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Una serpiente que lleva el apellido DiCaprio y cuatro más recién descritas están en riesgo en Ecuador y Panamá

Serpiente caracolera de Marley (Sibon marleyae), que se encuentra en Ecuador y Colombia, recibió su nombre en honor a una joven amante de la naturaleza, Marley Sheth, la hija de 11 años de Brian y Adria Sheth, ambos defensores de la conservación de la biodiversidad desde hace mucho tiempo. Foto: José Viera.

Serpiente caracolera de Marley (Sibon marleyae), que se encuentra en Ecuador y Colombia, recibió su nombre en honor a una joven amante de la naturaleza, Marley Sheth, la hija de 11 años de Brian y Adria Sheth, ambos defensores de la conservación de la biodiversidad desde hace mucho tiempo. Foto: José Viera.

  • Científicos han descrito cinco nuevas especies de serpientes que se alimentan de caracoles en la selva amazónica de Ecuador y Colombia y en los bosques del Chocó-Darién de Panamá. Sin embargo, se encuentran amenazadas por la minería.
  • Tres de las nuevas especies fueron nombradas por el actor Leonardo DiCaprio, el conservacionista Brian Sheth y la ONG Naturaleza y Cultura Internacional para crear conciencia sobre las amenazas que enfrentan estas serpientes debido a la minería y la deforestación.

Con sus ojos del color de la sangre y sus escamas rojas, negras y amarillas, la serpiente caracolera de Marley (Sibon marleyae) parece que podría acabar con una vida de un solo mordisco. Nada más alejado de la realidad, porque se trata de un animal inofensivo, al igual que las otras cuatro especies de culebras que se alimentan de caracoles y que fueron encontradas recientemente en Panamá, Ecuador y Colombia.

Estas cinco serpientes nuevas para la ciencia habitan en las laderas de la selva tropical de la Amazonía norte y los bosques del Chocó-Darién. El actor Leonardo DiCaprio, el conservacionista Brian Sheth y la organización no gubernamental Naturaleza y Cultura Internacional eligieron los nombres de tres de las nuevas especies para honrar a sus seres queridos y crear conciencia sobre las amenazas que enfrentan estos reptiles debido a la minería y la deforestación. Las descripciones de cada una de estas especies están publicadas en la revista ZooKeys.

Las serpientes caracoleras se aprovechan de los caracoles y las babosas que prosperan a lo largo de los arroyos y otros lugares húmedos. Estos reptiles son arbóreos, lo que significa que se adhieren a los árboles y no pueden sobrevivir en áreas sin vegetación.

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La serpiente caracolera de DiCaprio (Sibon irmelindicaprioae) se encuentra en Panamá y Colombia y recibió su nombre en honor a la madre del actor Leonardo DiCaprio, Irmelin. Cuando se sienten amenazadas, estas pequeñas serpientes esconden la cabeza y producen un olor a almizcle para repeler a los depredadores. Foto: José Vieira.
La serpiente caracolera de DiCaprio (Sibon irmelindicaprioae) se encuentra en Panamá y Colombia; recibió su nombre en honor a la madre del actor Leonardo DiCaprio, Irmelin. Cuando se sienten amenazadas, estas pequeñas serpientes esconden la cabeza y producen almizcle, sustancia que con su olor repele a los depredadores. Foto: José Vieira.

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Minería y serpientes caracoleras son incompatibles

La Amazonía ecuatoriana y colombiana, además de la selva tropical Chocó-Darién de Panamá, donde se encontraron las serpientes, albergan una enorme biodiversidad, así como algunos de los depósitos de oro y cobre más grandes del mundo. Aunque parezca positivo, estas son malas noticias para las serpientes que habitan en los árboles.

El cobre y el oro se extraen a cielo abierto y a lo largo de los ríos, generando desechos tóxicos en el proceso. La minería requiere mucha agua, y cuando esta fluye a través de las minas, recoge sustancias nocivas como azufre y otros metales pesados, lo que da como resultado un drenaje minero ácido. Todo esto provoca contaminación del aire, el suelo y el agua.

Además, los bosques deben talarse para crear pozos mineros, campamentos para trabajadores y equipos y, a menudo, nuevas carreteras. Cuando se tala el bosque no solo se destruye y fragmenta el hábitat de las serpientes y otros animales silvestres, también se pueden secar los bordes de las selvas y los parches forestales que han quedado fragmentados.

Una operación ilegal de extracción de oro a lo largo de las orillas del río Nangaritza en el sureste de Ecuador, hogar de la serpiente caracolera de Welborn recién descrita, así como de otras cuatro especies de serpientes caracoleras. Foto: Alejandro Arteaga.
Una operación ilegal de extracción de oro a lo largo de las orillas del río Nangaritza en el sureste de Ecuador, hogar de la serpiente caracolera de Welborn recién descrita, así como de otras cuatro especies de serpientes caracoleras. Foto: Alejandro Arteaga.

“Estas especies [de serpientes] son delicadas y están acostumbradas a vivir en partes muy húmedas del bosque”, explicó Abel Batista, científico de la Universidad Autónoma de Chiriquí en Panamá, quien ayudó a encontrar y describir las nuevas especies. “Una vez que se abre el bosque, si no tienen un lugar a donde ir, simplemente mueren”, dijo a Mongabay.

La deforestación y la contaminación minera también están afectando a la principal fuente de alimento de las serpientes: los caracoles. Estos moluscos necesitan agua limpia y humedad para prosperar. Cuando el ambiente es demasiado seco, puede ser difícil que se recuperen.

Un grave problema es que Ecuador y Colombia vieron un aumento en la minería ilegal de oro a lo largo de ríos y arroyos durante la pandemia de COVID-19. Con las personas en cuarentena y las cadenas de suministro interrumpidas, las oportunidades laborales se volvieron escasas y algunos recurrieron a la minería para ganarse la vida.

El biólogo Alejandro Arteaga con la serpiente caracolera de DiCaprio (Sibon irmelindicaprioae). Foto: Abel Batista.
El biólogo Alejandro Arteaga con la serpiente caracolera de DiCaprio (Sibon irmelindicaprioae). Foto: Abel Batista.

“Como anécdota… [el] aumento de la minería ilegal fue impulsado por factores económicos”, destacó Matt Clark, presidente y director ejecutivo de Naturaleza y Cultura Internacional. “Los empleos en la economía formal desaparecieron. Las economías informales, como la minería ilegal, se convirtieron en fuentes de ingresos cada vez más importantes a medida que se contraía la economía formal. El crimen organizado probablemente estuvo feliz de entrar en esa brecha”, añadió.

Ese repunte acelerado de actividad minera ha afectado a los ecosistemas circundantes, incluidas estas frágiles serpientes. “Tenemos la impresión de que en los últimos años estas especies han sido menos comunes que hace cinco años”, aseguró Batista.

Distribución de las nuevas especies de serpientes caracoleras. Imagen: Alejandro Arteaga. (Arteaga y Batista 2023).
Distribución de las nuevas especies de serpientes caracoleras. Imagen: Alejandro Arteaga. (Arteaga y Batista 2023).

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El río Nangaritza ya no es el mismo

En Ecuador, tan solo en el 2014, las selvas tropicales alrededor del río Nangaritza se veían saludables, dijo en un comunicado Alejandro Arteaga, biólogo ecuatoriano y primer autor del estudio. En esta zona fueron colectados algunos de los especímenes de serpiente, pero ahora, “ya no es un paraíso. Cientos de mineros de oro ilegal, que usan retroexcavadoras, se han apoderado de los márgenes del río, que ahora están destruidos y convertidos en escombros”.

La minería es una amenaza para los ecosistemas, pero también divide a las comunidades entre quienes dan la bienvenida al trabajo y quienes se oponen a las minas, reconociendo el potencial de contaminación a largo plazo por metales pesados tóxicos como el mercurio.

“Las ganancias generadas por el empleo minero suelen ser a corto plazo”, afirmó Clark. “Los costos y daños son duraderos y amplios. Pero las necesidades apremiantes e inmediatas pueden obligar a las personas a tomar este tipo de decisiones difíciles”.

En la comunidad de Yutzupino se pueden observar los efectos de la minería, la cual ha destruido y contaminado gravemente los ríos Jatunyacu y Yutzupino. 11 de febrero del 2022. Foto: Iván Castaneira.
En la comunidad de Yutzupino se pueden observar los efectos de la minería, la cual ha destruido y contaminado gravemente los ríos Jatunyacu y Yutzupino. 11 de febrero del 2022. Foto: Iván Castaneira.

“La minería ilegal ha dividido a las comunidades indígenas y mestizas en el valle del río Nangaritza”, mencionó Clark y agregó que “hay personas en ‘ambos lados’ del problema”.

“Algunos habitantes que viven cerca de actividades mineras han sido intimidados para que no informen o protesten contra estas actividades”, dijo a Mongabay Trotsky Riera, coordinador regional de Naturaleza y Cultura Internacional para el sur de Ecuador. “Por eso, muchos de ellos anteponen su seguridad y la de sus familias”.

La situación es compleja pues en mayo de 2018, funcionarios gubernamentales a cargo de regular la minería ilegal en Ecuador fueron secuestrados por asaltantes desconocidos y sus vehículos fueron quemados, afirmó Riera. Los responsables de este hecho nunca fueron capturados. “Los habitantes locales prefieren no hablar de eso. Algunos, incluso, han optado por trabajar en actividades mineras”, agregó.

“La minería ilegal tiene factores políticos y socioeconómicos complejos, y es un problema en toda América Latina”, dijo Clark. “Es difícil de combatir porque es muy difuso”.

La bióloga ecuatoriana Amanda Quezada en la expedición para encontrar la nueva especie serpiente caracolera de Welborn (Dipsas welborni) en la Reserva Natural Maycú, al sureste de Ecuador. Foto: Alejandro Arteaga.
La bióloga ecuatoriana Amanda Quezada en la expedición para encontrar la nueva especie serpiente caracolera de Welborn (Dipsas welborni) en la Reserva Natural Maycú, al sureste de Ecuador. Foto: Alejandro Arteaga.

El investigador aseguró que solo el gobierno tiene la autoridad para detener la minería ilegal, pero a menudo los gobiernos latinoamericanos “carecen de recursos y voluntad política para abordar el problema”.

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Una reserva natural que quiere servir como escudo

Con el apoyo de otras organizaciones, como World Land Trust, Naturaleza y Cultura Internacional ha comprado terrenos privados para crear la Reserva Natural Maycú, en el sureste de Ecuador.

Esta reserva de 72 734 hectáreas es el hogar de miles de especies, incluida la serpiente caracolera de Welborn recientemente descrita (Dipsas welborni), el jaguar (Panthera onca), la tángara garganta naranja (Wetmorethraupis sterrhopteron), y muchas otras que viven solo en este bosque y en ningún otro lugar de la Tierra.

Para Riera, es fundamental conservar los pocos bosques que quedan, ya que albergan cientos de especies, “incluidas algunas que aún son desconocidas para la humanidad”.

Una retroexcavadora talando bosques para actividades mineras en Ecuador. Foto: Jorge Anhalzer.
Una retroexcavadora talando bosques para actividades mineras en Ecuador. Foto: Jorge Anhalzer.

La creación de la reserva hace que sea mucho más difícil para los mineros afianzarse, aseguró Clark, ya que Naturaleza y Cultura Internacional “no permitirá que [las personas] nos paguen por el acceso a la mina dentro de los límites de la reserva, mientras que otros propietarios si podrían estar dispuestos a aceptar”.

A pesar de la creación del área protegida, los mineros ilegales se están acercando a la Reserva Maycú y “hacen amenazas violentas a cualquiera que se oponga a la extracción de oro”, resaltó Alejandro Artega en un comunicado de prensa. “Incluso los guardabosques y sus familias se ven tentados a dejar sus trabajos para dedicarse a la minería ilegal, ya que es mucho más lucrativa. Un guardaparque local informa que al extraer oro del río Nangaritza, la población local puede ganar en unas pocas semanas lo que de otro modo sería el salario de un año”.

Aún así, Felipe Serrano, director País de Naturaleza y Cultura Internacional en Ecuador, le dijo a Mongabay que “la creación de la Reserva Maycú ha impedido significativamente la entrada de la minería ilegal”. Según comentó, han podido mantener intactas la mayor parte de las riberas de los ríos dentro de la reserva, con la excepción de unas seis hectáreas que han sido invadidas por la minería ilegal. Esta invasión, aseguró, “no ha sido controlada porque nuestros guardabosques y personal han sido intimidados y su seguridad estaba en riesgo”.

La zona, agregó, “es parte de un frente de minería ilegal mucho más amplio controlado por grupos organizados que han sido violentos en ocasiones y se extiende significativamente fuera de la frontera de la Reserva hacia el sur”.

Sibon canopy recibe su nombre en honor al sistema de reservas Canopy Family, como el Canopy Lodge en el Valle de Antón, provincia de Coclé, Panamá. Foto: Alejandro Arteaga.
Sibon canopy recibe su nombre en honor al sistema de reservas Canopy Family, como el Canopy Lodge en el Valle de Antón, provincia de Coclé, Panamá. Foto: Alejandro Arteaga.

Serrano destacó que las autoridades no han intervenido de manera efectiva para detener la minería ilegal y “la respuesta del sistema de Justicia ha sido intermitente y marginal”.

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La minería también es un problema en Panamá

Mientras tanto, en Panamá, dos de las nuevas especies —Sibon irmelindicaprioae (llamado así por la madre de Leonardo Dicaprio ) y Sibon canopi— también enfrentan amenazas, pero por la minería legal. La empresa Minera Panamá SA, una subsidiaria de la compañía canadiense de minería y metales First Quantum Minerals Ltd., está operando una mina de cobre a gran escala en la selva tropical Chocó-Darién lo suficientemente grande como para ser detectada en imágenes satelitales.

Las ONG Naturaleza y Cultura Internacional, Khamai y Adopta Bosque dicen que están trabajando para proteger el hábitat de las serpientes en Ecuador y Panamá y crear conciencia sobre los peligros de la minería.

“Tanto las minas a cielo abierto legales como las ilegales son inhabitables para las serpientes que se alimentan de caracoles”, dijo Arteaga, “y para casi todo lo que vive allí también”, concluyó.

REFERENCIA:

Arteaga, A., & Batista, A. (2023). A consolidated phylogeny of snail-eating snakes (Serpentes, Dipsadini), with the description of five new species from Colombia, Ecuador, and Panama. ZooKeys, 1143, 1-49. doi:10.3897/zookeys.1143.93601

*Imagen principal: Serpiente caracolera de Marley (Sibon marleyae), que se encuentra en Ecuador y Colombia, recibió su nombre en honor a una joven amante de la naturaleza, Marley Sheth, la hija de 11 años de Brian y Adria Sheth, ambos defensores de la conservación de la biodiversidad desde hace mucho tiempo. Foto: José Viera.

*Este reportaje fue publicado primero en inglés el 23 de febrero de 2023. Lea la nota aquí.

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