- La lejanía con respecto a centros urbanos y a la actividad petrolera ha facilitado la conservación de esta área protegida del norte de la Amazonía si se compara con otras como la Reserva Cuyabeno. Sin embargo, hoy la minería ilegal está rodeándola y adentrándose en ella, como lo revelan imágenes satelitales y alertas de deforestación de la plataforma Global Forest Watch.
- Comunidades indígenas y mestizas han guardado silencio y no han denunciado públicamente lo que ocurre por temor a represalias por parte de grupos criminales que dominan esta zona de frontera con Colombia. Hacen un llamado urgente para que el Estado actúe pues, aseguran, conoce lo que ocurre desde hace varios meses.
En el norte de la Amazonía ecuatoriana se encuentran cinco áreas protegidas que albergan una gran biodiversidad: los parques nacionales Yasuní, Cayambe Coca, Sumaco Napo-Galeras, la Reserva de Producción de Fauna Cuyabeno y la Reserva Ecológica Cofán Bermejo.
Justo en medio de estas áreas protegidas se encuentra Lago Agrio, ciudad de la provincia de Sucumbíos y considerada como la capital petrolera de Ecuador. Y es que, a pesar de la destinación de grandes extensiones de tierra dedicadas a la conservación, la Amazonía norte, principalmente las provincias de Sucumbíos y Orellana, también concentra la mayor actividad petrolera del país.
Un reciente informe de la organización Amazon Frontlines indica que, desde que la industria petrolera se estableció en la Amazonía ecuatoriana en la década de los setenta, más de 647 000 hectáreas de selva tropical primaria han sido taladas para infraestructura petrolera, carreteras y la colonización que surgió posteriormente. “Las imágenes satelitales muestran que se han limpiado más de 370 000 acres [más de 149 000 hectáreas] en los últimos 20 años en un radio de 30 millas [48 kilómetros] alrededor de la ciudad petrolera de Lago Agrio, donde se excavaron los primeros pozos”, dice el reporte.
En el mismo análisis se menciona que ni siquiera las cinco áreas protegidas cercanas a Lago Agrio han evitado que la deforestación ingrese a los territorios que se buscaban proteger cuando fueron declaradas. Por ejemplo, entre 2001 y 2021, Cuyabeno ha perdido 4 700 hectáreas de bosque, seguida por Yasuní con 2060.
Hasta ahora, la Reserva Ecológica Cofán Bermejo ha sido la menos afectada por la tala de selva amazónica primaria —136 hectáreas en 21 años—, pero alertas recientes de la plataforma Global Forest Watch muestran que esta situación estaría cambiando.
El análisis realizado por Mongabay Latam en esta plataforma arrojó que en los dos últimos años, cuando comenzó con más fuerza la deforestación en esta zona, se han registrado 2 747 alertas de deforestación. Sin embargo, solo entre enero y la primera semana de octubre de 2022 se registraron 1 531 de estas alertas en la frontera entre la reserva Cofán-Bermejo y territorios indígenas A’i Cofán. Según este monitoreo, la deforestación comienza en febrero y se ha extendido hasta la primera semana de octubre. No obstante, es en el mes de septiembre cuando se registra el mayor número de alertas. ¿Qué está pasando?
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Minería ilegal y el miedo de denunciar
La conservación histórica de la Reserva Ecológica Cofán Bermejo no ha sido fortuita. Nicolás Mainville, biólogo y coordinador de Defensa Territorial de Amazon Frontlines, explica que hay varios factores que han ayudado a que esto se mantuviera así hasta hace poco. Se debe “a su ubicación muy lejana a los centros urbanos, que está justo en frontera con Colombia y que la explotación petrolera, junto con las carreteras, no han llegado todavía”, comenta Mainville.
El problema es que la minería ilegal sí empezó a tocar las puertas de esta área protegida creada en el 2002 y la situación se ha tornado bastante complicada. Fuentes en comunidades indígenas y expertos consultados por Mongabay Latam aseguran que la seguridad en Cofán Bermejo y sus alrededores es crítica pues, al estar en frontera con Colombia, allí operan diversos grupos criminales y de narcotráfico. “No sabemos si los mineros ilegales hacen parte de estos grupos o tienen relación con ellos”, dice un indígena que habita en la zona y que prefiere no revelar su identidad por temor a represalias.
El miedo es la constante en esta región fronteriza. Es por eso que, a pesar de que varias comunidades indígenas habitan en los alrededores y dentro del área protegida, no se han atrevido a denunciar públicamente lo que allí ocurre.
Varios indígenas le contaron a Mongabay Latam que todo empezó con gente foránea que llegó a los territorios ancestrales que están en el límite de la reserva y que empezaron a explotar madera de forma ilegal. Luego llegó la minería y esta es la que ahora está fuera de control.
Un experto de una organización que conoce la zona, pero que prefiere la reserva de su nombre debido a la difícil situación de seguridad que se vive allí, dice que la minería ilegal empezó a expandirse en el río Bermejo desde el 2020. “Hay presencia de maquinaria y deforestación en las orillas. Un cambio bastante drástico del cauce del río justo por presencia de excavadoras y motobombas grandes. Se puede ver a los mineros, gente que no es de esa zona”, comenta.
Imágenes satelitales analizadas por la organización Amazon Frontlines muestran cómo, en agosto de este año, la situación se desbordó pues, ya no solo se ve un rápido aumento de la actividad minera en los límites de Cofán Bermejo, sino que la minería ilegal ya entró en ella.
A las comunidades indígenas y mestizas de la zona les preocupa la afectación del río Bermejo, pero también la de los ríos San Miguel y Sarayaku. Muchas de estas poblaciones son pescadoras y, aseguran, que ya sienten los efectos negativos en el agua. “En la unión del río Bermejo con el río San Miguel se ha visto una bajada drástica en la cantidad de peces, lo cual afecta a comunidades pescadoras. El agua está muy turbia y los niveles muy bajos”, asegura el experto consultado.
Por su parte, indígenas y habitantes de comunidades mestizas que habitan cerca del río Bermejo dicen que desde hace más o menos un año están viendo cambios en el color de las aguas y han notado un caudal más reducido que imposibilita navegar en bote en muchos tramos. “El Ministerio del Ambiente tiene conocimiento de toda esta grave situación, pero no está haciendo nada en este momento. Nosotros como comunidades vemos toda esta situación, pero estamos en gran riesgo y no sabemos de qué manera actuar”, afirma un miembro de la comunidad..
El indígena también asegura que “debido a la complejidad de la zona, las comunidades estamos observando la situación, pero es el Estado el que tiene la obligación de actuar frente a estas amenazas. Si no lo hace, tendremos que pensar la forma de proteger los ríos y territorios”.
Mongabay Latam se comunicó con el Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE) para preguntarle por las acciones que están implementando para enfrentar la minería ilegal y evitar que Cofán Bermejo se convierta en un nuevo foco de contaminación y deforestación acelerada como ocurrió a inicios de este año con el río Yutzupino en la provincia de Napo.
En respuesta oficial, el MAATE contestó que la minería ilegal de oro se viene realizando desde hace aproximadamente unos 10 años en el sector de Cáscales, provincia de Sucumbíos, tomando fuerza durante la pandemia y que desde hace dos años se ha visto dificultado el ingreso por ese sector, sin permitir el ingreso a los funcionarios del MAATE, “sin embargo el ingreso para los controles respectivos se realiza por otro lugar”.
“Se conoce que las actividades de minería ilegal se están realizando en el río Bermejo en la zona de amortiguamiento de la reserva Cofán Bermejo, en la comunidad Etsa”, aseguró el Ministerio.
La entidad le respondió a este medio que, el 5 de marzo del 2022 el personal de la Reserva Ecológica Cofán Bermejo atendió a una denuncia de minería ilegal que se presentó vía Whatsapp, en la que se les indicó que se estaría realizando esta actividad dentro del área protegida. Luego de hacer una inspección se pudo constatar la actividad en dos puntos, uno de ellos dentro de la reserva. Además, el MAATE informó que el 10 de marzo, en el batallón de selva 56 Tungurahua, expuso el problema de la minería ilegal en el sector Cáscales.
Luego de esto siguieron recibiendo denuncias y en cuatro inspecciones realizadas encontraron campamentos abandonados, maquinaria pesada, dragas y motores con mangueras hidráulicas de 2 pulgadas, además de un área de cinco hectáreas “donde se observa actividad minera anti técnica que afecta a la cobertura vegetal”. Según indicó el Ministerio, el 14 de abril le pidieron al Ministerio de Gobierno que convocara la Comisión Especial para Control de Minería Ilegal (CECMI), pero no informaron si esa reunión ya se dio o cuándo tendrá lugar.
“Así también, en el mes de septiembre de 2022, se mantuvo reuniones con la dirección zonal 9 del MAATE, despacho ministerial y gobernación de Sucumbíos, con el fin de articular de mejor manera las acciones a realizar en materia de control en la zona de Cáscales, llegando a consensos en que el GAD Regional pondría en conocimiento de las autoridades del CECMI los informes de inteligencia levantados por dicha unidad administrativa”, aseguró el MAATE. No obstante, la entidad no brindó más detalles sobre los resultados de dichos consensos.
Concesiones mineras en trámite en el río Bermejo
La minería ilegal no es el único problema que enfrenta la Reserva Ecológica Cofán Bermejo. Al revisar el Catastro Minero ecuatoriano, la organización Amazon Frontlines se dio cuenta que, en este momento, hay 23 concesiones mineras en trámite sobre el río Bermejo, en el límite suroriental del área protegida. Todas ellas son para explotación de oro.
Aunque las concesiones solicitadas son para pequeña minería y minería artesanal, Nicolas Mainville asegura que las comunidades y el área protegida sufrirán un impacto directo pues el río Bermejo entra a la reserva ecológica y llevaría consigo toda la contaminación que recibió aguas arriba, afectando la flora y fauna acuática, así como la pesca y el agua de consumo de muchas comunidades.
“Hay más de 5 300 hectáreas de concesiones mineras en trámite justo encima del río Bermejo y otro cercano, concesiones que fueron entradas en el Catastro Minero sin ninguna consulta previa. Es una situación muy similar a lo que pasó en Sinangoe cuatro años atrás”, dice Mainville.
El biólogo se refiere al caso del territorio indígena Cofán de Sinangoe, dentro del Parque Nacional Cayambe Coca. En 2018, la comunidad se dio cuenta que mineros ilegales estaban extrayendo oro del río Aguarico, dentro de su territorio ancestral, y que ya habían afectado entre 15 y 20 hectáreas.
“En Cofán Bermejo hay unas cuatro o cinco veces más actividad [minera ilegal] que en el caso de Sinangoe”, afirma el experto consultado que pidió la reserva de su nombre.
Una vez que la comunidad de Sinangoe detectó la minería ilegal, empezó a investigar y se dio cuenta que sobre su territorio también se pretendía hacer minería legal ya que, según el Catastro Minero, ya se habían aprobado 20 concesiones y 32 más estaban en trámite.
Los Sinangoe empezaron una batalla legal por defender su territorio. En octubre de 2018, la justicia ecuatoriana decidió revocar las 52 concesiones. En febrero de 2022, la Corte Constitucional falló a favor del derecho a la consulta previa, libre e informada de los pueblos y nacionalidades indígenas, teniendo como referencia la acción judicial presentada por los Cofán de Sinangoe, donde aseguraron que no fueron consultados sobre las concesiones mineras en sus tierras ancestrales.
Mongabay Latam le preguntó al MAATE sobre la legalidad de las concesiones que están en trámite cerca a la Reserva Cofán Bermejo y en territorio de varias comunidades indígenas, así como por la falta de consulta previa. La entidad aseguró que “de acuerdo con el Catastro Minero actualizado al 31 de agosto de 2022, las concesiones mineras a las que se hace referencia se encuentran en trámite para ser otorgadas a los respectivos titulares mineros en el Ministerio Sectorial, razón por la cual no han iniciado un proceso de regularización en esta cartera de Estado”.
“El Estado suele decir que los indígenas nos oponemos a la minería legal para permitir la minería ilegal, pero eso es totalmente falso. Intentan deslegitimar la lucha de los pueblos. No queremos lo ilegal ni lo legal. En la parte legal tenemos algunas herramientas para hacer valer nuestros derechos, pero en lo ilegal estamos totalmente desprotegidos”, asegura el indígena que pidió reservar su nombre.
“El valor de Cofán Bermejo a nivel de conservación es mucho más alto que el valor que podrían tener los gramos de oro que se saquen de esas concesiones”, sentencia Mainville.
*Imagen principal: Minería ilegal en el río Bermejo, Reserva Ecológica Cofán Bermejo, Ecuador. Foto: Archivo particular.
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