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Nuevo decreto para pescadores artesanales genera polémica sobre su implementación en el sector

Foto: Percy Bayona

  • Un Decreto Supremo busca que los pescadores artesanales declaren su pesca en una plataforma digital. 
  • Registrar digitalmente la información sobre cuánto y qué se pesca es importante para asegurar la sostenibilidad pesquera.
  • Pescadores artesanales acusan de que el proyecto ha sido impuesto sin ningún plan de acompañamiento y que no se condice con la realidad del sector.

Tener una buena trazabilidad, es decir, un sistema donde quede registro sobre qué, cómo, cuándo, quién y dónde se pesca, procesan o venden los recursos marinos es uno de los pendientes del sector pesquero peruano. No contar con esa información o disponer de ella parcialmente o con datos equivocados acarrea diferentes problemas. Algunos de ellos son la imposibilidad de saber cuándo un recurso fue pescado o comercializado de manera ilegal y no poder tomar decisiones acertadas que aseguren la sostenibilidad de los recursos.

Los problemas en la trazabilidad pesquera del país tiene varios orígenes y uno de ellos es que los pescadores artesanales declaran lo que pescan y las cantidades en un sistema de registro manual, lo que conlleva a que existan una serie de errores en la información.

Para superar esto, el Ministerio de la Producción (PRODUCE) prepublicó un Decreto Supremo que obliga a los pescadores artesanales a ingresar la información, que antes registraban en papel, en un sistema digital llamado Sistema de Trazabilidad para la Pesca y Acuicultura (Sitrapesca). Según el Decreto Supremo que aún se encuentra en discusión, los pescadores tendrán un plazo máximo de 150 días para adecuarse al sistema a partir de la fecha en que se publiquen los lineamientos para su uso. Cumplido ese plazo, quienes no lo utilicen podrían ser sancionados.

pesca artesanal perú
Pescadores artesanales en la costa norte peruana. Foto: Cortesía ANDINA/Vidal Tarqui.

Rápidamente surgieron preguntas como ¿qué pasa con aquellos que no tienen acceso a internet? ¿Cómo ingresarán la información aquellos que no saben utilizar la plataforma? ¿Cómo harán los pescadores que no tienen teléfonos inteligentes? Distintas agrupaciones de pescadores artesanales rechazaron la medida acusando a las autoridades de querer acabar con ellos.

Expertos y científicos de las organizaciones de la sociedad civil que trabajan en asuntos pesqueros celebran que las autoridades muestren un interés por avanzar de manera concreta hacia una mejor trazabilidad. Sin embargo, concuerdan en que la manera en la que se trabajó y anunció el proyecto no fue la correcta.

¿Cuáles son los pro y contra de esta polémica medida?

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Beneficios de migrar a lo digital

Parte de la información que los pescadores deberán ingresar en el Sitrapesca es la que ya declaran en los formularios físicos como sus datos de identificación, el número de matrícula de la embarcación, cuánto han pescado, de qué especies, con qué artes de pesca y en qué lugar han desembarcado los recursos.

Así mismo, los demás actores de la cadena como los comerciantes, intermediarios, y plantas de procesamiento también deberán ingresar la información acerca de la mercancía que han comprado o vendido en el Sitrapesca. Los transportistas, por su parte, deberán registrar los datos de lo que movilizan en el sistema georreferenciado de pesca y acuicultura (Sigpesca).

Aimée Leslie, directora del Programa Marino de WWF Perú, explica que “la importancia de pasar del papel a lo digital es que se evitan errores que hoy se cometen en papel”. Por ejemplo, asegura, uno de los problemas que se han detectado es que existen registros que señalan que la pesca proviene de lugares donde no hay costa, como Sullana, una ciudad ubicada a más de 80 kilómetros del mar. También han observado casos en que un armador, o dueño de una embarcación, declara que un pescador está realizando faenas en dos barcos diferentes al mismo tiempo. Esto podría ser un error, pero también podría tener el propósito de ocultar información cuando la tripulación es, por ejemplo, menor de edad o no está legalmente registrada, explica Leslie. Detectar este problema cuando se declara en papel es poco probable, ya que “es muy difícil comparar lo que se registra en un puerto y en otro”, asegura la experta. En cambio, si todo está concentrado en una base de datos, el sistema computacional es capaz de detectar errores como esos en segundos.

Pescadores de Ancón. Foto: The Nature Conservancy

“Recaudar más y mejor información sobre cómo se lleva a cabo la actividad pesquera permite avanzar hacia una sostenibilidad de la misma desde un punto de vista ambiental, pero también económico y social”, asegura Leslie.

En cuanto a lo ambiental, la información permite tener un mejor control sobre lo que se pesca y por ende tomar decisiones para que la actividad no afecte las poblaciones de peces y otros recursos marinos.

En el ámbito social, visibilizar mejor quiénes son los trabajadores de la pesca permite trabajar en el mejoramiento de las condiciones laborales y, además, acelera el proceso. “El pescador a veces tiene que viajar media hora para presentar una documentación en una oficina y esperar cuatro días a que le den permiso para zarpar”, cuenta Leslie. Con un método digital, en cambio, podrían tener dicho permiso casi de inmediato, asegura.

Al mismo tiempo, en lo económico, los mercados internacionales están requiriendo cada vez más que los productos puedan ser trazados para evitar la pesca ilegal, explica la experta de WWF. Si eso se cumple, es posible dar un valor agregado a los productos y que el pescador reciba una compensación por registrar el detalle de sus actividades, agrega.

Mujeres de la Asociación Mujeres Emprendedoras de Quilca descargando el pescado. Foto: WWF

Todos estos ejemplos dan cuenta de que el tránsito del papel a lo digital es algo positivo y que “marca un antes y un después”, dice Juan Carlos Sueiro, director de pesquerías de la organización Oceana. Sin embargo, “no todo es tecnología”, agrega.

“Los pescadores artesanales estamos pidiendo bono para subsistir, y vamos a tener para comprar celular y de yapa comprar internet. Rechazo absoluto esta intentona de desaparecer al pescador artesanal”, publicó el pescador José Cachique en su cuenta de facebook.

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Los problemas de la nueva norma

El acceso a la tecnología es el primer gran reto que supone esta medida. “Empezando porque la mayoría de los pescadores no tienen computadora, no todos tienen teléfonos inteligentes y en muchos lugares no hay acceso a internet”, explica Leslie. Además, “no necesariamente se tiene el nivel educativo suficiente que permita entender cómo registrar la información en los formatos”, puntualizó uno de los pescadores que participó de una reunión con WWF para exponer las preocupaciones respecto de la norma.

Por otra parte, los pescadores aseguran que no se les ha comunicado cómo se utilizará la información que se registre en el Sitrapesca. “Eso genera muchos miedos porque pueden pensar que la información, por ejemplo, se la va a entregar a la industria, que van a perder sus áreas de pesca”, explica la directora de WWF. Incluso otro de los pescadores que participó en la reunión con la organización, señaló su desconfianza ante la posibilidad de que la información pueda ser “filtrada a la competencia, esto es, la flota pesquera China en el caso de la pota (calamar)”.

Otra de las preocupaciones tiene que ver con la alta tasa de informalidad en la que miles de pescadores artesanales trabajan. Hasta ahora solo unas 200 embarcaciones de 3353 tienen un permiso de pesca. El problema de esto es que “un pescador informal, que vemos que es la gran mayoría, simplemente no va a poder cumplir (con la obligatoriedad de utilizar el Sitrapesca)”, explica el ingeniero pesquero Renato Gozzer.

Pescadores artesanales del Perú capturando Pota. Foto: Global Fishing Watch

Además, el experto agrega que el sistema está pensado “desde un punto de vista de fiscalización sancionador y no como un estímulo para justamente mejorar, integrarse en la economía formal”.

En conclusión, los expertos señalan que si bien la intención ha sido buena ya que la trazabilidad es necesaria, “la oposición de los grupos artesanales viene porque es una cosa impuesta, que no ha sido piloteada, que no ha sido probada, que no plantea un programa de involucramiento que sea progresivo, que sea bien pensado”, dice Gozzer.

La preocupación ahora, dice Leslie, es que “si se cierra la puerta porque el pescador no entendió bien, porque el mensaje fue mal transmitido, reabrirla va a ser mucho más difícil”.

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Los pasos a seguir

Que se generen avances en el sistema de trazabilidad “es una muy buena noticia”, insiste Leslie, “pero sí debe haber un proceso de capacitación, de acompañamiento, de dar plazos un poco más flexibles para que el pescador esté preparado para asumir este cambio de comportamiento radical con respecto a la actividad, un cambio que no es fácil y que requiere de un proceso bastante más largo del que se ha propuesto”, dice la experta.

En primer lugar, para solucionar el problema del acceso a la tecnología, WWF plantea la alternativa de seguir utilizando formatos físicos al mismo tiempo que se realizan capacitaciones a los pescadores para que aprendan a usar el Sitrapesca.

Pero además sería necesario explorar alternativas, como el uso de mensajes de texto, para aquellas personas que no tienen teléfonos inteligentes, explica Leslie. Pero también sería necesario encontrar alternativas para sortear la dificultad que implica que un pescador no tenga el dinero para mantener un saldo que le permita acceder a internet. En ese caso “estamos empezando a explorar un sistema que se llama fishcoin que está basado en Bitcoin (o criptomoneda)”, asegura Leslie. El sistema funcionaría de la siguiente manera: “yo pescador le pongo un precio a la información que estoy ingresando al sistema, por ejemplo, 10 soles. El comprador que quiere información sobre el historial del producto, me paga ese valor a través de este sistema fishcoin. Ese dinero lo puedo usar para pagar mi saldo porque ya hay un acuerdo con la empresa telefónica de hacer ese intercambio”, explica Leslie y asegura que el método ya está siendo probado en algunos países.

Por otra parte, los expertos han reparado en la necesidad de que la información pueda ser compartida con diferentes entidades del Estado, así como otros actores como instituciones académicas, organizaciones de la sociedad civil o con los mismos pescadores para que puedan acceder a los datos . El problema es que “hoy no está claro cómo es que se puede dar ese acceso”, dice Leslie.

Pescadores artesanales capturando Pota. Foto: Global Fishing Watch

Pero, además, el sistema no debería impedir que se desarrollen sistemas adicionales que lo complementen con información, por ejemplo, financiera. A modo de ejemplo, “WWF Filipinas está trabajando en un sistema de trazabilidad que le da información a los bancos para que ellos puedan crear perfiles de crédito a los pescadores”, cuenta Leslie. Muchas veces los pescadores no son sujetos de crédito debido principalmente a la informalidad con la que operan y, por lo mismo, si desean pedir un préstamo lo deben hacer por medio de un intermediario al que deben pagar altos intereses. En cambio, la información de la trazabilidad se puede compartir con los bancos para que ellos digan ‘sí, esta persona es sujeto de crédito porque aquí tenemos una justificación de cuánto producto maneja y a qué precios’”, explica la experta. “Hay muchos beneficios que pueden salir del sistema, pero necesitamos que haya más compartir de la información”, agrega.

Sin embargo, Juan Carlos Sueiro repara en que para que sea efectivamente posible pasar de un sistema manual a uno digital, es necesario crear normas, procedimientos e instrumentos adicionales. “Por ejemplo, tengo que tener una base estándar de cómo voy a llamar a las especies”, dice Sueiro, ya que son diversos los recursos marinos que son nombrados de diferentes maneras según la zona del país. La cachema, por ejemplo, es el mismo pez que el ayanque, dice.

“Falta mucho y es lógico porque nada de trazabilidad se va a resolver con una sola norma”, señala el experto. “Es un proceso para el que faltan varias otras cosas que todavía no están desarrolladas”, asegura.

Por ahora la normativa está siendo discutida y no hay certeza de que finalmente sea publicada debido a que un nuevo gobierno deberá asumir el 28 de julio.

Imagen principal: Foto: Percy Bayona

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