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Incendios en Bolivia: fuego afecta el hogar de la paraba azul en San Matías

Los pastizales secos provocan que el fuego se expanda por varias zonas. Personal del ANMI San Matías coopera para apagar las llamas. Foto: El Deber.

  • Los incendios afectan a reservas naturales bolivianas. San Matías, un poblado al límite con Brasil, sufre por esta emergencia que ya afectó 65 mil hectáreas de su área natural.
  • Todavía persisten los incendios en la Reserva Municipal de Vida Silvestre Valle de Tucabaca, en plena Chiquitania de Bolivia. San Ignacio de Velasco también sufre por el fuego.

Actualización:

El fuego llegó a San Ignacio de Velasco, en plena Chiquitania boliviana. En la zona se declaró emergencia por los incendios, que hasta el 11 de agosto habían afectado 5000 hectáreas. Las llamas avanzan rápidamente proveniente desde San Matías, localidad que está en el Pantanal boliviano y que colinda con Brasil. Ruddy Dorado, alcalde de San Ignacio de Velasco, indicó que la declaratoria de emergencia es una alerta para que los tres niveles de gobierno unan esfuerzos, recursos y ayuda para este municipio.

En esta localidad se encuentra el Área Protegida Municipal Bajo Paraguá San Ignacio de Velasco –con 983 000 hectáreas de superficie-, que por ahora no se ve afectada por el fuego. Hace dos años, San Ignacio de Velasco fue uno de los puntos más devastados por el mega incendio que dañó a la Chiquitania boliviana. Ahora, el Gobierno, a través del viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, anunció que se enviará personal y equipos para contener las llamas en la zona. La autoridad dijo que en esta zona existen 10 160 focos de calor.

Bolivia resiste, por ahora, a tres incendios de magnitud. Uno en San Matías, localidad que está en el Pantanal boliviano; en Roboré, donde se vio afectada la Reserva Municipal de Vida Silvestre Valle de Tucabaca; y en San Ignacio de Velasco, que protege al Área Protegida Municipal Bajo Paraguá. Estos dos últimos poblados son parte de la Chiquitania.

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La paraba azul es considerada una especie emblemática del Área Natural de Manejo Integrado (ANMI) San Matías. Se trata de una ave endémica de Bolivia, es decir, que no está presente en ningún otro lugar del mundo, y que está en Peligro Crítico, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). El riesgo que enfrenta esta especie es evidente, pero los incendios forestales de los últimos días la han expuesto a un escenario mucho más peligroso. El fuego ha arrasado hasta el momento con al menos 65 mil hectáreas de la zona protegida que habita.

Los nidos de las parabas azules empiezan a ser afectados y estas aves sufren por la densa humareda que hay en la zona. Los focos de calor se tornan incontrolables, a pesar de los esfuerzos por detener este desastre. Son más de 150 000 hectáreas dañadas por los incendios en el departamento de Santa Cruz, la región más afectada por el fuego.

El ANMI San Matías se encuentra en el Pantanal boliviano y en plena frontera con Brasil, y es colindante además con el Parque Nacional del Pantanal Matogrossense. En el área protegida boliviana el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales está permitido, aunque en los últimos meses ha tenido que enfrentar el ingreso de la actividad minera.

Es común observar a las parabas azules consumiendo frutos de palma en el suelo. Foto: Willy Montaño/ Fundación CLB.
Es común observar a las parabas azules consumiendo frutos de palma en el suelo. Foto: Willy Montaño/ Fundación CLB.

Mauricio Morales, director del ANMI San Matías, explicó en una entrevista con Mongabay Latam que a principio de año el área natural enfrentó a mineras privadas que intentaban ingresar a la zona para explotar manganeso. Si bien se logró paralizar esa incursión minera, Morales cuenta que hoy les toca detener el fuego. Son 17 días intensos en los que las llamas ya ingresaron al área natural.

“El fuego, por la dirección de los vientos, avanza hacia la carretera que está próxima a la comunidad Candelaria, donde habitan más de 100 familias y corren el riesgo de ser afectadas. Estamos en coordinación estrecha con autoridades locales, departamentales y nacionales para evitar que el fuego siga su curso”, precisa Morales.


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Según el Sistema de Monitoreo y Alerta Temprana de Riesgos de Incendios Forestales (Satrifo), que depende de la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN), 112 000 hectáreas de San Matías han sido afectadas por los incendios. De esa cifra, 65 000 se encuentran dentro del Área Natural de Manejo Integrado, lo que corresponde a un 3 % de toda la zona protegida, según detalló el Centro de Planificación Territorial Autonómica (CPTA) del Centro de Estudios Jurídicas e Investigación Social (CEJIS). El ANMI San Matías es la segunda área natural más grande de Bolivia. El Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP) de Bolivia recalca que esta reserva tiene una superficie de 2 930 886 hectáreas.

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Los efectos del fuego

Una humareda intensa cubre el cielo de San Matías. Los pobladores empiezan a sentir los efectos de los incendios y enfermedades como la conjuntivitis y los dolores de garganta comienzan a reportarse. Los ríos cercanos, además, se están secando por los focos de calor, lo que podría generar a futuro una escasez del recurso.

Danner Flores es jefe de los guardaparques del ANMI San Matías y no oculta su preocupación por lo que está pasando. El martes 10 de agosto tuvo una jornada difícil, aunque precisa que así han sido los últimos 16 días. Afectado también por la humareda, Flores relata que los incendios empiezan a afectar a la fauna del lugar. El principal habitante del área natural, la paraba azul (Anodorhynchus hyacinthinus), conocida también como Jacinta, ha empezado a volar a una zona más segura. Mientras que los pocos ejemplares que quedan, precisa, intentan salvarse de las llamas.

La paraba azul tiene una sola pareja para toda la vida. Alcanzan la madurez sexual entre los seis y siete años. Foto: Willy Montaño/ Fundación CLB
La paraba azul tiene una sola pareja para toda la vida. Alcanzan la madurez sexual entre los seis y siete años. Foto: Willy Montaño/ Fundación CLB

“La fauna en el ANMI San Matías es muy diversa, pero nuestra especie emblemática es la paraba azul, que ahora escapa del fuego. El territorio de la paraba azul se está quemando y nosotros estamos combatiendo el fuego todos los días, pero a veces es insuficiente porque nacen otros focos de calor en otras zonas. El fuego ya ingresó al ANMI San Matías y está empezando a afectar la serranía”, detalló Flores.

Además de la paraba azul, en el ANMI San Matías habitan otras especies como el  yacaré (Caiman yacaré), la londra o nutria gigante (Pteronura brasiliensis), las tortugas de tierra (Geochelone carbonariaG. denticulatá), el sicurí (Eunectes notaeus), el cascabel de chonono (Crotalus durissus), el ciervo de los pantanos (Odocoileus dichotomus), la gama o ciervo de las pampas (Ozotoceros bezoarticus), el manechi (Alouatta caraya), el pecari (Tayassu pécari) y el taitetú (Tayassu tajacu). También se reporta la presencia de tigres o jaguares (Panthera onca), el borochi (Chrysocyon brachyurus), el ocelote (Leopardus pardalis), el anta (Tapirus terrestris), el huaso (Mazama americana), la urina (Mazama gouazoubira), el jochi calucha (Dasyprocta variegata) y el jochi pintado (Agouti paca).

En San Matías ya existe un plan para salvar la vida de los animales del fuego que ingresó al área natural. La coordinadora del programa de Biodiversidad de la Gobernación de Santa Cruz, Paola Montenegro, informó a Mongabay Latam que existen cinco lugares donde los animales están retornando para alimentarse.

Los animales que habitan en el ANMI San Matías escapan del fuego y de la humareda hacía zonas seguras. Foto: El Deber.

“La próxima semana retornaremos hasta el lugar con el propósito de poner comederos y bebedores para los animales que retornen a su hábitat”, manifestó Montenegro, quien destacó que la situación de la paraba azul es una prioridad para la labor de su unidad, debido a que la especie está en extinción y que pretendería migrar a otras zonas por el fuego.


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Montenegro señaló que los animales más afectados son los reptiles y los mamíferos pequeños y medianos, como ositos lavanderos, huasos  y ciervos. La gran mayoría de estas especies pudieron escapar del fuego y están tratando ahora de volver a la zona. “Afortunadamente, no se encontraron animales calcinados, ni dañados por el fuego”, destacó la bióloga.

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Animales a salvo

Se han rescatado hasta el momento dos corechis o armadillos (Tolypeutes matacus) que, tras su debida atención, ya fueron liberados. “Por el fuego, estos animalitos tenían poca visibilidad y estaban aturdidos, se los atendió, les dimos los primeros auxilios y los liberamos”, dijo Montenegro.

Esta área natural en San Matías está ubicada entre la transición del Bosque Seco Chiquitano y la llanura del Chaco Pantanal. Se encuentra entre planicies, serranías y terrenos ondulados con alturas que varían entre los 108 msnm hasta 1210 msnm. En el sector este y noreste se encuentra el piedemonte del escudo chiquitano y la llanura del gran Pantanal del río Paraguay.

La secretaria de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente de la Gobernación de Santa Cruz, Alejandra Sandóval, explicó que la situación en San Matías todavía puede describirse como “grave”, tras el impacto que el fuego ha causado en la zona. La  funcionaria recordó que hace una semana un poblador indígena, que era un cacique de la comunidad San Fernando, murió por intoxicación en el intento desesperado por querer apagar las llamas en su propiedad.

Efectivos de las Fuerzas Armadas de Bolivia cooperan para apagar el fuego en San Matías. Foto: El Deber.

Ese deceso fue el detonante para que las autoridades dobleguen sus capacidades de auxilio. Aun así, existen todavía zonas afectadas por el fuego, aunque desde el Gobierno central dicen que la situación está controlada. El viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, informó a este medio que de los cinco incendios activos en el municipio de San Matías, cuatro ya fueron controlados y resta uno en la comunidad de Candelaria, el cual se está atendiendo con apoyo de las Fuerzas Armadas e instancias del Estado.

“Yo estoy ahora (martes 10 de agosto) en Candelaria, una comunidad que está a 90 kilómetros de San Matías. En esta comunidad se instaló el campamento central y hay cinco grupos que están trabajando en la zona. Estamos haciendo ahora un trabajo de mitigación del fuego, es una etapa de aislamiento instalando cortafuegos con maquinaria pesada. Podemos hablar de 17 días de trabajo acá en San Matías, pero los 12 últimos fueron los más pesados”, informó Calvimontes.


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Quien tiene más preocupación es el alcalde del municipio de San Matías, Carlos Velarde. La autoridad edil lamentó que el buen ánimo del trabajo de un día sea enterrado en la jornada siguiente. “Hoy se apaga un incendio y al día siguiente aparece otro, en otro lado”, dijo. Velarde indicó, además, que otras de las dificultades que enfrentan son la distancia con los focos de calor y la mala señal de las telecomunicaciones que existe en el área de los incendios. La emergencia ha sido de tal magnitud que el alcalde se vio obligado a decretar a San Matías como zona de desastre, lo que ayudó a que las autoridades nacionales y departamentales intensifiquen trabajos y presupuesto para actuar en el territorio.

Bomberos ingresaron a la comunidad Candelaria, en el municipio de San Matías, para apagar el fuego. Foto: El Deber.

El 11 de agosto se conoció que los incendios en San Matías ingresaron a zonas difíciles de acceder y la carencia de maquinaria pesada en la zona de Candelaria es otra preocupación para las autoridades. El Gobierno central se comprometió a que los equipos llegarán al área dañada.

En Bolivia, el Centro de Planificación Territorial Autonómica (CPTA) del Centro de Estudios Jurídicas e Investigación Social (CEJIS) informó que, durante el mes de junio, se registraron 226 focos de calor en territorios indígenas y 452 en Áreas Protegidas. Los incendios afectaron a 17 territorios indígenas de los departamentos de Santa Cruz, con 70 focos; en Beni, con 114 focos, y en La Paz con 12 focos.

En Roboré la situación está controlada, aunque todavía hay algunos incendios que necesitan ser apagados, detalló el viceministro Calvimontes. La Reserva Municipal de Vida Silvestre Valle de Tucabaca, en plena Chiquitania de Bolivia, todavía es afectada por las llamas. Desde la Chiquitania hasta el Pantanal, Bolivia sufre una ola de incendios casi todos provocados por quemas que se han salido de control, dijeron las autoridades.

Imagen principal: Los pastizales secos provocan que el fuego se expanda por varias zonas. Personal del ANMI San Matías coopera para apagar las llamas. Foto: El Deber.

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