al 20 %, pero la propuesta no tiene consenso. En 2019, el 25 % de los buques ecuatorianos palangreros llevó observadores, mientras que para los chinos, ese porcentaje llegó a 0,07 %.

El palangre tiene un alto índice de pesca incidental porque no solo los atunes quedan atrapadas en los anzuelos. La CIAT declaró como especies de vulnerabilidad máxima a la mantarraya gigante y a los tiburones zorro ojón, zorro pelágico, martillo y sedoso.

Los problemas de la flota no son ajenos al Gobierno de China. Si bien recibe subsidios estatales, su crecimiento exponencial genera conflictos. China anunció en junio pasado una veda para el calamar en el Pacífico al oeste de Galápagos, entre julio y septiembre, y en el Atlántico sur, entre septiembre y noviembre. De acuerdo con el portal Diálogo Chino, que publicó el mapa donde imperaba la veda, eso permitiría la reproducción del molusco. Para entonces, la cuadrilla de 300 barcos ya estaba subiendo hacia Ecuador y se quedó en aguas internacionales donde no se aplicaba la veda. “Lo ideal sería que China comparta sus estadísticas con la OROP del Pacífico Sur para que esta dicte las medidas de manejo para todos; las medidas de conservación no pueden declararse olímpicamente de forma unilateral”, criticó Guerrero.

Zonas de veda de pesca de calamar anunciadas por China pasa su flota de ultramar. Mapa: El Universo. Fuente: Diálogo chino

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En Galápagos el mar emite sus alertas

Más allá de cualquier rastreo satelital, los galapagueños constataron la llegada de la cuadrilla por la basura que comenzó a fluir desde fines de junio por el sur. Así como la corriente de Humboldt trae la vida, en los últimos años también nos trae mucha basura: botellas de plástico, zapatos, baldes y hasta redes de pesca, explicó Sofía Green, bióloga que trabaja en el archipiélago. “Las botellas son inconfundibles por los caracteres asiáticos y sabemos que vienen del sur, no llegan desde Asia”, acotó. Otro biólogo aseguró “hemos encontrado palangres y radio boyas con siglas chinas”.

A mediados de agosto se realizaron protestas en las islas y se colgaron decenas de botellas plásticas como una exhibición vergonzosa del daño provocado. ¡Buques de muerte! y ¡SOS Galápagos! fueron las consignas. “Es nuestro capital natural el que está siendo destrozado”, reclamó Nicolás Vera Schies del Colectivo Frente Insular Reserva Marina Somos Todos.

Solo desde enero de este año, Ecuador está mejor equipado para vigilar sus zonas económicas exclusivas. El capitán de navío, Patricio Mora López, comandante de Operaciones Insular con sede en Puerto Baquerizo Moreno (Galápagos), explicó que la Armada cuenta con un sistema de rastreo marítimo satelital.

Hasta el año pasado esta vigilancia era muy deficiente. Aun así, en 2017 se capturó el carguero Fun Yuan Yu Leng 999, que según el registro de la OMI pertenece a la firma china Fuzhou Honglong Ocean Fishing. La nave había incursionado en la reserva y tenía en su bodega 300 toneladas, en su mayoría tiburones (6223 especímenes). Las investigaciones confirmaron que el carguero tuvo interrupciones en su transmisión satelital. Al término del proceso judicial, Ecuador confiscó el barco valorado en $6 millones.

Si algún barco no lleva pesca ilegal y solo tiene un problema con sus documentos, por ejemplo, se aplica el Código de Policía Marítima, que data de 1960 y cuya máxima multa es de 5 mil sucres o 20 centavos de dólar, explicó el capitán Mora. En 2018 se presentó un proyecto de Ley de Navegación, pero aún no ha sido aprobado por la Asamblea Nacional.

Ecuador deberá presentar cualquier reclamo ante las organizaciones internacionales: la OMI, CIAT y la OROP del Pacífico Sur. El tinte político ya está presente. No es un secreto que el país atraviesa una crisis económica y que China es uno de sus acreedores con más de $5400 millones. Las sanciones sanitarias impuestas al camarón ecuatoriano han contraído las exportaciones en decenas de millones de dólares. A fines de septiembre, las autoridades propusieron habilitar parte de la flota pesquera ecuatoriana para capturar calamar gigante y vendérselo a China.

Los tiburones martillo se congregan en las islas Wolf y Darwin de Galápagos. Foto: Pelayo Salinas de León

En diplomacia imperan los silencios, sin embargo, Estados Unidos quiere jugar un rol en esta obra que enfrenta al minúsculo Ecuador con el gigante asiático. El secretario de Estado, Mike Pompeo, ha pedido a través de su cuenta Twitter que China controle la “pesca ilegal” de su flota. En el último tuit, posteado el 27 de agosto, Pompeo exigió a China “ser transparente y cumplir su propia política de cero tolerancia a la pesca ilegal”.

Así como el Fun Yuan Yu Leng 999 se convirtió en un símbolo de las amenazas a la RMG, el decomiso de 26 toneladas de aletas de tiburón en Hong Kong, procedentes de Ecuador, el año pasado, es una prueba más del acecho que ronda al oasis. El biólogo Jonathan Green calculó que esos 26 mil kilos de aletas representarían 17 mil tiburones. “Vamos hacia un colapso genético de ciertas especies y eso ya no es recuperable”, advirtió.

¿Cómo proteger a Galápagos de la presión pesquera? Se barajan varios ases. Se considera una ampliación de la Reserva Marina y el presidente Lenín Moreno lo anunció el año pasado en Madrid. Eso significaría una disminución de las 148 millas de Zona Económica Exclusiva por lo que deberá incluir una difícil negociación con la industria pesquera artesanal e industrial que allí opera. La Armada debe completar un estudio geológico para que se reconozca la plataforma entre las Islas y el perfil costero como una sola extensión, y así garantizar la soberanía sobre el subsuelo. Finalmente, se avanza en los estudios científicos para declarar otro oasis oceánico: una migravía entre Galápagos e Isla de Cocos (Costa Rica) para proteger a tiburones, mantarrayas, atunes y otras especies. Es poco probable que todo se logre hasta junio del próximo año, cuando la cuadrilla de troncos de acero acorrale nuevamente a Galápagos.

*Ilustración principal:equipo de ilustradores de Kipu Visual para Mongabay Latam. 

Artículo publicado por Michelle
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