- La fotógrafa y bióloga Romi Castagnino nos presenta nuevos animales captados en cámaras trampa de todo el mundo.
Los capuchinos de cara blanca prueban casi cualquier alimento. Aprenden cuáles son comestibles o deseables a través de prueba y error. Al comer fruta, por ejemplo, primero la huelen, muerden o exprimen para asegurarse de que esté madura.
Esta especie, también conocida como monos machín, tienen marcas distintivas que los diferencian de otros capuchinos.
Tienen un cuerpo negro con la parte superior del pecho y los hombros blancos, y una cara blanca con la parte superior de la cabeza negra. Este parche negro le da su nombre, ya que se asemeja a la capucha de los monjes capuchinos. Estos monos viven desde el norte de Colombia hasta Belice; pasando por Panamá, Costa Rica y Nicaragua.
Son muy adaptables y ocupan una amplia variedad de hábitats, como los bosques húmedos de tierras bajas y los bosques secos caducifolios —que pierden sus hojas durante una parte del año—, siempre dándole una preferencia a los bosques de dosel cerrado.
Los capuchinos de cara blanca son muy sociables y viven en grupos de 15 individuos en promedio, con un macho adulto liderando la tropa. Las hembras se quedan con el grupo en el que nacieron, mientras que los machos se van del grupo alrededor de los 4 años para encontrar uno nuevo.
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Estos primates son diurnos y son muy activos durante el día. El juego social es común, especialmente entre los monos jóvenes que pasan una cantidad considerable de tiempo jugando y luchando. Los jóvenes también dependen en gran medida del aprendizaje social; observan a los adultos y aprenden comportamientos y habilidades esenciales.
El grupo pasa la mayor parte del tiempo viajando y buscando comida. Buscan comida en el suelo del bosque y en el dosel donde utilizan sus colas prensiles no solo para moverse entre ramas sino para agarrar y transportar comida.
Los capuchinos son omnívoros. Se alimentan de insectos (como hormigas y saltamontes), pero también de frutas, flores, nueces y otros invertebrados. Y cuando tienen la oportunidad comen pequeños vertebrados como ardillas y ratas arborícolas. Un estudio en Costa Rica halló 63 especies de plantas en su dieta, lo que los convierte en importantes dispersores de semillas.
Los capuchinos son polígamos, así que los machos y hembras tienen múltiples pareja. Cada dos años, las hembras dan a luz a un solo bebé que se aferra a su madre durante los primeros 5 o 6 meses de vida. A partir de 1 año de edad, son capaces de encontrar comida con tanto éxito como los adultos.
Mientras la madre cuida al bebé, los machos alfa ayudan a proteger a su grupo de intrusos y depredadores. Cuando los depredadores se acercan, los capuchinos usan una llamada de alarma para alertar a otros de su presencia. Y para coordinar si es que van a huir o atacar al depredador, el mono alfa usa otra llamada.
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Los depredadores más comunes del capuchino de cara blanca son los caimanes, jaguares, ocelotes, águilas arpías y serpientes como las boas arborícolas. Además de la depredación, otros factores que causan su muerte son las enfermedades e infecciones por heridas sufridas durante peleas. La UICN clasifica al capuchino de cara blanca en Preocupación Menor.
Sus amenazas principales son la degradación de su hábitat y la deforestación. También las personas los cazan como alimento o los capturan para el tráfico de mascotas, lo que es muy peligroso ya que estos monos pueden ser portadores de diversas enfermedades, como la malaria, que pueden transmitirse a los humanos.
En el próximo episodio conoceremos a un animal que ocasionalmente comparte su guarida con zorros rojos. ¡Cuéntanos en los comentarios si sabes de qué animal se trata! ¡Hasta la próxima!
Imagen principal: El mono machín de Tumbes habita en el Parque Nacional Cerros de Amotape. Foto: Yunkawasi.
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