- El gobierno del estado de Ekiti en Nigeria ha emitido una orden ejecutiva que establece un área de conservación dentro de la Reserva Forestal de Ise, donde se cree que sobreviven unos 20 chimpancés de Nigeria-Camerún.
- El chimpancé Nigeria-Camerún enfrenta en toda su área de distribución amenazas como la caza y la tala de bosques para la industria maderera y la agricultura. Puede que queden tan solo 3500 chimpancés de Nigeria-Camerún en la naturaleza.
- La actualización de la reserva a un área de conservación pondrá en marcha medidas de protección forestal más estrictas.
- Antes de hacerlo, los conservacionistas dicen que trabajarán para obtener el consentimiento y el apoyo de las comunidades que dependen de los bosques en el área.
El gobierno del estado de Ekiti de Nigeria ha tomado medidas para establecer un área de conservación dentro de la Reserva Forestal de Ise, un paso importante hacia la protección del hábitat del chimpancé de Nigeria-Camerún (Pan troglodytes ellioti).
La reserva forestal de 46 kilómetros cuadrados se considera un sitio prioritario importante para estos animales, la subespecie de chimpancé más amenazada. Se estima que su población total, que se encuentra en las zonas fronterizas boscosas de Nigeria y Camerún, es de entre 3500 y 9000 individuos en estado salvaje y se cree que menos de 20 sobreviven en Ise, distribuidos en un área de 32 km2.
Si bien el bosque de Ise ya es una reserva, está rodeado de tierras de cultivo y asentamientos humanos, y lidia con la tala indiscriminada y el desmonte para el cultivo ilegal de marihuana y la creación de granjas. La Dirección Nacional de Represión del Uso Indebido de Drogas de Nigeria dijo que destruyó 160 hectáreas de plantaciones de marihuana en la Reserva Forestal de Ise a fines de 2014; un año después, descubrió 2000 granjas de cannabis en Ise y Ogotun, otro pueblo del estado de Ekiti.
La invasión es un problema en las reservas forestales de Nigeria donde viven los chimpancés. Estas reservas, que son controladas por los gobiernos estatales, se establecen para promover el uso controlado de los recursos y no como áreas estrictamente protegidas. A menudo están mal monitoreadas, lo que las deja vulnerables a la tala, la caza de subsistencia, la caza para medicinas tradicionales, y el desmonte para la agricultura y los asentamientos humanos. Los departamentos forestales luchan contra estos problemas con financiamiento y personal insuficientes.
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Rachel Ashegbofe Ikemeh, directora del proyecto The South-West/Niger Delta Forest Project (SWNDF), que impulsó el establecimiento de un área de conservación en Ise, espera que la categoría de mayor protección del bosque lo proteja de estos peligros. Esto no solo ayudará a los chimpancés, dice, sino también a otras especies de plantas y animales que viven en este ecosistema de alta biodiversidad.
“Los resultados que esperamos ver en los próximos años son simples: hábitat de buena calidad, poblaciones de vida silvestre prósperas, básicamente una mejor versión de lo que se puede obtener en la reserva forestal hoy, en igualdad de condiciones”, le dice Ikemeh a Mongabay.
Aún no se ha determinado el tamaño exacto y la ubicación del área de conservación. Desde el 11 de marzo, cuando el gobierno estatal emitió una orden ejecutiva estableciendo la zona de conservación e indicando que estaba dispuesto a transferir la autoridad a SWNDF, el grupo ha realizado una evaluación preliminar. También está trabajando para atraer organizaciones asociadas con la experiencia y los recursos para gestionar de manera eficaz las áreas y trabajar con las comunidades locales para obtener su apoyo.
En el monitoreo de chimpancés de 2013 en el bosque de Ise y el grupo de bosques de Idandre —una franja de 2159 km2 de reservas forestales en el estado vecino de Ondo— Ikemeh conjeturó que la población de chimpancés probablemente había disminuido en más del 60 % desde el 2000.
Los chimpancés están “muy amenazados”, dice, y advierte que, sin una acción inmediata, “las poblaciones nunca tendrán la posibilidad de recuperarse”.
La clave para los esfuerzos de protección, dice Ikemeh, es el reclutamiento y la capacitación de “personas comprometidas como guardias ecológicos/guardabosques y luego la creación de un régimen de patrulla y la aplicación de ley”.
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“Sin embargo, antes de esto, se necesita asegurar que se realice debidamente un consentimiento libre, previo e informado […] para asegurar que incluyamos a las comunidades fronterizas en cada paso y así garantizar un nivel significativo de cooperación”, dice.
La implementación de medidas estrictas de conservación puede ser un golpe para las comunidades que dependen de los bosques. Ikemeh y su equipo están trabajando para evaluar las necesidades de las comunidades que viven junto a la reserva y para mantener conversaciones con ellas para explorar proyectos de medios de vida alternativos.
“Sin embargo, también sabemos que ningún apoyo que proporcionemos podrá disuadir por completo a todos de intentar explotar los bosques dentro del área de conservación”, dice. “Es por eso que también se prestará atención a la aplicación efectiva de la ley”.
Esta historia fue publicada por primera vez en la web en inglés el 3 de abril de 2020.
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