Dirigentes awajún han detectado alrededor de 60 dragas para la extracción de oro sobre siete comunidades ubicadas en las orillas del río Cenepa, en Amazonas. Hasta julio había 39 maquinarias.Hasta la fecha, las interdicciones policiales no han sido suficientes para aminorar el riesgo. Mientras tanto, se calcula que 10 hectáreas de bosques ya habrían sido deforestadas por la actividad minera. “En mi comunidad hay 15 dragas que los mineros ilegales operan día y noche. El río Cenepa es pequeño y cuando esas máquinas se juntan, ya no podemos entrar al pueblo con nuestros botes y chalupas. Vivimos contaminados de mercurio y combustible, pero nadie puede hacer nada”. El testimonio intermitente y angustioso corresponde a Felicio, un profesor de la comunidad nativa de Tuutin, en la región Amazonas, selva del Perú, que prefiere no revelar su verdadero nombre por seguridad. Ha esperado que anochezca para conversar, porque ya no sabe bien cuál de sus vecinos labora con los mineros en la extracción de oro y podría delatarlo si lo escucha. Ha esperado también para describir de cerca el movimiento de las maquinarias en la oscuridad, y el bullicio cerca de los bares que surgieron con la llegada de los ilegales. “Hace un mes que este caos ya no tendría que existir”, dice afligido. Pero todo ha empeorado: las dragas siguen llegando a las orillas de la comunidad, los campamentos mineros crecen y Tuutin ha ido quedando al centro de un foco de devastación hasta ahora inexpugnable. Tuutin es una de las 63 comunidades nativas de la etnia awajún que son parte de la Organización de Desarrollo de las Comunidades Fronterizas del Cenepa (Odecofroc). Colinda con Sua San Antonio y Mamayaque; y tiene al frente, del otro lado del río, a Pagki y Nuevo Tutino. A menos de una hora en bote a motor hacia el norte está la comunidad de Huampami y, aproximadamente, a 10 minutos en dirección sureste queda Wawaim. Todos estos pueblos awajún también forman parte de Odecofroc y están enclavados a lo largo de 38 kilómetros de la cuenca del Cenepa, cerca del límite con Ecuador. Se trata de uno de los sectores más vulnerados por la actividad minera ilegal en la provincia de Condorcanqui (Amazonas). Así lo han constatado los dirigentes de Odecofroc a partir de sus últimos recorridos. La organización indígena estima que hay 60 dragas de mineros ilegales solo en el curso del río comprendido entre Huampami y Wawaim.