Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, hablamos con Nina Gualinga, defensora de la Amazonía ecuatoriana y de los derechos de las mujeres indígenas.La lideresa de 29 años afirma que las mujeres indígenas históricamente no sólo han cargado con el peso de numerosas amenazas al planeta y sus territorios, sino a sus propias vidas. Nina Gualinga tenía unos ocho años cuando, por primera vez, su casa y su vida se cimbraron por las compañías petroleras. Era 2002 cuando una empresa argentina ingresó a su comunidad: Sarayaku —ubicada en la provincia de Pastaza, en plena selva amazónica del Ecuador—, para iniciar sus actividades de exploración con grandes cantidades de dinamita. “Cuando vi con mis propios ojos a los trabajadores de la compañía, entendí que no estaban trabajando para nuestro bienestar, ni para nuestro beneficio”, recuerda Gualinga. “No sé cómo explicarlo, pero creo que sentí que todo lo que estas personas nos estaban diciendo, no era verdad. Eran cosas que nos decían para convencernos de algo de lo que ni siquiera ellos estaban convencidos”. En ese momento vio cómo su pueblo se levantó en defensa de su comunidad. Y con sus pocos años de vida, en la medida que pudo entenderlo, supo que ella haría lo mismo. Hoy tiene 29 años y su trayectoria como defensora del territorio abarca prácticamente toda su vida. Desde su comunidad y hasta los grandes foros internacionales, Gualinga —como varias de las integrantes de su familia—, es una voz escuchada, respetada y reconocida.