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#EnCorto: tres datos sobre los guardianes del oso andino en Colombia

Oso avistado en La Cruz, Nariño. WCS, Juan Camilo Rubiano.

Oso avistado en La Cruz, Nariño. WCS, Juan Camilo Rubiano.

  • El programa Conservamos la Vida se realiza en cinco zonas clave para la conservación del oso de anteojos en Colombia.

El oso andino (Tremarctos ornatus) —también llamado oso de anteojos, ucumari y jukumari— es la única especie de úrsido que habita en América del Sur. Se encuentra en Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela y, posiblemente, también en Argentina.

Su presencia es clave para los ecosistemas andinos de estos países pues permite la protección de otras especies de flora y fauna. Sin embargo, su estado Vulnerable, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), demanda de medidas urgentes para su conservación.

Oso andino. Foto: 'El Pato' Salcedo/ WCS Colombia.
El oso andino habita en América del Sur. Foto: ‘El Pato’ Salcedo/ WCS Colombia.

Por este motivo, los países donde habita ejecutan programas para proteger a las poblaciones de esta especie emblemática. Uno de estas iniciativas es Conservamos la Vida, un proyecto que desde 2015 se lleva a cabo en Colombia y que reúne a instituciones científicas, al sector privado y a comunidades locales para la recuperación del oso andino y de su hábitat. Compartimos tres datos sobre este programa de conservación.

Las cinco zonas clave

Para ejecutar el programa Conservamos la Vida, lo primero que hicieron los expertos fue identificar cinco núcleos donde habita el oso de anteojos.

Oso en el parque Chingaza. Foto: WCS Colombia.
Oso de anteojos en el Parque Nacional Natural Chingaza. Foto: WCS Colombia.

Un primer núcleo corresponde al corredor que une los parques nacionales Tatamá, Farallones y Munchique, en la cordillera Occidental de los Andes. El segundo está formado por los parques Los Nevados, Las Hermosas y Doña Juana-Cascabel, en la cordillera Central. Un tercer espacio se ubica en el corredor entre los parques Chingaza, Sumapaz y Picachos, en la cordillera Oriental. El cuarto corresponde a los parques nacionales Orquídeas y Paramillo. Y el quinto es el corredor entre los parques Pisba-Cocuy-Tamá, en el límite con Venezuela.

Los mayores avances con este proyecto han ocurrido en los núcleos de la cordillera Occidental (8623 km2) y Central (17 469 km2). Entre ambas zonas se han firmado 70 acuerdos de conservación con las comunidades locales, en un total de 121 predios, cuya extensión destinada a la conservación del oso andino es de 2661 hectáreas.

El cafe Oso Andino

“Estamos muy contentos con lo que hemos logrado porque en algunos predios ya se han dado avistamientos de osos y oseznos”, comenta Julián Pinilla, dueño de una finca en el municipio de El Águila, Valle del Cauca, en zona de influencia del Parque Nacional Tatamá.

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En El Águila se han firmado 10 acuerdos de conservación con propietarios de finca. Mediante estos acuerdos se ofrece capacitación sobre la importancia del oso andino en el ecosistema, además de asesoramiento para que se puedan mejorar los sistemas productivos dentro de las fincas, principalmente para los cultivos de café.

Carlos Sánchez es otro de los productores de café de la zona de Tatamá, quien junto con Pinilla y otras ocho familias formaron la asociación la asociación ‘Productos de exportación guardianes del oso andino’.

Sus cosechas de alta calidad y su compromiso con la conservación del oso andino los llevó a obtener mejores precios por su producto y a crear la marca propia Café Oso Andino®.

Monitoreo en el Parque Nacional Tatamá

Un monitoreo con cámaras trampa realizado en los predios privados cerca del Parque Nacional Natural Tatamá ha demostrado la efectividad de las acciones para la conservación del oso de anteojos.

Oso captado en cámara trampa. WCS Colombia.
Oso andino captado por cámara trampa. Foto: WCS Colombia.

Juan Carlos Troncoso, jefe del Parque Nacional Natural Tatamá, señala que en cuatro de los predios en los que se firmaron acuerdos de conservación se ha registrado la presencia del oso andino mediante el monitoreo de cámaras trampa.

“Ya hemos visto al oso en cámaras trampa y también en videos de aficionados. Antes no veíamos al animal. Es algo muy bonito porque se está cumpliendo el propósito del proyecto”, destaca Carlos Sánchez, propietario de una finca y productor de café.

Lea el reportaje completo aquí.

Imagen principal: Oso avistado en La Cruz, Nariño. Foto:  Juan Camilo Rubiano / WCS.

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