- El cambio climático ha provocado una dramática pérdida de hielo en el Ártico, lo que ha permitido que las orcas accedan a partes del Ártico canadiense a las que antes no podían llegar.
- Un nuevo estudio encontró que una población de 136 a 190 orcas pasó los meses más cálidos del verano en la región norteña de la isla de Baffin de Canadá entre 2009 y 2018, y se alimentó de hasta 1504 narvales cada temporada.
- Según el estudio, si bien la población general de narvales no está en peligro inmediato, una afluencia constante de orcas podría conducir a la transformación del ecosistema a través de una cascada trófica.
Los narvales son ballenas que habitan en el Ártico con una característica única: los machos tienen un colmillo en espiral en forma de espada que puede extenderse hasta 3 metros.
Estas criaturas de aspecto mágico se enfrentan a una nueva amenaza. A medida que el cambio climático reduce el hielo en el Ártico, las orcas se están acercando y los narvales son una fuente de alimento atractiva para ellas.
Anteriormente, ya se habían avistado orcas (Orcinus orca) en el Ártico. Un estudio muestra que en el siglo XIX fueron avistadas en el Estrecho de Davis y en la Bahía de Baffin en el Ártico canadiense, tal como se informaba en los viejos diarios de pesca de ballenas. Sin embargo, estos avistamientos eran bastante raros.
“Estas orcas no usaban el Ártico porque el hielo marino […] les rompería las aletas dorsales y [morirían] si se sumergieran bajo el borde”, le dijo a Mongabay Colin Garroway, profesor asistente de la Universidad de Manitoba y coautor de un estudio sobre la abundancia de orcas en el Ártico.
Pero a medida que el cambio climático acelera la pérdida de hielo, las orcas han avanzado hacia el Ártico durante la temporada de verano más cálida, que dura aproximadamente 90 días. Según el estudio escrito por Garroway y dos colegas, publicado en Global Change Biology, entre 2009 y 2018, cada año hubo entre 136 y 190 orcas en la región norte de la isla de Baffin de Canadá. Esta estimación de población se basa en la técnica de fotoidentificación.
La presencia de las orcas en el Ártico es un evento importante para otras especies, incluido el narval (Monodon monoceros), que se ha convertido en la principal fuente de alimento para las orcas durante la temporada de aguas abiertas en el Ártico. Al analizar los requisitos calóricos de la población de orcas, así como el contenido calórico de los narvales, Garroway y sus colegas estimaron que las orcas se alimentaron de alrededor de 1076 y 1504 narvales cada temporada.
“Es posible que los narvales no puedan escapar de las orcas porque representan una nueva amenaza”, dijo a Mongabay en un correo electrónico Brandon Laforest, experto en narvales y especialista en especies y ecosistemas del Ártico de WWF. “Las orcas son depredadores grandes, inteligentes y rápidos capaces de cazar una amplia variedad de presas en su área de distribución global”, agrega.
Aún así, por ahora las orcas no parecen representar una amenaza sustancial para la población de narvales en el Ártico canadiense, cuya población mundial es de unos 200 000, dijo Garroway. Según él, las mayores amenazas son el cambio climático y la degradación del hábitat. Sin embargo, precisa que si la tendencia continúa, las orcas sí podría poner en peligro la población de narvales y provocar una transformación del ecosistema a través de una cascada trófica de arriba hacia abajo.
“Si el hielo marino continúa derritiéndose, las orcas continuarían moviéndose hacia la región”, dijo Garroway. “Eso podría cambiar potencialmente el comportamiento de todo tipo de especies de presas, incluido el narval”.
El narval es también una fuente de alimento tradicional para las personas que viven en el Ártico canadiense y en Groenlandia, por lo que cualquier disminución en la población de narval podría afectar la seguridad alimentaria, dijo Laforest, que no participó en el estudio.
“Este es un sistema en proceso de cambio, por lo que será fundamental monitorear la presencia de orcas en asociación con la población norteña que vive y caza en las aguas del Ártico”, dijo Laforest. “Como las personas mejor situadas para estudiar la dinámica orca-narval, así como las más afectadas por los cambios asociados, son los inuit en el Ártico de Canadá, ellos serán parte integral de los esfuerzos de monitoreo futuros”.
Según Laforest, un aumento de orcas en el Ártico también es una señal de cambios expansivos en el medio ambiente.
“Deberíamos estar preocupados por la presencia de orcas en el Ártico como un indicador de cambios más amplios que están ocurriendo en el ecosistema”, dijo. “Es relativamente fácil ver cambios cuando un carnívoro grande pasa tiempo en un nuevo hábitat. Aun así, un clima más cálido tiene implicaciones en todos los niveles de la red alimentaria, comenzando por las algas que viven bajo el hielo marino y forman la base de la red alimenticia marina del Ártico”.
Referencias:
Ferguson, S. H., Higdon, J. W., & Westdal, K. H. (2012). Prey items and predation behavior of killer whales (Orcinus orca) in Nunavut, Canada based on Inuit hunter interviews. Aquatic Biosystems, 8(1), 3. doi:10.1186/2046-9063-8-3
Lefort, K. J., Garroway, C. J., & Ferguson, S. H. (2020). Killer whale abundance and predicted narwhal consumption in the Canadian Arctic. Global Change Biology, 26(8), 4276-4283. doi:10.1111/gcb.15152
Imagen de portada: Un grupo de narvales. Imagen de Our Breathing Planet/Flickr
Elizabeth Claire Alberts es una redactora de Mongabay. Síguela en Twitter @ECAlberts.
Esta historia fue publicada por primera vez en la web en inglés el 23 de julio de 2020.
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